Con la promesa de que serían un gobierno diferente a la administración que encabezó el exalcalde Jorge Miranda, el tlaltenanguense Miguel Varela fue electo por decisión del tribunal electoral como presidente municipal de Zacatecas.
Y como si la diferencia en la votación de junio pasado hubiera sido bastante holgada (de haberlo sido no se hubiera admitido en los tribunales electorales), con ese exceso de confianza llegaron a hacer y deshacer en el Ayuntamiento de Zacatecas, cuyos primeros cuatro meses han transitado en un cochinero matizado por cortinas de humo que no terminan de cuajar.
Quien llegó para hacer patrimonio propio desde el primer día (dicen que «el que paga para llegar, llega para robar«) no sólo no ha cambiado la dinámica de su antecesor de ausentarse de sus funciones por andar quién sabe dónde.
Con la anuencia del Cabildo, modificó el organigrama de la administración municipal para cumplir con el pago de cuotas y cuates, creando unidades administrativas cuyas funciones estuvieran justificadas al menos en el papel, aunque en la práctica se dediquen a otros menesteres que no son propios de su encargo.
Desde este espacio hemos dado cuenta de cada mentira que ha dicho el presidente municipal, especialmente tratándose del ejercicio del presupuesto. Sin embargo, al que juró que iba «con todo, si no pa’ qué» le faltó precisar que iba con todo para servirse con la cuchara grande, y eventualmente saldrán a la luz pública las pruebas mientras siga existiendo la transparencia y el derecho de acceso a la información.
Mientras tanto, el propio director del Issstezac, José Ignacio Sánchez González, recién da a conocer que interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) en contra del Ayuntamiento de Zacatecas por los delitos de defraudación fiscal calificada y abuso de autoridad.
Porque en las cuentas del titular del Instituto, el municipio a la fecha debe algo así como 4 millones 445 mil 98 pesos por cuotas que fueron retenidas a los trabajadores y que no enteradas al Issstezac, lo que evidentemente afecta en la suficiencia del fondo de pensiones.
Pero no sólo eso, porque en la administración que encabeza Miguel Varela también omitieron la retención de la cuota correspondiente a 445 de 984 trabajadores derechohabientes. Y todo porque el alcalde que dijo que va «con todo, si no pa’ qué» instruyó a la plantilla de trabajadores que presentaran ante el Instituto su solicitud de desincorporación.
Claro que esta instrucción no aplicó para todos, pues habrían quedado exentos de acatarla aquellos que recién llegaron a la administración municipal, especialmente los altos mandos.
El problema es que ni en la Ley del Instituto de 1986, ni en la que se encuentra vigente luego de la ultima reforma aprobada en 2024, se prevé la desincorporación individual de los derechohabientes, pues están sujetos a un convenio suscrito de manera colectiva por el ente público patrón: el Ayuntamiento de Zacatecas.
Con esta medida tomada de manera irresponsable por el tlaltenanguense Miguel Varela los únicos afectados serán los trabajadores derechohabientes, y por extensión los extrabajadores que verán afectada la ministración de su pensión. El colmo sería que también hubieran incumplido con el pago del ISR o de las cuotas del IMSS en los cuatro meses que llevan de administración. Ah, pero juraron que iban a ser diferentes…
Y tampoco es muy diferente el caso del alcalde de Fresnillo, Javier Torres, a quien ni siquiera la dirigencia estatal del PRI se atrevió a defender sobre sus gastos por demás cuestionables por evidente conflicto de interés. Como quien dice, que se rasque con sus propias uñas. ¿O eso se gana por traicionar la palabra empeñada? Que le pregunten a José Haro de la Torre…
A periodo extraordinario
Por unanimidad, la Comisión Permanente de la 65 Legislatura aprobó la convocatoria a un tercer periodo extraordinario de sesiones en el que se abordarán dos únicos temas: la convocatoria para la elección judicial de este año (y así empatar la elección local con la federal atendiendo a la última reforma constitucional), así como la integración y toma de protesta del Comité de Evaluación que seleccionará los perfiles que participarán en la contienda judicial.
Durante este periodo extraordinario se dará a conocer cuántos cargos del Poder Judicial del Estado de Zacatecas entrarán en el proceso de elección extraordinaria, sin que hasta el momento se haya informado siquiera sobre la suficiencia presupuestal o una eventual ampliación presupuestal al Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) para llevar a cabo la elección judicial.
Sorprende que en todo este atropello al Poder Judicial de Zacatecas, el magistrado presidente del TSJEZ, Carlos Villegas, no haya dicho ni pío siquiera para defender a la institución que dice representar. Cómo han de extrañar los magistrados del Tribunal aquellos tiempos de Arturo Nahle en la presidencia. Pero, pues, a disfrutar lo votado…