Que dijo el gobernador David Monreal que no caería en politiquerías en el tema del Viaducto elevado, mejor conocido como «Segundo piso». Que el proyecto denominado Mobilidad para el Bienestar (MOBI) va porque va, y porque a su criterio, en una democracia deciden las mayorías.
Sólo que la mayoría que él entiende como tal no lo es, considerando que la cacareada encuesta de la Unidad Académica de Matemáticas de la Universidad Autónoma de Zacatecas, únicamente informa que 7 de cada 10 encuestados considera necesario una mejora en la movilidad en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, lo que no necesariamente implica que hayan avalado el proyecto del Viaducto elevado, que no fue incluido en la encuesta levantada por la UAZ.
De hecho, cerca del 80% de los encuestados no tendría necesidad de utilizar el Viaducto elevado, al tomar en cuenta que se trata de población que se desplaza en transporte público (uno muy deficiente, por cierto), taxis, mediante aplicaciones o en otros medios menores de transporte.
Y no es que la crisis de movilidad, en un pequeño tramo de la principal vialidad en la Capital, se registre las 24 horas del día los 365 días del año, como en otras ciudades del mundo. De hecho, el tráfico se acentúa tan sólo un par de horas que coinciden con los horarios laborales o escolares de entrada y salida. Y nada más, porque el resto del tiempo se puede transitar libremente por el bulevar López Mateos donde se pretende edificar el Viaducto elevado.
Como ya habíamos señalado en este espacio, una alternativa deseable sería la mejora del transporte público, para hacerlo más eficiente, económico, ecológico y seguro, tal como se ha prometido con el cacareado Platabús, que no tiene para cuándo (aunque prometan que para enero de 2025 se pondría en marcha).
De hecho, como parte de esa alternativa, el gobierno tendría que pensar en soluciones que desincentiven el uso de vehículos particulares, como el uso del transporte público o la circulación calendarizada a partir de las placas vehiculares, como ya se realiza en Ciudad de México desde hace décadas.
Así, además de liberar el flujo vehicular en la vialidad más transitada del estado, se contribuye a reducir la contaminación en esta zona. Y si a eso le agregamos acciones que privilegien la peatonalización por encima del uso de vehículos particulares, tenemos un plus para la zona conurbada.
Todos estos aspectos fueron abordados durante la conferencia de la arquitecta Olga Orive Bellinger como especialista de ICOMOS, a fin de que la «nueva gobernanza» entre en razón y desista de un megaproyecto que además de costosísimo, no es la mejor alternativa para la movilidad de los zacatecanos.
No sabemos si la intervención de Orive Bellinger llega muy tarde o justo a tiempo, pues aunque no se ha dado banderazo de arranque a las obras del Viaducto elevado, el gobierno ya ha devengado más del 50% de los más de mil millones de pesos presupuestados para el primer año de este proyecto plurianual, que se estima en más de 3 mil 600 millones de pesos para 3.4 kilómetros, de los más de 7 mil millones que implicaría el dichoso MOBI incluyendo el Platabús y la intervención en un circuito periférico de vialidades.
Tampoco quisiéramos pensar que el gobernador David Monreal aprovechará este viernes la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para dar ese banderazo, considerando que en el sexenio de la 4T no hubo proyectos de infraestructura en Zacatecas (aunque tampoco el Viaducto elevado cuenta con inversión federal).
Sería interesante conocer la opinión de la presidenta electa, conocida por ser ambientalista, pero que avaló en su momento el Tren Maya (que hoy causa estragos ambientales en la región). ¿Respaldaría el Viaducto elevado o se inclinaría más por fortalecer el Platabús como alternativa para la movilidad?
Sabido es que la familia Monreal Ávila no está entre las preferidas de Sheinbaum Pardo, y aunque López Obrador llegó a decir que David Monreal «es un buen gobernador», su sucesora quizá no comparte la misma opinión. Habrá qué ver si por encima de filias y fobias se materializan proyectos federales para Zacatecas, que durante el sexenio de la 4T quedó relegado del desarrollo.
Hoy que comienza el periodo vacacional para la burocracia y por la conclusión del ciclo escolar 2023-2024, habrá que estar atentos a los temas de coyuntura que han acaparado la agenda en las últimas semanas: no sólo el Viaducto elevado (cuya construcción ya se advirtió que va porque va), sino también la pretendida reforma a la Ley del ISSSTEZAC en un eventual periodo extraordinario en la 64 Legislatura, un tema que también ya encontró resistencias entre los diputados locales porque el maiceo no alcanzó para tanto… dicen. Y no hay que olvidar que la elección en la Capital sigue en tribunales, a ver qué resuelven la Sala Monterrey y la Sala Superior del TEPJF.
Por lo pronto, desde este espacio nos sumamos al periodo vacacional y nos leemos en agosto. A ver si para entonces se concreta el «Año de la Paz», aunque sea por decreto. ¡Felices vacaciones!