A estas alturas del sexenio, ¿qué decir de la «nueva gobernanza» y del gobernador David Monreal? Los calificativos sobran y el rechazo más, pues aún cuando se inhibiera la participación en la solicitud de revocación de mandato, que alcanzó unas 26 mil 500 firmas de las 126 mil 500 requeridas, hoy por hoy más del 70% de los zacatecanos votarían por regresarlo a Puebla del Palmar.
El pretendido «Año de la Paz» más parecería una paráfrasis de aquel «hoy es un día soleado» luego de la masacre en Tlatelolco, pues con la «nueva gobernanza», Zacatecas se convirtió en campo de muertos y desaparecidos, hoy víctimas de la Mesa Estatal de Construcción de Paz y un discurso que insiste en que los zacatecanos volteen a ver que bajaron hasta 70% los homicidios dolosos, pero nada se dice de las personas desaparecidas y no localizadas.
Ayer jueves fue un día negro para las familias zacatecanas. Mientras tronaba la cuetiza por el día de la Virgen de Guadalupe, en la localidad del Vergel, en el municipio de Villanueva, fue localizado el cuerpo del joven Luis Alberto Espinoza Acuña, de apenas 28 años de edad y que fue uno de los tantos hérores que tuvimos durante la pandemia del COVID-19.
Para su familia, fueron cinco días de angustia luego de ser privado de la libertad la madrugada del sábado 7 de diciembre en el municipio de Jerez, cuando se dirigía a su trabajo a la Capital. Y más angustia cuando, al igual que otras miles de familias zacatecanas, vivieron la tortura burocrática de interponer la denuncia correspondiente, que les valió cinco horas valiosísimas para comenzar las labores de búsqueda y encontrarlo con vida.
Por eso no fue gratuita su insistencia, día tras día, en que la autoridad de verdad saliera en búsqueda del joven Luis Alberto, insistencia que llegó al punto de bloquear la carretera federal 45 hasta que, horas después, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) informó la terrible noticia.
Esta es una realidad que no se refleja aún en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que elabora el INEGI, pero en la que sí se advierte que la sensación de seguridad al viajar por carretera, especialmente en Fresnillo, es casi nula, de apenas 15 por ciento.
Ese temor no es gratuito. Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, de la Comisión Nacional de Búsqueda, en lo que va de la «nueva gobernanza» se han documentado 3 mil 418 casos de personas desaparecidas, no localizadas y localizadas, mientras la estadística de homicidios dolosos que lleva la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana indica que en el mismo periodo Zacatecas ya contabiliza 2 mil 471 casos.
Es decir, las víctimas de desaparición y no localización (aún cuando ya hayan sido localizadas) ya supera al número de homicidios dolosos en Zacatecas, una realidad que sigue negándose a ver la «nueva gobernanza» que hoy está de plácemes para recibir a funcionarios de la Secretaría de Turismo federal para promover a nuestra entidad como destino turístico. ¡Vaya ironías!
En cambio, Jerez está de luto y el gobierno municipal decidió cancelar las fiestas decembrinas (no así la Feria de la Primavera 2025) porque no hay motivos para celebraciones cuando las familias han sido lastimadas.
Finalmente, con el caso del joven Luis Alberto, en Zacatecas sigue la pregunta que hacen miles de familias víctimas de delitos a la «nueva gobernanza»: ¿hasta cuándo?
No se vayan a quedar pobres
¡Albricias! Que en la Cámara de Diputados ya reasignaron hasta 42 mil 105.8 millones de pesos en el Presupuesto de Egresos 2025. ¿Y qué cree? Que a Zacatecas otra vez le dieron atole con el dedo.
Sí, porque de ese monto, apenas le reasignaron un incremento de 58.13 millones de pesos a lo que ya habían proyectado para la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Al rector Rubén Ibarra ya nada más le faltan como 3 mil 800 millones de pesos para resolver la crisis estructural de la Máxima Casa de Estudios, donde por cierto los agremiados al STUAZ deberán esperar el pago de su aguinaldo porque ahorita no hay.
Además, en eso de las reasignaciones, los diputados federales se vieron espléndidos con sus 52.25 millones de pesos de incremento para subsidios en administración del agua y acceso al agua potable; y 13.94 millones de pesos más para subsidios hidroagrícolas. ¡Wow! No se vayan a quedar pobres…
Porque al final, ni regresó el 3×1, ni el Fondo Minero, ni hubo más recursos para salud o educación, mucho menos para atender la grave crisis de inseguridad que hoy la «nueva gobernanza» se sigue negando a ver. Pero ya tenemos helicóptero Black Hawk, aunque se use como taxi aéreo para fines distintos para los que fue adquirido…