Revive el sindicalismo

Foto: Esther Consuegra

Aunque desde 2021 David Monreal fue electo gobernador constitucional del estado de Zacatecas, mientras un tal «Zuñi» siga tomando las decisiones, todas, toditas, en la «nueva gobernanza», la actual administración seguirá con tropiezos un día sí y otro también. Y si el tal «Zuñi» no quiere que se mueva un solo peso para solucionar el conflicto con el magisterio, así se tengan los recursos, pues continuarán las protestas.

Como ya habían advertido, agremiados a las secciones 34 y 58 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), liderados por sus secretarios generales Filiberto Frausto y Marcelino Rodarte, cumplieron el amago de paralizar la Capital con una megamarcha que bien habría convocado a unas 25 mil personas y a la que se habrían sumado otros gremios y colectivos ciudadanos que se oponen a la construcción del Viaducto elevado y, por encima de todo, al pésimo desempeño de la «nueva gobernanza».

Foto: Esther Consuegra

De hecho, la actual administración parece que camina como los cangrejos, pues las protestas con las que arrancó esta semana recuerdan bien las manifestaciones al inicio del sexenio, también por falta de pago al sector magisterial y luego por el incumplimiento a cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo, en otro acto de falta de palabra hacia un sector que llevó a David Monreal a la gubernatura.

Sería ingenuo pensar que esta manifestación de miles de docentes no fuera también una protesta política, considerando las muchas muestras de rechazo hacia la «nueva gobernanza», pero particularmente hacia el gobernador y la marca «Monreal«, lo que tampoco significa necesariamente que el gremio magisterial apoyará a la oposición en el proceso electoral de 2027.

Foto: Esther Consuegra

Hoy, el sindicalismo magisterial es una oposición por sí misma y está en duda incluso si en la próxima contienda electoral se decantarían por respaldar a algún perfil de la oposición, considerando que fueron parte de la reforma a la Ley del Issstezac con los resultados que ya todos conocemos.

Por si la protesta magisterial del SNTE no hubiera sido suficiente, el plebiscito del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ) que encabeza la secretaria general Jenny González Arenas arrojó como resultado 1 mil 261 votos a favor de la huelga, 1 mil 8 votos en contra y 23 votos nulos, lo que significa que este martes a partir del mediodía todas las actividades se paralizarán en la Máxima Casa de Estudios hasta que el rector Rubén Ibarra Reyes se digne a sentarse con el sindicato para hablar de frente, claro y con transparencia, sobre los compromisos incumplidos y cómo se pueden solucionar.

Foto: Esther Consuegra

Con una participación del 79.8% del padrón electoral, y más del 51% a favor del sí a la huelga, la secretaria general del SPAUAZ, Jenny González, emitió un videomensaje en el que hace un llamado a la Rectoría a que de inmediato continúen las mesas de negociación para dar solución al conflicto.

En el mismo videomensaje, la líder sindical afirmó que «la defensa de nuestros derechos es legítima, estamos en contra de la precarización laboral y estamos también defendiendo a la universidad pública». Y con un llamado a la unidad del gremio docente, enfatizó el llamado a suspender de inmediato todas las actividades en la Máxima Casa de Estudios.

Por supuesto que también la huelga en la UAZ tiene una lectura política. El resultado del plebiscito no sólo es consecuencia de las reiteradas mentiras del rector, sino también la eventual salida del rector espurio en septiembre de este año, tras un año de extensión a su mandato haiga sido como haiga sido, sin olvidar su cercanía con la «nueva gobernanza» al grado de replicar vicios y malas prácticas en la Universidad.

Qué pena que hoy no esté el «prodigio de las finanzas», Ricardo Olivares Sánchez, para rescatar al rector Rubén Ibarra del embrollo en el que se metió por andar de tapete, y a estas alturas muy poca certeza queda sobre los «buenos resultados» de sus gestiones ante autoridades federales para solucionar la grave crisis financiera (una «herencia maldita»).

Pero la renuncia de Ricardo Olivares también influirá en el conflicto que hoy se tiene con las secciones 34 y 58 del SNTE, más aún considerando los más de 2 mil millones de pesos que había que gestionar cada año, mes con mes, ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para solventar el déficit en la nómina magisterial, porque aquella promesa de federalizar la nómina educativa quedó en un mero sueño de gobernanza. Y si un tal «Zuñi» no quiere, pues no se moverá un solo peso para destrabar el conflicto.

Así quedó demostrado cuando, ya iniciada la protesta del sector magisterial, el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, informó que ya se había dispersado la nómina para maestros de telesecundaria, un pago que finalmente fue parcial y que sólo abonó a echarle diésel a protesta.

Qué difícil debe ser para el secretario general de Gobierno tener que dar la cara todos los días, todo el tiempo, por un gabinete y un gobernador que no dan resultados, pero sí muchos dolores de cabeza. No vaya siendo que la próxima renuncia sea la suya ante un hartazgo que se transparenta en su rostro a cada aparición pública.

Mientras tanto, prepárese para otro martes de protestas. Por un lado, el impacto económico que tendrá la huelga en la UAZ y el tiempo que esta se prolongue. Por el otro, se espera que continúen las protestas contra la construcción del Viaducto elevado, sin olvidar las protestas del sector magisterial, que incluyen la toma de presidencias municipales, oficinas de recaudación de rentas, Ciudad Administrativa, oficinas de la SEDUZAC y las casetas de Calera y Osiris.

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