La carcacha que llaman «eje tractor del campo»

Con aire triunfalista, como sólo la «nueva gobernanza» acostumbra, desde la Coordinación de Comunicación Social se informó mediante un boletín que había superado las expectativas la participación en el Foro Estatal de Consulta «Sembrando Bienestar en el Campo Zacatecano», con más de 3 mil participantes y 486 propuestas.

El evento fue el marco para que el gobernador David Monreal anunciara la reapertura del programa de Diésel Agropecuario, que beneficiará a 3 mil productores ya empadronados y que deberán remitir sus solicitudes en la ventanilla correspondiente.

También se anunció la continuidad de las Ferias Agropecuarias por regiones, incluyendo en Estados Unidos, así como la llamada «Expo de Expos» en septiembre de este año, quizá para el cuarto informe de (des)gobierno, en la que se entregarán unos 500 tractores nuevos (subsidiados, porque en esta «nueva gobernanza» nada es gratis).

Ya de salida, se anunció además la continuidad del programa de infraestructura agropecuaria, que contempla la construcción de tejabanes, bodegas, corrales y obras hidráulicas dizque para mejorar la productividad del sector.

En total, en el «Año del Bienestar», según las cuentas alegres del gobernador David Monreal se invertirán unos 600 millones de pesos para el equipamiento y mecanización del campo zacatecano.

De paso, a esta inversión se agregarían otros 400 millones de pesos para la reconstrucción y mantenimiento de caminos rurales y carreteras vecinales, con el objetivo de mejorar la conectividad en las comunidades agropecuarias, más el apoyo que reciban las familias del sector rural mediante el programa alimentario, ese de las despensas a sobrecosto y con productos echados a perder.

Ya por último entran los programas (algunos con participación federal) como el de entrega de semilla (gratuita y subsidiada) y fertilizantes.

Hasta aquí todo suena muy bonito, pero el Presupuesto de Egresos 2025 aprobado por la 65 Legislatura dice cosas muy diferentes porque, de inicio, el presupuesto asignado a la Secretaría del Campo apenas alcanza los 509 millones 199 mil 187 pesos. O sea, no serán los 600 millones anunciados por el gobernador David Monreal.

De ese monto, hay que considerar que una cuarta parte (123 millones 112 mil 947 pesos) se irán únicamente al Capítulo 1000 para el pago de servicios personales, más 4 millones 178 mil 55 pesos del Capítulo 2000 para materiales y suministros; y 7 millones 876 mil 27 pesos para el Capítulo 3000, destinado a servicios generales.

Así pues, la inversión final en apoyo a las actividades agropecuarias será de unos 374 millones 32 mil 158 pesos, apenas 29.7 millones de pesos más que lo invertido el año pasado.

Estos recursos se canalizarán al Programa de atención a grupos prioritarios (apenas 24 millones de pesos); Programa agrícola integral sólido e inclusivo (237 millones); Programa del bienestar pecuario (46 millones de pesos); y Programa hídrico (15 millones 500 mil pesos). De hecho, los programas presupuestarios se reducen en relación con el ejercicio fiscal 2024, lo que evidencia que para el «Año del Bienestar», la inversión pierde su diversificación para concentrarse únicamente en transferencias de recursos.

Lo cierto es que, según el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y que es tomado como referencia para evaluar el impacto de los programas presupuestarios, las actividades primarias son las únicas que se han mantenido en números positivos a pesar de la «nueva gobernanza», una dinámica que no se ha repetido en el caso de las actividades secundarias (excluyendo la minería) o terciarias.

Tampoco se puede ignorar que, a la fecha, la palabra cuatroteísta ha quedado a deber con los zacatecanos, pues aquella promesa del pago a productores de frijol no se cumplió en tiempo y forma en los centros de acopio. Y en esa fórmula hay que considerar el impacto que tendrá la ríspida relación con Estados Unidos y la importación de granos. ¿Zacatecas tendrá la capacidad para entrarle al quite con la producción de los granos necesarios para el país, para eso que llaman «soberanía alimentaria»?

Mayor farsa se encuentra en los dizque 400 millones de pesos que se invertirán en la reconstrucción y mantenimiento de caminos rurales y carreteras vecinales, pues volvieron al Presupuesto de Egresos aprobado por la 65 Legislatura, en el «Año del Bienestar» se invertirán únicamente 182 millones 718 mil 161 pesos para la reconstrucción, modernización y conservación de kilómetros de carreteras alimentadoras.

Por encima de todo, habrá que preguntarse para cuándo se procesarán las propuestas presentadas en el Foro Estatal de Consulta «Sembrando Bienestar en el Campo Zacatecano», considerando que apenas este miércoles 12 de febrero se publicó en el Suplemento del Periódico Oficial el «Programa Estatal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia con Participación del Pueblo 2023-2027«.

Es decir, se publica hasta dos años después de realizado aquel evento de nombre larguísimo en el Palacio de Convenciones, y un año después (ya cuando concluyó) el «Año de la Paz», aunque fuera por decreto. Pero, pues, cada quién con sus prioridades

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