Ventaneado

Pues en un mes prácticamente cambiará la administración federal. Y aún con la extensión de un año más a su periodo como rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Rubén Ibarra Reyes fue incapaz de darle cauce al problema estructural de la Máxima Casa de Estudios.

Por primera vez, con el gobierno de Andrés Manuel López Obradror, tuvo la oportunidad de reducir a la mitad el adeudo histórico que asciende a más de 3 mil millones de pesos y que representa algo así como el 120% de su presupuesto anual de este ejercico fiscal.

Pero a Ibarra Reyes se le ha ido en pitos y flautas, o como quien dice, en jinetear los dineros (propios y ajenos) sin que se cumplan las condiciones ofrecidas por el gobierno federal para dar solución a las crisis financiera de la Universidad.

La oferta era simple: el adeudo histórico, originado por impagos desde hace una década, se reduciría a la mitad si la UAZ aportaba 500 millones de pesos a capital. Y pasó el tiempo y las dichosas gestiones presumidas por el rector jamás vieron la luz.

Hoy el pretexto es que el gobierno federal ya no acepta los terrenos de la Universidad en dación de pago (y vaya que se ha reducido su patrimonio con esta alternativa), mientras el SPAUAZ que encabeza su némesis Jenny González Arenas, por el contrario, tiene tan buenas cuentas que hasta le compra propiedades al ISSSSTE.

Hasta dónde llegarán las mentiras de Rubén Ibarra que este martes, durante la inauguración de diversas obras en el Campus UAZ Siglo XXI, el gobernador David Monreal ventaneó al rector y poquito le faltó para decir: «no se haga pen…».

Habrá que recordar que recientemente, el propio secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez, ya había dicho que en la «nueva gobernanza» existe toda la disposición para apoyar a la UAZ en su situación financiera… pero no en este ejercicio fiscal.

¿Por qué? La respuesta la soltó a bocajarro el gobernador durante el evento referido, donde recordó que al cierre del 2023, atendiendo a las súplicas de Ibarra Reyes, el gobierno le prestó a la Universidad algo así como 350 millones de pesos para el pago de prestaciones de fin de año. Ojo: era un préstamo, no una ampliación presupuestal.

Porque el compromiso era que el rector pagaría ese préstamo a más tardar en enero de este año, cuando se concretara «una gestión» que estaba realizando con la Federación para un recurso extraordinario.

Pero el tiempo pasó, el recurso extraordinario nunca llegó y a la fecha no se ha pagado ni un solo peso de esos 350 millones que le prestaron el año pasado. Y ahí viene el cierre de este 2024 y otra vez el rector está pidiendo más de 350 millones para el pago de prestaciones de fin de año. ¡Qué cinismo!

Hoy, Rubén Ibarra vendería su alma al Diablo por contar con los 500 millones de pesos para cumplir con el convenio que dará solución al adeudo histórico de la UAZ con el ISSSTE, más 350 millones para el pago del préstamo del año pasado, más 350 millones de pesos para el pago de prestaciones de fin de este año. Es decir, tiene tan malas cuentas que le falta casi lo mismo que le descontarían del adeudo histórico con el ISSSTE.

Y ahí no termina la cosa, pues se sabe que en el sindicato de trabajadores (STUAZ) ya comienzan las voces de protesta porque no se están enterando sus pagos a las afores y eso les complica su jubilación. Además, al tener bloqueados sus préstamos, no reciben este beneficio debido a que no se han pagado los préstamos anteriores.

Eso sí: hoy el rector puede presumir que la «nueva gobernanza» (no él) ya invirtió más de 300 millones de pesos en infraestructura para la Universidad, de los cuales 88.5 millones de pesos corrrespondieron a las obras inauguradas este martes.

Mal pronóstico para Rubén Ibarra, quien tiene de plazo hasta diciembre de este año para solventar la parte del convenio con el ISSSTE que le corresponde, más el préstamo del gobierno para el cierre del 2023, más el recurso requerido para las prestaciones de fin de este 2024. ¿Y todavía quería un año más como rector?

Con calma

Pues que Ricardo Monreal salió ganón como el próximo coordinador del Grupo Parlamentario de MORENA en la Cámara de Diputados, frente a la aspiración de Alfonso Ramírez Cuéllar. Y así se anunció en la plenaria realizada este martes en la Ciudad de México con la presencia de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, en un evento donde también se placeó el diputado federal electo Ulises Mejía Haro, cuyo nombre podría estar en la boleta para la gubernatura en el 2027.

Más allá de fotos políticas, los anuncios fueron por demás relevantes, como el hecho de postergar la discusión y eventual aprobación de una reforma electoral y la tan polémica reforma al Poder Judicial.

Que a partir del 1 de octubre que Sheinbaum Pardo sea presidenta se verán las reformas con más calma, tal vez no en los términos que hoy se discuten, y quizá cuando las aguas no estén tan agitadas, especialmente luego de la pausa en las relaciones del gobierno federal con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.

Por lo pronto, se va haciendo larga, muy larga la lista de quienes están más que apuntados para asistir a la CDMX este fin de semana al último informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Ya suenan las Golondrinas…