Sí, estimado lector. Para la «nueva gobernanza», todo va muy bien con el proyecto de Movilidad para el Bienestar (MOBI) y el Viaducto elevado va porque va, a pesar de que todo lo están haciendo con las patas.
Verá, el pasado fin de semana la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y su rector Rubén Ibarra hicieron entrega de los resultados de la encuesta levantada por la Unidad Académica de Matemáticas para justificar la realización del millonario proyecto.
Porque según la dichosa encuesta, que no sabemos cuánto le costó a los zacatecanos, 7 de cada 10 encuestados consideran que es necesario mejorar la movilidad en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe. Nada más que a los encuestados nunca les preguntaron si estaban o no de acuerdo con el Viaducto elevado como alternativa para mejorar la movilidad.
Esta interpretación errónea de la dichosa encuesta bien pudo corresponder a un gobernador David Monreal diciendo a los zacatecanos: «te vendo un pollo«. Pero los zacatecanos no queremos un pollo. «Entonces haré una encuesta para ver si los zacatecanos necesitan comer«. Y como los zacatecanos necesitan comer, el gobernador cree que lo que necesitan es un pollo. Algo así como una versión actualizada de aquél «que coman pasteles» de la reina María Antonieta.
Todo ese teatro se pudo ahorrar si desde el principio se hubieran hecho las cosas bien, pero como a la «nueva gobernanza» eso de hacer las cosas bien no se les da, ahora tenemos un proyecto sin consenso ni respaldo social, y con muchas, pero muchas dudas e incertidumbre para quienes se verán afectados por las obras.
Si tan sólo hubieran cumplido primero que nada con el compromiso de rehabilitar las carreteras de todo el estado, esas donde se calculó que requerirían más de 5 mil millones de pesos, tal vez (sólo tal vez) habría mayor confianza en que el Viaducto elevado traerá muchos beneficios a costa de sacrificio.
Pero es bien sabido que en materia de obra pública, los proyectos rara vez concluyen en el periodo para el que fueron programados, y más cuando se trata de proyectos de gran envergadura.
Por eso resulta risible que la «nueva gobernanza», a través de la Secretaría de Economía (SEZAC) y quien se dice titular, Rodrigo Castañeda Miranda, anunciaran un rimbombante «Programa de Empleo para la Paz», que incluye estímulos fiscales y subsidios directos para cubrir tres meses de salario a los trabajadores de los negocios afectados. ¡Ter-nu-ri-tas!
Con estos anuncios aislados, además de reafirmar que el Viaducto elevado va porque va, sin importar encuestas, demuestran que no existe planeación en lo que hace la «nueva gobernanza», pues junto a la presentación del dichoso MOBI obligadamente había que presentar un plan alterno de movilidad durante el desarrollo de las obras, pues eso permitiría a la población en general planificar sus recorridos por vías alternas durante el tiempo estimado de las obras, y a los negocios, su permanencia en la zona a afectar en el bulevar o cambiar sus actividades a otra zona menos afectada.
Ya entonces se podría hablar de incentivos para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas que tendrán un impacto en sus finanzas derivado de las obras, porque a pesar de que en sus cuentas chinas hayan enlistado sólo 172 establecimientos en el tramo donde se desarrollarán las obras, éstas no durarán los tres meses (o máximo seis) que se contemplan para otorgar los apoyos.
Y ni hablar de que en esta zona también se verán afectados quienes requieren de servicios hospitalarios (y de emergencias) como en el Hospital del ISSSTE o quienes acceden por Quebradilla (como vía rápida) al Hospital General del IMSS, aunado a las escuelas y oficinas públicas que no tienen la posibilidad de cambiar de domicilio sus actividades.
Lo más padre es que desde ya se invita a los interesados en recibir los apoyos de la SEZAC a inscribirse en la Ventanilla Única de Plataforma Mipyme, en la página https://mipyme.zacatecas.gob.mx/, una página poco amigable que tampoco ofrece información específica para el registro en el rimbombante Programa de Empleo para la Paz.
Y si usted se pregunta por qué «para la Paz«, sepa bien que la semana pasada funcionarios de todas las dependencias fueron convocados al Edificio J de Ciudad Administrativa porque el gobernador David Monreal estaba enojadísimo porque nadie hacía caso del decreto del «2024. Año de la Paz«. Y que en adelante, todos los comunicados y todos los programas y actividades de todas las dependencias deberían llevar la leyenda «por la Paz» o «para la Paz».
Porque los zacatecanos deben estar convencidos de que vivimos en paz, aunque Virginia de la Cruz haya demostrado lo contrario el jueves pasado en el Congreso del estado, exigiendo entre gritos y llanto desgarrador que haya justicia contra los responsables del SEMEFO que negligentemente nunca le informaron que el cuerpo de su hijo ya lo tenían en sus instalaciones desde hacía ocho meses.
Evidentemente, cesar a dos funcionarios de nivel titular y directivo de la Dirección General de Servicios Periciales no le devolverá la vida al hijo de Virginia de la Cruz, y tampoco hará justicia a los familiares de los casi 4 mil desaparecidos en Zacatecas. Pero por algo se empieza. Así que: ¿todo muy bien con la «nueva gobernanza»?