David Monreal, «el que pacificó Zacatecas»

Al ser ajonjolí de todos los moles, es natural que el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, sea quien tenga que dar la cara una y otra vez cuando las cosas no marchan bien en la «nueva gobernanza», aunque el hecho de salir de forma tan recurrente más bien sería indicio de las cosas no van tan bien como lo promete el «Año de la Paz».

Con el se inauguró el desfile de funcionarios ante el Poder Legislativo con motivo de la glosa del tercer informe de gobierno, una glosa que comienza mal, terriblemente mal, para mal de los zacatecanos.

Por acuerdo de quienes integran la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), entiéndase Chuy Padilla de MORENA (y presidente del organismo); Lyndi Bugarín (PVEM); Nanis Romo (MC); Carlos Peña (PRI); Pedro Martínez (PAN) y Alfredo Femat (PT), se renovó el formato de las comparecencias, aunque no para bien.

En esta ocasión, los diputados presentes en el pleno, todos, tienen la oportunidad de cuestionar a los comparecientes al depositar su nombre en una urna, de la cual salen sorteados los turnos para intervenir en los cuestionamientos.

El problema es que, a diferencia de glosas anteriores, el tiempo de las intervenciones es muy limitado, además de que no hay espacio para réplicas, mucho menos para la retroalimentación. Esa es una ventaja que la JUCOPO le sirvió en bandeja de plata a los comparecientes.

Y si bien estos ejercicios se han caracterizado a través de los años por tener más paja que sustancia, sí permitían un mayor análisis de lo que acontece en la administración pública estatal.

La comparecencia de Rodrigo Reyes este jueves ante la 65 Legislatura dista mucho de una rendición de cuentas. Con escasos indicadores y un mensaje contradictorio, quedaron pendientes temas de importancia para los zacatecanos.

Como ajonjolí de todos los moles, al funcionario se le cuestionó por el tema de temas; sin embargo, el secretario general de Gobierno se limitó a las generalidades para luego reconocer que no era tema de su competencia, sino de otras instancias como la Secretaría de Seguridad Pública o la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas.

Tampoco generaron mayor certeza a los zacatecanos sus respuestas en torno a la crisis de personas desaparecidas y no localizadas, al proyecto del Viaducto elevado, a la brutalidad policiaca en contra de las manifestantes del 8 de Marzo, o a los hechos del pasado 23 de septiembre con la explosión que no fue explosión pero sí fue explosión en el concierto de cierre de la Feria Nacional de Zacatecas (FENAZA) 2024.

Es más, hasta parecía un acuerdo con los diputados locales (incluyendo de la oposición) para evitar los temas que son de interés para los zacatecanos y por los cuales se espera que rindan cuentas durante las comparecencias.

En contraparte, a Rodrigo Reyes se le reconoció el papel que ha jugado en la «nueva gobernanza» para dar la cara cuando ha hecho falta una autoridad, y vaya que el vacío dejado por el gobernador David Monreal o por funcionarios del gabinete de primer nivel ha sido mucho en lo que va del sexenio.

La comparecencia sirvió más bien para reiterar por enésima ocasión que Zacatecas dejó de estar entre los estados más violentos del país, con una reducción de casi el 80% de homicidios dolosos, o que se han invertido algo así como 20 millones de pesos en la renovación de taxis (ahora equipados con cámaras de vigilancia y botones de pánico, dijo), o la inversión de más de 30 millones de pesos en la Comisión de Atención a Víctimas o la Comisión Local de Búsqueda, un tema en el que ciertamente la pasada Legislatura quedó a deber al no ratificar el nombramiento de la entonces directora de la CEAVI.

Sin embargo, parece que al secretario general de gobierno se le cayó una gráfica, una donde podemos observar la magnitud en la que ha crecido el problema de personas desaparecidas y no localizadas, frente a los avances en el caso de los homicidios dolosos.

Porque según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, a partir del primer trimestre de 2023, cuando comenzó la disminución de homicidios dolosos, y más o menos cuando llegó a la SSP el General Arturo Medina Mayoral, también se disparó la incidencia de desaparición de personas.

Además, bien raro que desde que se entregaron algo así como 200 concesiones de taxis (a mitad de sexenio y no al final, dijo el secretario), parece que son las mismas unidades con propaganda a favor del Viaducto elevado, ese megaproyecto innecesario, costosísimo y por demás opaco.

Y mientras a nivel federal la nueva secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ofrece una disculpa pública del Gobierno de México por la matanza de Tlatelolco, en Zacatecas el secretario general de Gobierno se limita a decir que nadie dio la orden de propinar senda golpiza a mujeres que se manifestaban por el Día Internacional de la Mujer en Plaza de Armas. Es que unos tienen claro el segundo piso de la transformación y otros van cavando hondo en el socavón de la transformación

Eso sí, Rodrigo Reyes no dejó pasar la oportunidad de llamar a la unidad y el trabajo conjunto, mientras continuaba con la criminalización de los medios de comunicación, a quienes acusó de ser voceros de muchos de los diputados que le cuestionan a la «nueva gobernanza» por los temas que preocupan y ocupan a los zacatecanos.

Y para rematar, el secretario general de gobierno no sólo enfatizó que «es un honor estar con el gobernador«, sino que van con paso firme para que David Monreal «pase a la historia como el gobernador que pacificó Zacatecas«. ¡Qué nivel!

Con más preguntas que respuestas, y un mal sabor de boca, así comienza la glosa del tercer informe de gobierno y para cerrar la semana, este viernes toca la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, de quien tampoco se espera claridad y certeza sobre el tema de temas porque primero que nada está el «Año de la Paz», aunque sea por decreto.