Ni Zacatecas es Copenhague, ni México es Dinamarca, por mucho que nos digan que tenemos el mejor sistema de salud del mundo. De hecho, con la Cuarta Transformación, la política en materia de salud, si bien pretendía terminar con el monopolio en la venta de medicamentos, repercutió en un desastre logístico de proporciones terribles.
Doble cara como suele serlo, el secretario de Salud de Zacatecas, Uswaldo Pinedo Barrios, hizo como que rindió cuentas ante la 65 Legislatura con motivo de la glosa del tercer informe de gobierno. Y aunque en esta ocasión los diputados locales iban más documentados que en otras comparecencias, las mentiras se colaron este lunes.
Porque no es verdad que la transición al esquema IMSS-Bienestar (luego del fracaso del INSABI) hoy sea como miel sobre hojuelas, y los primeros indicios se vieron desde el gran problema para incorporar al Hospital de la Mujer en Fresnillo.
Más advertencias se dieron cuando se dio a conocer cómo funcionaría este esquema, pues no había certeza sobre el respeto a los derechos laborales del personal médico y de enfermería que se adhiriera al nuevo esquema de salud.
Y las alarmas continuaron cuando se supo que, mediante el convenio respectivo, las entidades federativas que se adscribieran al IMSS-Bienestar ya no contarían con sus recursos federales para la atención en salud porque todo se iría a una bolsa federal que se manejaría desde oficinas centrales. Ni siquiera les darían a oler un solo peso. Y eso que la SSZ maneja un presupuesto superior a los 4 mil millones de pesos.
Pero el daño ya está hecho con la firma del convenio respectivo y ahora habrá que esperar a que se materialicen los beneficios del acceso a los servicios de salud de manera gratuita para el 54% de la población zacatecana que no cuenta con seguridad social. Algo así como 926 mil 624 zacatecanos. Aunque a estas alturas, ya da lo mismo si la población cuenta o no con seguridad social, pues los servicios de salud han venido a menos.
Durante su comparecencia, Pinedo Barrios dijo que la «nueva gobernanza» ha invertido más de 900 millones de pesos en infraestructura, insumos y equipamiento, incluyendo la compra de equipos de tomografía, rayos X, fluoroscopía y mastrografía.
Lo que no se dijo es que estas adquisiciones fueron tardías, cuando ya no había equipos funcionales para brindar el servicio. Vaya, hasta el servicio de mantenimiento se realizó de manera tardía, como se puede constatar en las fechas de las licitaciones correspondientes (para consulta pública en el portal de la SFP), ya cuando las quejas llovían a mares.
Y para colmo, como evidenciamos en este espacio en varias ocasiones, las empresas ganadoras de las licitaciones están bajo el supuesto de presunta simulación de operaciones. Es decir, se trataría de posibles empresas fantasma y no sabemos si el zar anticorrupción, Ernesto González Romo, ya tiene los casos en investigación o si les pondrá atención cuando concluya su show cómico-mágico-musical en contra del exgobernador (y actual diputado federal) Miguel Alonso Reyes.
Siguiendo con la comparecencia del secretario de Salud, Pinedo Barrios aseguró que actualmente «el porcentaje de surtimiento es del 87% en medicamentos y del 84% en insumos para atención a la salud«. Y que se redujeron los tiempos de espera en consulta externa a un promedio de 15 minutos.
Nada más que el Sistema Nacional de Indicadores de Calidad en Salud (INDICAS) dice otra cosa. Por ejemplo, en lo que va del año Zacatecas tiene un promedio de 64.2% de cumplimiento en el surtimiento de recetas por primera vez, tan sólo en zona urbana, cuando hace un año esta proporción alcanzaba el 75.6 por ciento.
El mismo Sistema INDICAS muestra que siguen las fallas para la distribución de medicamentos e insumos, pues mientras la delegación estatal concentraba un 96.2% de surtimiento, las jurisdicciones sanitarias de Zacatecas (49.9%), Ojocaliente (47.6%), Fresnillo (46.8%) y Concepción del Oro (27.9%) no superaban ni el 50% en zona urbana.
Y si se trata de servicios de urgencias, en Zacatecas apenas se alcanza un 38.3% de efectividad, aunque el índice es aún más bajo en la jurisdicción sanitaria de Tlaltenango, con apenas un 21.5% de efectividad; o en Ojocaliente, con 30.6%; o hasta en Fresnillo, donde muy apenas llegan a un 36.9% de efectividad.
Al final, lo que queda claro es que con el mejor sistema de salud del mundo vaya que ha sido rentable el mercado de la salud, pues un día sí y otro también se abren farmacias y consultorios privados (ya hasta parecen Oxxos), con largas filas de pacientes que no recibieron atención oportuna en el sistema público de salud.
Además, si algo nos demuestra la Encuesta Nacional sobre el Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) es que los mexicanos (y los zacatecanos) han incrementado el monto que destinan de sus ingresos a la atención en salud. Y vaya que los servicios médicos privados resultan onerosos, aunque más efectivos que el mejor sistema de salud del mundo. Y a veces hasta se trata del mismo personal médico que atiende en centros de salud públicos.
Al final, se podría rescatar de la comparecencia el hecho de que el sistema público de salud cuente con unidades para practicar abortos seguros, considerando que existe una determinación judicial que obliga al Poder Legislativo en todos los estados a despenalizar el aborto.
A pregunta expresa de la diputada petista Renata Ávila, promotora de una de las dos iniciativas que se han presentado en esta 65 Legislatura para la despenalización del aborto, Pinedo Barrios aseguró que se cuenta cojn la infraestructura, insumos y personal para atender «abortos voluntarios» ante una eventual reforma al Código Penal y a la Ley de Salud del Estado de Zacatecas. Y eso que en la 64 Legislatura se aseguró lo contrario y que por eso no pasaba la reforma.
Nada más le faltó aclarar al secretario de Salud por qué si existe una resolución judicial para prohibir la penalización del aborto, la estadística de incidencia delictiva que publica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública señala que en lo que va del año en Zacatecas hay registro de dos denuncias por aborto.
Porque hasta donde se ha informado desde la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas, estas denuncias son interpuestas usualmente por las instituciones de salud. Entonces, ¿somos o no somos?
