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Sin mostrar el mínimo interés por la protesta magisterial que ya va para dos semanas, y mientras el centro de la Capital se abarrotaba con la megamarcha «por la dignidad del magisterio», el gobernador David Monreal encabezó en el municipio de Guadalupe la ceremonia conmemorativa por el Día de la Bandera.
No fue en el asta monumental en el Cerro de las Bolsas, como usualmente se realiza cada año, sino en las instalaciones de la 11va Zona Militar, donde nadie rompería su burbuja del bienestar que le mantiene ajeno al rechazo generalizado a su sexenio.
Posteriormente, cuando los tres contingentes de la megamarcha ya habían avanzado en sus trayectos, el gobernador se trasladó a las instalaciones del Consejo Zacatecano de Ciencia, Tecnología e Innovación (COZCYT), donde junto a un tal «Zuñi» revisó el proyecto del Programa Estatal de Obra 2025 y, horas más tarde, sostuvo reunión con personal de la Secretaría de Economía.
Con esa agenda de prioridades para la «nueva gobernanza», en medio de una de las movilizaciones más grandes que se hayan visto en Zacatecas, nutrida con diferentes gremios unidos en contra de David Monreal y su pésima gestión, era obvio que el gobernador no atendería la demanda del gremio magisterial para sentarse en la mesa de diálogo y destrabar un conflicto que inició «por un millón de pesos».
Conforme pasaron las horas, se informó de una asamblea entre agremiados a la Sección 34 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que encabeza (todavía) Filiberto Frausto Orozco, cuyo resultado fue la aprobación de la minuta con la «nueva gobernanza» en la que se satisfacían todos los puntos de su pliego petitorio, pese a que éste no incluía las demandas de la Sección 58 del SNTE, dirigida por Marcelino Rodarte, ni de Telesecundarias ni Telebachilleratos.
Esta votación en asamblea de la Sección 34 del SNTE condujo al anuncio del cese al paro de labores, para reanudar clases en los planteles a partir de este martes 25 de febrero, no sin antes una rechifla contra Filiberto Frausto con acusaciones de «vendido». Porque a estas alturas del movimiento magisterial, ya eran «todos o ninguno».
Sin embargo, responsabilizar únicamente al líder de la Sección 34 de retirarse de la protesta también es pecar de ingenuidad. Teniendo mesas de diálogo un día sí y otro también, aunque no estuviera presente el gobernador David Monreal, era predecible que en algún punto se llegaría a acuerdos que dejarían sin motivos para continuar una protesta, más cuando la dichosa minuta fue aprobada en asamblea por sus agremiados.
La estrategia de la «nueva gobernanza», entonces, fue buscar el eslabón más débil para fragmentar al movimiento magisterial. Lo hizo casi dos semanas después de iniciadas las manifestaciones que han tenido a Zacatecas en la parálisis, y si a ello se suma la huelga estallada en la Universidad Autónoma de Zacatecas, imagine el impacto económico que ha tenido para la zona conurbada.
En cambio, no parece haber el mismo trato para la Sección 58 del SNTE ni para su secretario general, Marcelino Rodarte, quien en su momento también fue parte activa del movimiento de bases en contra de la reforma a la Ley del ISSSTEZAC. Y a qué punto ha de llegar este rechazo que, como se recordará, se le ubicaba en una supuesta lista de vetados a eventos del gobernador David Monreal en el Palacio de Convenciones.
Y aunque al final del día se había convocado de urgencia a una mesa de diálogo con la Sección 58, ésta no fue suficiente para evitar que continuara el paro en los planteles escolares hasta que se satisfagan al menos tres puntos de su pliego petitorio: una disculpa pública del gobernador; la garantía en el cumplimiento de sus prestaciones y el compromiso de que no habrá represalias por la manifestación.
Neutralizada ya la Sección 34, para la «nueva gobernanza» será más fácil llegar a acuerdos con la Sección 58. Sin embargo, no tendrá saldo blanco, pues en su indolencia, en su cinismo y en su cerrazón, dejaron crecer un conflicto que con voluntad se pudo resolver desde los primeros visos de protesta (incluso antes, si siguieran el protocolo de actuación de la Secretaría de Gobernación).
Esta ingobernabilidad manifiesta en las últimas dos semanas fomentó que se encendiera la llama y saliera a las calles sólo una parte de ese 60% de zacatecanos que rechazan la gestión de David Monreal como gobernador de Zacatecas. Un mal cálculo que anticipa el escenario que se vivirá en la entidad en la elección del 2027. Remontar ese rechazo ciudadano en lo que resta del sexenio se ve prácticamente imposible. Pero, pues, cada quién…
Finalmente, que se mantenga viva la llama que ha encendido el movimiento magisterial ya será otro cantar. No sea que ocurra como al inicio de la «nueva gobernanza», también marcada por manifestaciones del magisterio, pero acalladas una vez satisfechas sus demandas.
Por lo pronto, habrá que estar atentos a las próximas acciones de protesta de la Sección 58 del SNTE (y los gremios que aún le respaldan), sin olvidar que para este martes a las 5 de la tarde se espera la mesa de diálogo entre el SPAUAZ que encabeza Jenny González y la administración central de la Máxima Casa de Estudios. Que se presente o no el rector Rubén Ibarra Reyes, ya dependerá de qué tanta voluntad hay para resolver la huelga en la Universidad.
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