Luego de una comparecencia que no fue comparecencia pero sí fue comparecencia del secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez, con motivo de la presentación del proyecto de Paquete Económico 2025, el Pleno de la 65 Legislatura aprobó por unanimidad lo correspondiente a las disposiciones sobre los ingresos de los que dispondrá el estado de Zacatecas en el próximo ejercicio fiscal.
Se trata de un paquete de reformas al Código Fiscal del Estado de Zacatecas y sus Municipios, la Ley de Hacienda del Estado de Zacatecas, la Ley de Firma Electrónica del Estado de Zacatecas y la Ley de Ingresos del Estado de Zacatecas.
Ya de noche, sin discusión, sin cambiarle una sola coma, sin una sola intervención siquiera para justificar por qué se presentaba un dictamen en dichos términos, así se aprobó la propuesta presentada por el titular de la SEFIN: por unanimidad de parte de todas las bancadas.
El escenario era previsible. Ya desde el pasado martes, durante la comparecencia que no fue comparecencia pero sí fue comparecencia de Olivares Sánchez, el titular de la SEFIN había expuesto los detalles de un paquete económico moderado, no tan optimista como las proyecciones de la Federación, en una perspectiva que reconocieron todas las bancadas que intervinieron, sin espacio para plantear dudas y mucho menos para réplicas.
Desde aquella sesión, hubo un punto en particular que llamó la atención: el incremento en la recaudación por impuestos locales, específicamente por el Impuesto sobre Nóminas, que para el próximo ejercicio fiscal aumentará medio punto porcentual y eso significará un crecimiento en la recaudación de este impuesto por algo así como 380 millones de pesos, es decir, el 33.9% de lo recaudado este año.
Con los dictámenes aprobados en sesión nocturna de este miércoles, mucha presión tendrá quien dice estar la frente de la Secretaría de Economía, un tal Rodrigo Castañeda Miranda, pues de su desempeño dependerá el garantizar esta recaudación por el Impuesto sobre Nóminas, considerando que los empleos formales, esos que pagan impuestos, han ido en picada con esta «nueva gobernanza».
Habrá qué ver qué piensan las cámaras empresariales (las que no están con el oficialismo) de este incremento en la tasa del Impuesto sobre Nóminas, porque ahí viene también el incremento dle 12% al salario mínimo, y súmele la propuesta de aumentar a 40 días los periodos vacacionales con una economía con visos de desaceleración, y tenemos un bonito escenario para frustrar un «2025. Año del Bienestar».
A todo eso súmele que hay negocios que también pagan contribuciones a los municipios y algunos prevén en sus respectivas Leyes de Ingresos 2025 (ya en proceso de dictaminación) algunos incrementos en contribuciones como licencias para venta de alcohol o por la colocación de mobiliario en espacios públicos, y hasta el impacto inflacionario en productos básicos para sus giros comerciales y de servicios… el escenario no pinta muy bien.
Lo destacable es que al menos la propuesta de paquete económico presentada por Olivares Sánchez peca de ser muy responsable en sus proyecciones de recaudación, especialmente en lo que compete a los ingresos federales, con medidas previsorias ante una baja en dicha recaudación. No vaya siendo como ya ocurrió este año, y el anterior, y el anterior…
¡Ay, los impuestos mineros!
Y mientras en la 65 Legislatura pasarán a la dictaminación y discusión de lo que será el Presupuesto de Egresos 2025 (que tal vez tenga algunos cambios), sigue la expectativa ante una posible reasignación de 15 mil millones de pesos en la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación.
Y en esa discusión, nuestros legisladores zacatecanos vuelven a alzar la voz (tal vez sin mucho eco) para recuperar ya sea el Fondo Minero o para que los impuestos que se cobran a la industria minera retornen de alguna manera a los lugares donde se desarrolla esta actividad.
Ya intervinieron en este sentido las senadoras Geovanna Bañuelos (por quinta ocasión, como cuchillito de palo) y Amalia García Medina, pero también la diputada federal Noemí Luna, o su homólogo Miguel Alonso Reyes. El morenista Ulises Mejía Haro nada más anunció que lo haría, pero no se ha visto claro en la presentación de su iniciativa.
Lo cierto es que fue la Cuarta Transformación la que, sin chistar, votó a favor de extinguir el Fondo Minero y que esos recursos pasaran a financiar los llamados Programas del Bienestar porque, dijeron, «es un honor estar con Obrador», pero pasado el tiempo adviertieron su error y hoy buscan corregirlo. ¡Bien raro!
Sin embargo, difícilmente hallarán consensos para recuperar el Fondo Minero o siquiera para destinar una parte de estos impuestos a proyectos de remediación ambiental en los municipios con explotación minera, pues los Programas del Bienestar requerirán cada vez más de financiamiento de donde halla y como le hagan, así implique la extinción de organismos autónomos. Ora sí que, como quien dice, es lo que hay.