Con la «nueva gobernanza», eso de los mentados «ejes tractores» de la economía terminaron por ser carcachas que nunca arrancaron. Las «herencias malditas» fueron su pretexto al inicio de la administración, pero estamos a nada de llegar a la mitad del sexenio y no vemos claro en eso del desarrollo económico.
A lo mejor se debe a que quien dice ser secretario de Economía, un tal Rodrigo Castañeda Miranda, no se ha encomendado a Dios o al Santo Niño de Atocha, como ha pedido el gobernador David Monreal. O quizás es que de plano sólo ha estado en el cargo para servirse con la cuchara grande, sin mostrar el mínimo interés por la economía local.
Porque en eso de las cifras alegres de Inversión Extranjera Directa (IED), una cosa son los millones de dólares contantes y sonantes en proyectos seguros y otra muy diferente las bonitas cartas de intención para invertir.
De hecho, con la «nueva gobernanza» la constante ha sido la desinversión (como se constata en el último trimestre) porque las empresas extranjeras no ven condiciones claras para seguir invirtiendo en Zacatecas. Incluso en lo que respecta a la industria minera, esa que tanto se precian en presumir (porque deja y bien), el último proyecto minero registrado en la entidad fue de 2019.
Después de la pandemia, y con el cambio de administración estatal, no parece que pronto se vean nuevos proyectos materializados más allá de las bonitas cartas de intención. Será que las empresas piensan esperar al final del sexenio para ver si la administración que llegue les ofrece mejores garantías que Rodrigo Castañeda.
Pero no todo es inversión extranjera. Sobran los testimonios de los zacatecanos que deciden emprender en su tierra y al poco tiempo deciden cerrar las puertas de sus changarros porque no hay condiciones. Y para buscar empleo, ni hablar.
Pero vayamos al detalle de las cifras que arroja la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT). Porque, por ejemplo, durante el 2023 la Secretaría de Economía (SEZAC) erogó algo así como 23 millones 896 mil 951.14 pesos en programas de transferencias de recursos, con montos que van de los 1 mil 249.23 pesos hasta los 45 mil pesos, ya sea para emprender o mejorar un negocio, por haber ganado algún concurso (como en el caso de los maestros artesanos), por capacitaciones para el empleo o para instructores.
Sin embargo, se sabe que entre dichos beneficiarios Rodrigo Castañeda y sus empleados de primera (esos que cobran bonos especiales anuales o reciben su «Estímulo por Responsabilidad en el Cargo») aprovecharon los recursos públicos de estos programas para pagarle favores a sus amigos, o por los servicios personales de estilistas y empleados domésticos, particularmente del titular de la dependencia y su secretaria Particular, Maricruz González Ruvalcaba.
No es la primera ocasión que Castañeda Miranda se vale de recursos ajenos para sacar provecho. Hace ya varios años, cuando fue presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CANACINTRA) en Zacatecas, aprovechó los fondos del proyecto denominado «FODEINTRA», que básicamente consistía en otorgar financiamiento a industriales y proveedores del sector industrial, con créditos de 201 mil hasta 500 mil pesos, con tasa de interés a 1% mensual por pago puntual sobre saldos insolutos, sin pago de IVA y sin comisiones por apertura.
Una ganga. Y más si dichos créditos empresariales hacían como que se habían contratado «a fondo perdido», como habría hecho (dicen) el propio Rodrigo Castañeda, pero también Alejandro Valadez, expresidente de la CANACINTRA y cónyuge de Judith Trejo Cárdenas, actual subsecretaria de Inversión de la SEZAC, directora del Fideicomiso Zacatecas, secretaria de Actas del Fideicomiso sobre Nómina y también beneficiaria de dichos créditos.
Como quien dice, la bonanza nomás para los cuates. Una bonanza que, dicen, también se ha extendido a otras áreas como el Fideicomiso Zacatecas o el Fideicomiso del Impuesto sobre la Nómina, aunque cada uno con sus particularidades.
Ya en otro momento señalamos en este espacio la opacidad del Fideicomiso Zacatecas, integrado como ente público y que a su vez es un sujeto obligado en materia de transparencia, aunque seguramente habrá reprobado en las evaluaciones que realiza periódicamente el IZAI por la gran falta de información en la PNT.
Porque resulta muy raro que, según su último informe financiero correspondiente al segundo trimestre de 2023 (o sea, van al menos nueve meses de opacidad en el organismo), tenían etiquetados al menos 2.7 millones de pesos para Capítulo 1000; sin embargo, en la PNT no hay registro de personal contratado, ni permanente ni eventual.
Tampoco hay registro de contratos por honorarios o de contratación de obras, bienes o servicios, a pesar de que en el mismo informe financiero se da cuenta de 2.3 millones de pesos para la contratación de Servicios profesionales, Científicos, Técnicos y otros servicios; y unos 24.7 millones de pesos para los Capítulos 5000 y 6000, para Bienes Muebles, Inmuebles e Intangibles o para Inversión Pública. Y eso que ahí debería incluirse la construcción de una nueva célula en el Parque Industrial Osiris.
Ni hablar del contenido de las actas de sesiones ordinarias y extraordinarias del Fideicomiso, que en buena parte son «de acceso denegado» o «restringido» y es casi imposible consultar los acuerdos tomados por el Comité Técnico, que han incidido en la nula atracción de inversiones, pero se sospecha que sí se han beneficiado los empresarios que integran el Club de Tobby en Zacatecas.
Más raro resulta el Fideicomiso del Impuesto sobre Nómina (o de inversión y administración para el desarrollo económico del estado), que al 31 de marzo tenía un saldo de 56 millones 600 mil 21 pesos.
Sin embargo, este saldo representa apenas el 4.4% de lo recaudado por ISN al 31 de diciembre del año pasado (unos 1 mil 283 millones 653 mil 536 pesos, según los informes financieros de la Secretaría de Finanzas), o el 5.0% respecto a la proyección de recaudación de este año (1 mil 124 millones 730 mil 130 pesos). ¿A dónde se fue el dinero no canalizado al Fideicomiso?
Lo peor es que de este recurso del Fideicomiso ni siquiera hay condiciones para transparentarlo, pues al no ser un ente público ni mucho menos un sujeto obligado por la Ley de Transparencia, queda al arbitrio del Comité Técnico la administración y ejecución del recurso.
¿Y quiénes integran el Comité Técnico? Pues, en primer lugar, lo preside el gobernador David Monreal, seguido por representantes de la SEFIN, SEZAC, SEDESOL, SFP, SECTURZ, CANACOZAC, COPARMEX, la Asociación de Hoteles y Moteles del Estado de Zacatecas, CANACINTRA y CMIC, todos como vocales.
Pero también pueden acudir como invitados y asesores los representantes de la Secretaría de Obras Públicas y de la CANIRAC.
¿Y qué cree? Que la actual presidenta de la CANIRAC, Estela Cárdenas, es prima hermana de la actual subsecretaria de Inversión y secretaria de Actas del Fideicomiso, Judith Trejo Cárdenas. Así que no sorprendería que por ahí aparecieran sus nombres entre los beneficiarios del Fideicomiso, aunque es imposible saberlo debido a que esta información no se transparenta, mucho menos podríamos conocer quiénes fueron los beneficiarios, el monto que recibieron y si a la fecha ya pagaron al 100% esos recursos. Igual situación que en el Fideicomiso Zacatecas, a pesar de que éste sí es un ente público y sujeto obligado en materia de Transparencia.
Lo que se sabe es que durante la gestión de Rodrigo Castañeda se habrían duplicado los pagos por la contratación de servicios (como coffee breaks, comidas, alimentos para eventos como la posada de la SEZAC, las sesiones del Comité Técnico del Fideicomiso, entre otros) con recursos de la Secretaría de Economía, pero también del Fideicomiso.
Si estos gastos le parecen obscenos, agárrese porque viene lo mejor: en los Fideicomisos no se transparenta la contratación de asesores o personal eventual, pero ¿qué tal en el Despacho de la SEZAC? Según la PNT, ahí laboran algo así como 43 personas:
- Analista Administrativo 1 (2)
- Analista de Comunicación Social (1)
- Analista Técnico (6)
- Auxiliar administrativo (17)
- Auxiliar de servicios (1)
- Chofer (4)
- Directora del Centro de Operaciones (1)
- Diseñadora gráfica (1)
- Intendente (2)
- Promotora de ventas (1)
- Recepcionista (1)
- Secretaria (4)
- Técnico especializado (1)
- Vigilante (1)
¿De verdad se requiere tanta burocracia para una dependencia que no refleja el gasto con resultados contantes y sonantes?