Remató su tercer informe de gobierno alegando que «los quiere bien mucho«, porque muy atrás quedó eso del «amor con amor se paga«. A mitad de camino, el gobernador David Monreal hoy es el protagonista de aquel cuento infantil llamado «El traje nuevo del emperador» y la secta que tanto daño ha hecho a Zacatecas se empeña en conservar la frágil burbuja en la que vive el mandatario.
Ni la capita roja del Santo Niño de Atocha han podido abrir los ojos al de Puebla del Palmar, a quien le habrán dado toloache o serán los efectos del Mezcal Zacatecano añejo que se sigue adquiriendo con recurso público en la Jefatura de Oficina del Gobernador, porque los yerros van en aumento.
Zacatecas no sólo fue la entidad con menor porcentaje de votación para la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Para el aún inquilino de Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador, también quedó fuera de las primeras entidades que avalaron la minuta de reforma al Poder Judicial.
Por si fuera poco, las malas decisiones, los caprichos y el hartazgo popular han arrebatado a la «nueva gobernanza» buena parte del corredor electoral con miras a la sucesión gubernamental en el 2027.
Sí, porque el municipio de Jerez quedó en manos del PRD y su nuevo alcalde Rodrigo Ureño, Fresnillo se los quitó con la mano en la cintura el priísta Javo Torres, mientras la Capital, en un cierre espectacular, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se la entregó en bandeja de plata al panista Miguel Varela, en una decisión por unanimidad de los magistrados que decidieron revocar la nulidad de la elección y corregirle la plana a los magistrados del Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas y de la Sala Regional Monterrey.
Y por poquito y también pierden el municipio de Guadalupe, de no ser porque el priísta Roberto Luévano decidió ya no seguir con el desgaste en tribunales cuando apenas le separaban 2 mil 836 votos del prófugo de la justicia Julio César «N», mediante su prestanombres José Saldívar Alcalde, quien rindió protesta para un nuevo periodo este fin de semana.
En esas decisiones tan estúpidas (por decir lo menos) que luego toman en la Jefatura de Oficina del Gobernador, alguien consideró que era mejor conservar la burbuja en la que vive David Monreal y en lugar de ratificar el llamado a la unidad del tercer informe de gobierno asistiendo a las tomas de protesta de los alcaldes de los municipios con mayor población (y mayor número de votos) en el estado, generando una nueva etapa de civilidad con los gobiernos de oposición, lo mandaron a Sombrerete, Tlaltenango, Villanueva y Guadalupe a recibir los aplausos por encargo.
Este vacío significó enviar al matadero a quienes designó como sus representantes en las respectivas tomas de protesta, especialmente para el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza (el «Pequeño Díaz Ordaz«), quien tal vez soñó en algún momento con ser el candidato a la Capital en una eventual elección extraordinaria y despertó del sueño con la rechifla que le dedicaron en el teatro Fernando Calderón durante la toma de protesta a Miguel Varela.
La burbuja del gobernador se mantuvo también para el desfile conmemorativo por 214 aniversario del inicio del movimiento de Independencia, pues el Centro Histórico de la Capital (especialmente en el polígono que circunda el Palacio de Gobierno) estuvo fuertemente resguardado a tal grado que ningún zacatecano pudo acercarse ni siquiera a la Catedral o a la Plaza de Armas.
Así pues, el gobernador David Monreal que dice que «los quiere bien mucho«, también quiere al pueblo bueno y sabio lejos, muy lejos, lejísimos, de su vista porque las protestas le han de provocar indigestión.
Eso sí, todavía en su burbuja, aún insiste en que el proyecto del Viaducto elevado debe ser sometido a consulta popular porque confía en que los zacatecanos respaldan la propuesta y minimiza a quienes se oponen al proyecto multimillonario (seis veces más caro que el monumento a la corrupción, el Centro Cultural Toma de Zacatecas) tan sólo porque la ciudadanía organizada ha encontrado eco en la oposición, sobre todo ahora que es gobierno en la Capital.
Para David Monreal, eso son «politiquerías» y asegura que «no somos iguales». Claro, porque mientras los gobiernos de oposición que recién inician su mandato se ven arropados por la voluntad popular, al gobernador le imponen un cerco para alejarlo de quienes lo llevaron a la gubernatura. Como quien dice, «el rey va desnudo y no se da cuenta». Y ahí viene la revocación de mandato.
¿Los chamaquearon?
Luego de que la Sala Superior del TEPJF resolviera el asunto de la elección en la Capital, donde ratificó el triunfo del panista Miguel Varela (quien ya hizo sus primeros dos nombramientos: Erik Fabián Muñoz como secretario de Gobierno y Alma Judith de León como Tesorera), los diputados locales aprobaron en sesión ordinaria del pasado sábado la integración de las diferentes comisiones legislativas.
Muy raras las prioridades de cada grupo parlamentario, aunque llama la atención especialmente la conformación de la Comisión de Vigilancia; la de Hacienda y Fortalecimiento Municipal, así como la de Presupuesto y Cuenta Pública.
Antes de la reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Zacatecas aprobada por la 64 Legislatura, la presidencia de la Comisión de Vigilancia se otorgaba por ley a la primera minoría. En la reforma se planteaba en los mismos términos, con la salvedad de que se especificaba que se otorgaría siempre y cuando la primera minoría fuera de un partido diferente al del Ejecutivo estatal.
Pues al final, la reforma se aprobó con la reserva que presentó la diputada panista Karla Valdez a fin de que esta Comisión no pueda ser presidida por algún diputado del mismo partido político que haya postulado al titular del Ejecutivo, aunque no aplicaría para los demás partidos que hubieran acompañado el convenio de coalición, de ser el caso.
Así que la reserva abrió la puerta para que la 65 Legislatura designara en la presidencia de esta comisión a la coordinadora del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista, Lyndi Bugarín para seguirle haciendo el caldo gordo a la secta que tanto daño ha hecho a Zacatecas.
No menos importante es la presidencia de la Comisión de Hacienda, que quedará en manos del exdelegado regional del Bienestar José Luis González Orozco, mientras que la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública será presidida por la exsíndico capitalina Ruth Calderón Babún.
Entre los tres quedará la fiscalización a los entes públicos, la dictaminación de las propuestas de Leyes de Ingresos y Presupuesto de Egresos, así como la revisión de las cuentas públicas. Así que seguramente veremos medidas desesperadas para desarticular a los gobiernos de oposición desde estas comisiones.
Demos gracias a la diputada panista Karla Valdez por entregar estos órganos a la «nueva gobernanza». Ahora sí le creemos que era diputada de oposición.
