Desde el inicio del proceso electoral federal 2023-2024, la indicación de Palacio Nacional fue clara para MORENA: quien aspirara a una candidatura debía separarse del cargo y jugársela. Y la misma instrucción iba para los procesos locales, para quienes buscaran una presidencia municipal o una diputación.
En todos los casos, la separación debía darse desde el momento en que aspiraban a una candidatura, no hasta que les fuera otorgada una eventual candidatura, por lo que en varios casos hubo relevos anticipados de quienes buscaban contender en este proceso.
Sobra decir que en lo local, hubo quienes no acataron la instrucción, como el caso de Jorge Miranda o José Saldívar, quienes se limitaron a presentar solicitudes de licencia, a diferencia de Saúl Monreal, quien dejó la presidencia en manos de Rita Rocío Quiñones para buscar la Senaduría.
Un caso peculiar fue el de Verónica Díaz Robles, quien se separó de la Delegación de Programas para el Desarrollo en busca de la Senaduría y su lugar fue ocupado provisionalmente (y hasta la fecha) por Adilene Rosales, una de sus incondicionales.
Sin embargo, inicialmente a Díaz Robles no le favorecía el cacareado método de las encuestas de MORENA y su postulación, quedó claro, fue más parte de la rebatinga en las cúpulas que legitimada por el método democrático del Movimiento.
Se sabe que antes de finalmente lograr la candidatura, y con un escenario adverso por diversos frentes, Verónica Díaz recurrió a la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, para regresar a la Delegación de Programas para el Desarrollo; no obstante, la funcionaria federal fue clara: la instrucción de Palacio Nacional era que las y los aspirantes a un cargo de elección popular debían separarse del cargo, sin vuelta atrás.
Muchos suponen que con el reciente anuncio de Ariadna Montiel para repetir en el cargo en la administración de Claudia Sheinbaum, la secta que tanto daño le ha hecho a Zacatecas continuará haciendo de las suyas debido a la buena relación que se presume entre la hoy senadora electa y la funcionaria federal, pero no es del todo cierto.
Ya desde octubre del año pasado, luego de los estragos del huracán Otis, se recordará que la Delegación de Programas para el Desarrollo envió brigadas de apoyo al estado de Guerrero a fin de coadyuvar en las tareas de levantamiento de censos y reconstrucción del puerto de Acapulco, el más afectado por el huracán.
Allá, los brigadistas enviados por la Delegación de Zacatecas aprovecharon para sostener un encuentro con la secretaria Ariadna Montiel y exponerle una queja muy sentida: la entonces delegada Verónica Díaz les quitaba sus viáticos y así, sin recursos, debían recorrer el estado para cumplir con su labor como Servidores de la Nación. Y hablamos de más de 400 personas, así que calcule usted la cantidad de recursos que ahí estaban en juego.
A raíz de esta queja, la secretaria del Bienestar habría cambiado su relación con Díaz Robles, y por eso más tarde, durante el proceso electoral, no le sorprendieron las acusaciones que se presentaron en reunión privada en el despacho de la secretaria de Gobernación, Luisa Alcalde, donde se mostraron las pruebas de los devíos de recursos en la Delegación de Programas para el Desarrollo en Zacatecas.
Pero volvamos al proceso interno de selección de candidatos de MORENA, con algo ya bien conocido: una Soledad Luévano que lideraba las preferencias en las encuestas de MORENA y que fue bajada a una diputación federal, o un Saúl Monreal que originalmente encabezaría la fórmula al Senado y terminó como segundo en la fórmula.
Hoy se sabe que, lograda la candidatura, y previo al arranque de campañas, Verónica Díaz habría exigido un pago de 13 mil pesos en efectivo a cada uno de los mandos medios y superiores no sólo de la Delegación de Programas para el Desarrollo, sino también de la Secretaría de Educación de Zacatecas (SEDUZAC), aún bajo el mando de Maribel Villalpando, y del Instituto Zacatecano de Educación para Adultos (IZEA), encabezado entonces por Saúl Cordero Becerril. El motivo: financiar gastos de movilización para la jornada electoral.
No fue el único financiamiento irregular. También se sabe que a través de Luis González Orozco, hoy diputado electo por el Distrito 10 de Jerez, se operaba el presunto desvío de recursos (y hasta financiamiento ilícito) que incluía el manejo de al menos 50 tarjetas de Pensiones para el Bienestar que no han cobrado sus beneficiarios.
No es gratuito que hoy la secretaria de Educación, Maricarmen Salinas, se enfrente cada semana a una nueva manifestación. La secta que tanto daño le ha hecho a Zacatecas pretende desgastarla para sacarla de la «nueva gobernanza» y recuperar un espacio desde donde puedan seguir financiando sus actividades, y más si se tiene el 2027 en la mira.
Es la misma secta que hoy tiene especial interés en anular la elección en la Capital para convocar a elección extraordinaria, no sólo por el cacareado Viaducto elevado. Se sabe que existe la intención de postular eventualmente a Ruth Calderón Babún como candidata a la presidencia municipal, en lugar de Jorge Miranda.
Así, la hoy síndico y diputada local electa se separaría del cargo para dejar su curul en manos de su suplente Rosalinda González Rascón, excoordinadora del programa Apoyo para el Bienestar de Niños y Niñas, Hijos de Madres Trabajadoras en la Delegación de Programas para el Desarrollo en Zacatecas.
Y sería una jugada doble, pues también se sabe que la intención de postular a Ruth Calderón no sería para ganar la contienda, sino para cobrarse un agravio cuando en campaña tuvo la osadía de subir a un templete junto al entonces candidato al Senado, Saúl Monreal, un hecho que ameritó sendo maltrato a quien en su momento acusó ser víctima de violencia.
Y mientras Adilene Rosales siga como encargada de la Delegación de Programas para el Desarrollo, la secta puede seguir haciendo de las suyas sin mayores consecuencias, aún con áreas acéfalas debido a que desde Palacio Nacional existe la instrucción de no realizar nuevas contrataciones hasta el cambio de administración.
Pero hay una nueva instrucción: con la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia, no habrá lugar para la secta en las representaciones del gobierno federal. Como quien dice, les cerrarán la puerta… y la llave de los recursos. Porque del cochinero aún hay más, mucho más.