No se puede decir que fue por desconocimiento, pues más de la mitad de los diputados de la 65 Legislatura ya conocían de antemano la función legislativa y sus procedimientos. Sin embargo, su primera sesión ordinaria del primer año constitucional fue tan accidentada que se vieron novatos.
En primer lugar, hay que reconocer que a diferencia de la 64 Legislatura, los actuales diputados sí madrugan y casi puntuales, comenzaron la sesión ordinaria con apenas 15 minutos de retraso, aunque fueron citados a las 10 de la mañana.
No había muchos asuntos que tratar. Básicamente se centraban en la conformación de grupos parlamentarios y la designación de integrantes de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) y el Órgano de Administración y Finanzas (OAF).
Sin sorpresas como el «Laviadazo» que marcó la primera sesión de la 64 Legislatura, en esta ocasión tendremos a Chuy Padilla como coordinador del grupo parlamentario de MORENA; en el PRI queda al frente el actual dirigente estatal, Carlos Peña; mientras la bancada del PAN será encabezada por Pedro Martínez Flores.
En el Partido Verde Ecologista, se decidió que Lyndi Bugarín encabece al grupo parlamentario, mientras en el Partido del Trabajo estará al frente Alfredo Femat, y en Movimiento Ciudadano, Ana María Romo.
Y aunque el PRD tendrá dos representantes en las figuras de Eleuterio Ramos y María Elena Canales, no conformaron grupo parlamentario y no tendrán representación en la JUCOPO, como tampoco la tendrá la diputada Karla Esmeralda Rivera, de Nueva Alianza, pues para integrar una fracción se requiere de al menos dos diputados.
Sin discusión y sin cambios, se aprobó por unanimidad la propuesta para la integración de la JUCOPO, que sería presidida por el morenista Chuy Padilla, y como secretarios quedarían los demás coodinadores de bancada, sin representación del PRD y de Nueva Alianza.
Luego pasaron cosas y el pleito se desató al abordar la propuesta de integración del OAF.
De inicio, el PVEM solicitó que a la bancada se pudiera integrar el morenista José Luis González (otrora subdelegado regional del Bienestar), cuya incorporación sólo se tradujo en relegar a la diputada Georgia Miranda de las posiciones en JUCOPO y el OAF.
Además, en la propuesta publicada en la Gaceta Parlamentaria (con errores, hay que decirlo), se planteaba en el texto que Marco Vinicio Flores de MC presidiera el OAF, aunque en la tabla ilustrativa se ponía en primera posición al diputado morenista Saúl Cordero (exdirector del IZEA), lo que hacía suponer que presidiría el organismo.
No obstante, esto no fue motivo de discusión para el Pleno, pues pasaron cosas que se dejaron ver en la primera votación en lo general, con 22 votos a favor, seis en contra y la abstención de Eleuterio Ramos.
Entonces alzó la voz la bancada del PRI, en voz de la diputada Isadora Sanitváñez, quien presentó una reserva para modificar la inciativa de punto de acuerdo, al argumentar que «por usos y costumbres» la presidencia del organismo se le otorgaba a la primera minoría.
Sólo que, en su defensa, apeló a ser víctima de violencia política en razón de género por no permitirle presidir el OAF… y ahí fue donde todo se fue al carajo porque si algo tiene la lucha por los derechos político electorales de las mujeres es ir en contra de los «usos y costumbres».
En esta laxa defensa de la presidencia del OAF para el PRI no podía faltar la palabrería (sin sustancia) del coordinador de la bancada, Carlos Peña, quién gastó tres minutos de saliva y nadie sabe, nadie supo, qué dijo en concreto. Y luego pasaron cosas…
A los diputados se les hizo bolas el engrudo y fácilmente lo atribuyeron a un error de Apoyo Parlamentario, porque votaron la propuesta sin antes haberla sometido a discusión. Total que luego de la presentación de la reserva y de la (¿cómo calificarla?) defensa del PRI para lograr la presidencia del OAF, la reserva fue desechada por mayoría y se aprobó la propuesta en sus términos originales, luego de votar lo ya votado, que no se había votado, pero que sí se votó.
Bien raro que en el pasado proceso electoral, hubo una coalición denominada algo así como «Fuerza, corazón, tripas y lengua» que integraban PRI, PAN y PRD, pero pasaron cosas y en la sesión de este martes el blanquiazul y el sol azteca votaron en contra del PRI. Como quien dice, pasaron cosas…
Finalmente, el órgano que manejará los dineros (si es que los hay) y el recurso humano quedará en manos de Marco Vinicio Flores (MC), y le acompañarán Saúl Cordero (MORENA), Isadora Santiváñez (PRI), Maritere López (PAN), Renata Ávila (PT) y José Luis González (PVEM).
De esta primera sesión ¿se intuye que pudiera conformarse un bloque tipo «todos unidos contra el PRI» (¿o será contra el alonsismo?)? Hoy se ve reducido a sólo cinco diputados de los 30 que integran el Pleno, si es que los priístas se mantienen dentro del PRI. Y lo que sigue es el reparto de comisiones legislativas.
Por lo pronto, MC se ratifica como el esquirol de MORENA (y ahora hasta contó con el apoyo del PAN y el PRD) y no es de extrañar, pues Marco Vinicio Flores tiene tantas cuentas pendientes a su paso por la administración pública que seguramente hará lo que le instruyan, más cuando tiene entre sus asistentes a personas señaladas por tentativa de homicidio.
Ahora sí que pasaron cosas en el «Año de la Paz», aunque sea por decreto.