¡Malditos tamales explosivos!

Si tuvieron la osadía de declarar el 2024 como «Año de la Paz», con un decreto con el que se pretendía revertir la altísima percepción de inseguridad en Zacatecas, no era de sorprender el atrevimiento de asegurar con toda la convicción que la Feria Nacional de Zacatecas (FENAZA) en su edición 2024 concluyó alegremente con «saldo blanco».

Porque en el magno cierre en el Estadio «Carlos Vega Villalba», donde se presentaba el espectáculo «Prófugos del Anexo» (vaya nombre en el «Año de la Paz») con los cantantes Alfredo Olivas y Julión Álvarez, fue interrumpido súbitamente por una explosión que dejó un saldo de 14 personas heridas, dos de las cuales requirieron cirugía. Ninguna habría recibido atención médica por quemaduras, pero sí por rastros de esquirlas.

El incidente no se registró en el acceso principal al Estadio, sino en lo que correspondería a espaldas del inmueble, en una zona donde no es común la instalación de puestos ambulantes durante las actividades feriales.

Pese a ello, el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, insistió que la explosión se debió a una acumulación de gas y que el hecho se limitaba a un incidente de Protección Civil. Nada de qué preocuparse.

De hecho, horas más tarde, durante los Honores a la Bandera en la base de la Guardia Nacional, el «Pequeño Díaz Ordaz» se fue como hilo de media contra quienes difundían una versión contraria a la verdad oficial: «Hay quienes se aferran a querer que en Zacatecas siga el clima que prevalecía hace tres años. Parece, en repetidas ocasiones, que a pesar de que no hay malas noticias, hay quienes buscan generarlas.

«Reitero: el incidente del día de ayer se trató de una explosión de gas, aunque haya medios de comunicación y haya páginas de redes sociales que tratan de hacer pensar a la población algo distinto. No fue así, para fortuna de las zacatecanas y los zacatecanos para quienes trabajamos, tanto el gobierno como los medios de comunicación.

«Y por eso hacemos un llamado responsable a todos los medios de comunicación, sobre todo a las páginas de redes sociales que se esconden en el anonimato, a dejar de publicar información falsa, a dejar de estar en contra del proceso de pacificación.

«No hay elementos que puedan hacer creer que se trató de un incidente distinto al reportado, y a pesar de ello hay quienes se aferran a tratar de generar lo que parece temor en la población.

«Afortunadamente, como lo hemos dicho y como ha dirigido el gobernador siempre las acciones, sabemos que la realidad va a superar a la percepción«.

Y, pues, ya han pasado más de 24 horas del incidente y la autoridad no ha dado a conocer mayor evidencia que la verdad oficial. A diferencia del 8M, donde rapidísimo se exhibieron videos de la violencia feminista contra agentes de seguridad, aquí no hay evidencias de las cámaras del C5i (que debieron funcionar sí o sí durante las actividades feriales) para respaldar la dichosa verdad oficial.

Eso sí, bien raro que en un espacio menor a un metro, en el sitio donde se registró la explosión, no haya rastros del puesto ambulante que originó el incidente. Sin embargo, sí se pudo apreciar evidentes daños a un vehículo de transporte de la Policía Estatal y a una camioneta donde se trasladaba el secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Manuel Eduardo Flores Sonduk. ¿Ataque directo o seguimos con la versión de unos malditos tamales explosivos?

Porque durante la madrugada de este lunes, a escasas horas de ocurrido el incidente en el Estadio «Carlos Vega Villalba», también se reportó la colocación de narcomantas en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, aunado a un mensaje en redes sociales donde un grupo delictivo se atribuía el ataque.

En estos casos, hablar con la verdad (así, a secas) nunca había sido tan importante para las y los zacatecanos. Porque si algo muestran las mediciones del INEGI sobre la percepción de seguridad es que en Zacatecas sus habitantes no confían en las autoridades locales, mucho menos en las corporaciones de seguridad.

Habrá qué preguntarse por qué si Aguascalientes tiene una mayor tasa de incidencia delictiva que Zacatecas, allá no se ha disparado la percepción de inseguridad. Tal vez sea porque allá sí dan la cara con una misma versión. Si no, recuérdese aquel noviembre de 2022, cuando Tere Jiménez recién había rendido protesta como gobernadora de Aguascalientes y salió a informar sobre el incidente aéreo en el que había perdido la vida el entonces secretario de Seguridad Públcia, Porfirio Sánchez Mendoza.

Acá, el secretario general de Gobierno tenía una versión (la verdad oficial), mientras el coordinador estatal de Protección Civil, Jorge Luis Gallardo, traía una muy distinta en la que nunca figuró el dichoso carrito de tamales (eso suponemos) que originó la explosión. Del gobernador David Monreal, pues apenas venía llegando del Congreso Nacional de MORENA en la CDMX y no estaba enterado del asunto.

Lo importante para la «nueva gobernanza» es que la FENAZA 2024 concluyó exitosamente con una asistencia de más de un millón de personas. Qué raro que ese flujo no se reflejó en un dennnnnnso tráfico vehicular en el bulevar Adolfo López Mateos para seguir justificando la construcción del Viaducto elevado.

Mientras tanto, recuerde, estimado lector, que ya puede acudir al Portal de Rosales en el Centro Histórico de la Capital para firmar la iniciativa de revocación de mandato al gobernador David Monreal. ¿O sus buenos resultados ameritan su ratificación?

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