Desde el pasado 3 de junio, una vez concluida la jornada electoral y conocido el virtual triunfo de la hoy presidenta electa Claudia Sheinbaum, se supo que ya estaba listo el nombramiento de Juan Antonio Rangel Trujillo como próximo delegado de Programas para el Desarrollo.
Sin embargo, la «nueva gobernanza» (¿o más bien la secta que tanto daño le ha hecho a Zacatecas?) confiaba en que dicho nombramiento no trascendiera mientras continuaba la puja en esferas nacionales para coptar dicha posición.
A partir de entonces, el relevo quedó en suspenso y el fresnillense Rangel Trujillo, quien fuera vocero de la campaña presidencial de Sheinbaum Pardo, fue confinado a la dirección del Instituto Tecnológico de Jerez. A partir de entonces se intensificó la presencia mediática de quien hoy suple a Verónica Díaz Robles al frente de la delegación del malestar: Adilene Rosales, un personaje a quien el gobernador ha placeado en todos sus eventos, pero sin darle el protagonismo del que gozó la hoy senadora de la República.
Pues bien, hará cosa de un par de semanas que desde Ciudad de México dio arranque el reparto de posiciones en Zacatecas, como la oficina de representación de la Secretaría de Gobernación, o las delegaciones del Instituto Nacional de Migración, de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), y hasta subdelegaciones en el IMSS y el ISSSTE, entre otras posiciones.
Por supuesto, la rebatinga arreciará en próximas fechas entre los distintos grupos políticos en Zacatecas, pese a pertenecer todos a MORENA, a tal grado que podría concluir con manotazos en las mesas de negociación en la Ciudad de México una vez que se acerque el 1 de octubre, fecha en que Claudia Sheinbaum rendirá protesta como presidenta de México.
De lo que resulte en las próximas horas con la reforma al Poder Judicial en la Cámara Baja, ahí donde sobresale el diputado federal Ricardo Monreal, también dependerá este reparto de posiciones. Y hasta el momento, luego de 12 horas de discusión, la reforma ya ha sido aprobada en lo general con 359 votos a favor, 135 en contra y cero abstenciones.
La discusión seguirá en lo particular, con reservas a prácticamente todos los artículos, aunque se espera que únicamente pasen las cinco reservas presentadas por el bloque oficialista.
El resultado final abriría la posibilidad a que en estas posiciones a repartir en las delegaciones del gobierno federal en Zacatecas lleve mano el fresnillense Ricardo Monreal, no así el gobernador David Monreal, cuya cuota ya fue pagada con la fórmula postulada para el Senado.
En cambio, la pugna se centraría entre los afines al monrealismo y el clan de Ulises Mejía Haro, ambos también con especial interés en una eventual elección extraordinaria en la Capital si es que así lo deciden en próximos días magistrados de la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Lo más llamativo es que en este reparto de posiciones se ha reservado el lugar de quien ocuparía la Delegación de Programas para el Desarrollo, ahí donde ya no suena (al menos en las oficinas de Luisa Alcalde en la Secretaría de Gobernación) el nombre de Juan Antonio Rangel Trujillo por obra y gracia de la secta.
Como quien dice, en esta transición del gobierno federal entretienen a los zacatecanos peleándose por migajas, cuando el pastel de los recursos bien podría ser la joya de la corona, al representar una posición inmejorable para una eventual candidatura a la gubernatura en el 2027.
Y hay quienes aventuran que dicha posición podría ganarla en la rebatinga José Narro Céspedes, otro zacatecano aliado de la 4T (que ahora va por su segundo piso de la transformación) bien conocido por sus tejes y manejes.
No obstante, otra posición de mayor rango sigue en el aire: quién entrará al relevo de Leonel Cota Montaño al frente de Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX), cuya sede federal se encuentra precisamente en Zacatecas, pero que (para variar) trascendió más por el escándalo de corrupción que superó a la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto sin que a la fecha haya mayores consecuencias.
De lo que hay certeza es de que la secta tendrá las puertas cerradas una vez que inicie el sexenio de Claudia Sheinbaum (ya hubo visos desde el periodo de campañas) y de que los negativos de David Monreal en la primera mitad de su administración (que poco abonan al Movimiento) poco le aseguran espacios en estos relevos delegacionales.
Por el contrario, hasta donde se sabe, en el búnker de la SEGOB de Luisa Alcalde y con la anuencia de la próxima titular de la dependencia, Rosa Icela Rodríguez, se ha reforzado un equipo interno cuya única tarea es monitorear la grave situación de Zacatecas en manos de David Monreal., especialmente en materia de seguridad, porque allá, en Ciudad de México, no se tragan eso del «Año de la Paz», aunque sea por decreto. Ya veremos…
Nimiedades
Que dice el flamante nuevo secretario de la Función Pública, Ernesto González Romo, que ya empezó a trabajar y entre sus prioridades estuvo: eliminar cajones exclusivos para la dependencia (¡wow!), eliminar el charolazo y dar trámite sólo a expedientes completos y apegados a la ley (¡súper wow!), renunciar al uso de vehículo oficial (¡súper mega wow!), concluir el proceso de entrega recepción (¡insólito!) y modificar los procesos para facilitar las denuncias (¡vaya!, una de cal por las que van de arena).
Ya nada más le falta dar cauce a más de mil procedimientos en trámite, ahí donde la prioridad debería centrarse en los que están por prescribir. No sea que se haga de la vista gorda y al final no haya el castigo para los corruptos. ¿O cómo decía el lema de Soledad Luévano?