La política de la negación

Si el gobernador David Monreal insiste una y otra vez que en Zacatecas se ha logrado la disminución de la incidencia delictiva, y para ello se vale de estadística oficial, ¿por qué los zacatecanos no parecen sentirse seguros ante esa danza de cifras?

Quizá porque en la entidad, nueve de cada 10 delitos no se denuncian, según estadísticas del propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), misma institución que muestra que en Fresnillo y Zacatecas más de 90% de sus habitantes dicen sentirse inseguros, y son dos ciudades entre las primeras cinco a nivel nacional con mayor percepción de inseguridad.

En la burbuja de la «nueva gobernanza», el «Año de la Paz» avanza (aunque sea por decreto) porque este año se ha logrado bajar en 58% la incidencia de homicidios dolosos en comparación con lo registrado en 2023, y de un 16.5% en el primer año de la actual administración.

Sin dejar de reconocer que el 2021 fue un año crítico, con 1 mil 741 homicidios dolosos, el gobernador David Monreal aseguró este lunes que «por primera vez en casi dos décadas comenzó un proceso de reversión y se ha mantenido hasta el día de hoy«, luego de que Zacatecas, dijo, «llegó a estar en los primeros estados más inseguros del país, debido a asaltos en carreteras, secuestros, extorsiones y robos a comercios«.

Esta disminución la atribuyó al trabajo coordinado en la Mesa Estatal de Abrazos y no Balazos, cuyo trabajo ha permitido «una numeralia que nadie puede ocultar y nadie puede negar«, y por eso continuarán las estrategias que, dice, «han dado buenos resultados» en el denominado «Año de la Paz». Ah, bueno…

Partamos de que en lo que va de la «nueva gobernanza» se han documentado unos 2 mil 176 homicidios dolosos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Sin embargo, en el mismo periodo se han registrado al menos 1 mil 637 personas desaparecidas y no localizadas, de un total de 3 mil 866 en los registros históricos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, de la Comisión Nacional de Búsqueda. Es decir, el 42.3% de los casos documentados han ocurrido durante la gestión de David Monreal.

En ese lapso, también se han registrado 1 mil 287 casos de personas que han sido localizadas, con vida o sin vida, pero al fin localizadas, porque para sus familiares es un verdadero suplicio no saber dónde están sus seres queridos, qué fue de ellos, si volverán con vida o si, en última instancia, tendrán su cuerpo para ser llorado y sepultado.

En el análisis estadístico, es clara la disminución en la incidencia de homicidios dolosos. Por ejemplo, en el último trimestre (abril-junio 2024, un periodo electoral) hubo una disminución del 61.8% respecto al cuarto trimestre de 2022, el segundo más violento para la «nueva gobernanza», pero aumentó un 23.8% respecto al primer trimestre de este año.

No obstante, la desaparición de personas no es un delito con la misma dinámica de disminución como lo ha sido el homicidio doloso. De hecho, a partir del segundo trimestre de 2023 ha habido más personas desaparecidas y no localizadas que homicidios dolosos, aunque la cifra de localizaciones no ha ido en la misma sintonía.

Es muy curioso que la disminución de homicidios dolosos y el incremento de personas desaparecidas y no localizadas coincidan con el periodo que lleva Arturo Medina Mayoral al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, una dependencia que lleva ya tres titulares en lo que va de la «nueva gobernanza».

Lo anterior puede ser un factor importante para que la población continúe con una alta percepción de inseguridad en Zacatecas, aunado a la cifra negra de delitos que no se denuncian porque el temor es mucho o porque las instituciones no han recuperado la confianza de la ciudadanía, menos cuando son utilizadas en favor de los grupos de poder.

Curioso el cambio de Berenice Vázquez en la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas, quien se desempeñaba como (agarre aire) Fiscal Especializada de Derechos Humanos, Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y recién fue designada como Fiscal Especializada en Atención de Delitos contra las Mujeres por Razones de Género.

Se trata de la misma servidora pública que, además de recibir su «Estímulo por Responsabilidad en el Cargo» de 27 mil pesos mensuales, lleva la denuncia de Verónica del Carmen Díaz Robles contra diversos medios de comunicación y periodistas por presunta violencia de género.

Tampoco se puede obviar el hecho de que Cristian Paul Camacho Osnaya fue electo como nuevo titular de la FGJEZ luego de la renuncia (así le dicen) de su antecesor Francisco Murillo Ruiseco y que en su corta gestión más bien ha sido tapete de los intereses de la «nueva gobernanza», mucho más que defensor de las víctimas del delito. ¿O ya se olvidó el caso de Julio César «N»?, ¿ya se olvidaron los casos de homicidio de Raúl Calderón o de Jorge Iván?

A eso súmele el descrédito de las corporaciones de seguridad, especialmente luego de la brutalidad policiaca cometida en contra de manifestantes durante la marcha del 8M y que a la fecha no ha tenido consecuencias, ni siquiera por el llamado que hiciera la 64 Legislatura.

Y no hay que olvidar que en Zacatecas las fuerzas federales superan en número a las corporaciones locales (estatal y municipales), según cifras del INEGI. Así que el «Año de la Paz» no está ni de chiste en manos del gobernador David Monreal, sino de la voluntad que tenga la Federación (y en próximas fechas, de la presidenta electa Claudia Sheinbaum).

¿Albricias?