Probablemente la justificación para realizar en Zacatecas el único foro a nivel nacional para recabar propuestas del sector de personas con discapacidad en el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 haya sido que más del 10% de la población tiene alguna discapacidad, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La proporción más alta en el país.
O sería quizá el hecho de que Zacatecas fuera la primera entidad (así se presumió entonces) en firmar el convenio con el Gobierno de México para la universalidad de la Pensión para Personas con Discapacidad, un programa que gracias a la secta que tanto daño ha hecho a Zacatecas no ha llegado precisamente a quienes reclaman este derecho constitucional. Y sobran los testimonios.
Sin embargo, en el evento al que ni siquiera se presentó el gobernador David Monreal fueron notables las fallas, las omisiones y el partidismo, en otro intento quizá de agradar a Palacio Nacional, como bien lo documentó Francisco Munguía para Yo También, una fundación dedicada a brindar información sobre discapacidad, inclusión y accesibilidad.
En el recuento de errores se enlista no sólo la pésima coordinación entre dependencias, la difusión tardía del evento (ni siquiera por vía oficial), el plazo reducido para la inscripción de propuestas ciudadanas, o la participación real de activistas, defensores de derechos humanos y personas con discapacidad.
Ya el hecho de que Zacatecas tenga muy poca accesibilidad vía aérea complicaba de por sí las cosas para quienes deseaban participar en el foro nacional, aunado a la distancia que hay entre el aeropuerto Leobardo C. Ruiz y el Palacio de Convenciones (lugar sede del foro nacional), fue evidente que nuestra entidad no previó (o no tuvo la capacidad) para disponer de personal y vehículos suficientes para el traslado de invitados.
El listado de fallas continúa con la invitación selectiva o muy a destiempo, como fue el caso de la senadora Claudia Anaya, a quien se le convocó una noche antes (como constatamos en este espacio), casi casi con la intención de que no asistieran.
Además, algunas organizaciones acusaron la falta de viáticos, la insuficiencia de intérpretes de la lengua de señas mexicana, las pantallas bloqueadas por personal de Comunicación Social que impedían observar a personas con discapacidad auditiva, e incluso la pésima logística para colocar a las personas con discapacidad en áreas adecuadas a las condiciones de su discapacidad.
A este recuento que bien retrata Francisco Munguía para Yo También se suma la convocatoria que hiciera la «nueva gobernanza», que fue cancelada la noche del miércoles 16 de enero, horas antes de realizar el foro nacional, con el argumento de que el foro de consulta ciudadana sería «evento privado». Sí, así como lo lee.
Pero estas fallas no pueden ser artibuídas únicamente al Gobierno federal. De hecho, el principal problema fue que la «nueva gobernanza» (al menos una parte) y la Delegación de Programas para el Desarrollo en Zacatecas pretendieron acaparar la organización del evento como escaparate para las aspiraciones políticas de la senadora Verónica Díaz Robles, cuya imagen protagonizó el material gráfico enviado desde la Coordinación de Comunicación Social y de la propia Delegación federal, y al que le hizo juego Pedro Ortega, director general de Bienestar para Personas con Discapacidad en la Secretaría de Bienestar.
A qué grado llegaría este acaparamiento que ni siquiera permitían la participación del Instituto para la Atención e Inclusión de las Personas con Discapacidad en el Estado de Zacatecas que encabeza Miriam García Zamora, de no ser por la intervención del secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, y de personal del propio Gobierno federal.
Ya eso de llenar el Palacio de Convenciones con servidores de la nación es lo de menos, pues una vez inaugurado el foro se retiraron. Como quien dice, nada más sirvieron para la foto y las porras. Mientras tanto, en las mesas de trabajo únicamente habrían participado las pocas personas con discapacidad invitadas para exponer sus propuestas, a quienes se les limitó al mínimo el tiempo de exposición (apenas 3 minutos).
Por eso no es gratuita la acusación de que al final este foro nacional fue un mitin político partidista en el que se simuló recabar propuestas de las personas con discapacidad para hacerles sentir que son escuchadas e integradas en un Plan Nacional de Desarrollo. Igualito que las consultas que ha realizado la «nueva gobernanza», como el caso del Viaducto elevado. Pero, pues, cada quién…
La crisis migratoria que se avecina
Este lunes 20 de enero rendirá protesta Donald Trump como presidente de Estados Unidos y ya ha advertido que desde el primer día de su mandato pondrá en marcha lo que tanto amenazó durante su campaña: la deportación masiva de migrantes y declarar a los cárteles mexicanos como «grupos terroristas», sin olvidar otras decisiones que impactarán en la economía, como la imposición de aranceles.
Con esta advertencia, se estima que hay al menos 5 millones de mexicanos radicados en Estados Unidos (la mitad en Texas, California e Illinois) en riesgo de ser deportados. Y entre ellos se cuentan zacatecanos que migraron a aquel país en busca de las oportunidades que su tierra no les dio.
Pero a pesar de esta crisis migratoria ya en puerta, ni a la «nueva gobernanza» ni a legisladortes zacatecanos federales ni locales les ha mercido ni una acción, ni un pronunciamiento siquiera para nuestros connacionales.
No hay que olvidar que fue en esta administración, con David Monreal en la gubernatura, cuando se decidió cerrar la oficina de representación de Zacatecas en Tijuana, una oficina que brindaba diferentes servicios prioritarios a la población migrante de nuestra entidad.
Por el contrario, la prioridad para la «nueva gobernanza» ha sido la recepción de remesas (que nunca, jamás deben presumirse como un logro de gobierno, sino que deben verse como el gran fallo de una administración) y la continuidad del programa 2×1 para Migrantes.
El tema debería ocupar especial atención, considerando que en Zacatecas ni siquiera el secretario de Economía, un tal Rodrigo Castañeda Miranda, ha hecho su chamba de retener empleos formales, sino que ha fomentado únicamente la pérdida de plazas laborales, sobre todo en el último año. Si ni siquiera hay empleos para los zacatecanos que se quedan, ¿usted cree que habrá empleos para los zacatecanos que regresan?