
Con 291 votos a favor, 158 en contra y 12 abstenciones, la Cámara de Diputados desechó la solicitud de desafuero del diputado federal Cuauhtémoc Blanco, acusado de violación en grado de tentativa en contra de su media hermana.
Días antes, la Comisión Instructora que dictaminó sobre la solicitud de procedencia para retirar la inmunidad procesal al diputado federal, comisión presidida por Hugo Eric Flores Cervantes, ya había advertido que el dictamen iría en sentido negativo a la solicitud presentada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Morelos, al considerar que la carpeta de investigación no estaba debidamente integrada.
El cinismo no sólo se manifestó al abrir la tribuna al legislador federal, quien incluso tuvo la osadía de asegurar que se separaría del cargo, sino que el propio Cuauhtémoc Blanco votó en su favor.
Lo escandaloso fue el resultado de la votación, pues evidenció la rebeldía de 25 diputados y diputadas de MORENA que votaron en contra del dictamen que protegía al legislador federal, al igual que 38 representantes de la bancada del PT (9 votaron a favor); además de que la mayoría de la bancada del PRI (33 votos) se sumó a los votos del PVEM y de MORENA para garantizar inmunidad (¿o era impunidad?) al diputado morenista.
¿Y cómo votaron nuestros legisladores zacatecanos? Pues básicamente, sólo la panista Noemí Luna se mantuvo firme en contra del dictamen y a favor de retirarle el fuero a Cuauhtémoc Blanco, y se ausentó de la sesión la petista Ana Luisa del Muro.
No obstante, a favor del dictamen de la vergüenza votaron los morenistas Ricardo Monreal, Soledad Luévano, Ulises Mejía Haro y José Narro Céspedes; del PVEM, Julia Olguín y Carlos Puente; y del PRI, Fuensanta Guerrero y Miguel Alonso Reyes.
No pasa desapaercibido que entre ellos y ellas hay quienes aspiran a una candidatura a la gubernatura en el 2027, incluyendo al riograndense Alfonso Ramírez Cuéllar, quien hace unos días promovía una iniciativa para eliminar el fuero, pero en el dictamen votado este martes estuvo a favor de darle inmunidad a Cuauhtémoc Blanco. ¡Qué cosas!
En pleno Día Naranja, precisamente en el mes conmemorativo por el Día Internacional de la Mujer, el segundo piso de la transformación da elocuente muestra de que con Claudia Sheinbaum no llegaron todas, y que incluso con el respaldo (voluntario) de las mujeres, continúa el pacto patriarcal de proteger a quienes violentan a las mujeres.
En su justificación, quienes votaron a favor de la inmunidad de Cuauhtémoc Blanco insistían en que la Cámara de Diputados no es ministerio público y no le correspondía juzgar sobre la culpabilidad o inocencia del acusado, pero el hecho de recurrir a «una carpeta de investigación que no estaba debidamente integrada» para rechazar la solicitud de procedencia ya era prejuzgar.
Olvidaron que, como ocurrió en Zacatecas con el desafuero del entonces alcalde de Guadalupe acusado de homicidio, al Poder Legislativo únicamente competía decidir si Cuauhtémoc Blanco enfrentaba a la justicia sin inmunidad procesal (el llamado «fuero») como cualquier ciudadano, o si la Fiscalía de Morelos tendría que esperar a que concluyera su encargo como diputado federal (y su inmunidad procesal) para hacer cumplir la ley. Sólo eso.
La debida integración de la carpeta de investigación ya era competencia del Poder Judicial, que en la audiencia inicial determinaría si había elementos para vincular a proceso o no. Y en caso de negativa, sería otro elemento que pudo haber utilizado el segundo piso de la transformación para seguir justificando su reforma judicial, pero que también pondría en entredicho el papel de las fiscalías en la cadena de procuración e impartición de justicia.
No nos hagamos tontos, a las cúpulas del poder (incluyendo a quienes se ostentan como oposición) no les interesan las víctimas, mucho menos tratándose de mujeres. Lo de ayer en la Cámara de Diputados deja en claro que su principal interés es la protección de los suyos, esos que financian campañas a cambio de inmunidad, aunque eso implique continuar con la impunidad.
No es secreto que Cuauhtémoc Blanco fue uno de los que en su momento aportó más recursos a financiar campañas a favor del oficialismo, y que exgobernadores de oposición (acusados de graves delitos) hoy engrosan las filas de MORENA. ¿Cuánto costó su inmunidad?, ¿cuánto nos cuesta esa impunidad?
Si seguimos en esa lógica, en Zacatecas no es gratuita la defensa a ultranza del proyecto del Viaducto elevado que nadie pidió. Porque en el 2027 podríamos ver a David Monreal como candidato a algún cargo que le dé esa inmunidad procesal (pagada con recursos de todo tipo) e incluso le podría alcanzar para imponer a quien habrá de sucederle en la gubernatura. Si Salgado Macedonio pudo hacerlo, ¿qué impide pensar que ese ejemplo no se replicará en Zacatecas?
En última instancia, quienes votaron a favor de proteger a Cuauhtémoc Blanco, ¿con qué cara volverán a pedir el voto de las mujeres, esas que representan el 51% de la población de Zacatecas?, ¿de qué manera habremos de creerles cada vez que se pronuncian en favor de las mujeres? La impunidad también tiene rostro de complicidad. Y a disfrutar lo votado…
Otro avance para las mujeres

Contrario a la dinámica nacional en contra de las mujeres, en la 65 Legislatura fue aprobada con 17 votos a favor, ocho en contra y la abstención del priísta David González (presidente de la Mesa Directiva) la reforma a la Ley de Salud por la que se establece que el Gobierno del Estado debe garantizar el servicio de interrupción del embarazo en las primeras 12 semanas de gestación, de forma gratuita y en condiciones de calidad y salubridad.
La iniciativa presentada en su momento por la diputada Renata Ávila es consecuencia de la reforma aprobada en 2024 para despenalizar el aborto y que responde también a un mandato judicial para establecer en la norma lo que ya se realiza en el sistema de salud público, sin dejar de lado la objeción de conciencia a la que tendrá derecho el personal médico que se oponga a practicar un aborto.

Esta regulación no impidió que grupos provida se manifestaran en el Pleno legislativo, interrumpiendo por momentos la discusión del dictamen y con serias amenazas a diputadas y diputados locales que, por fortuna, no pasaron a mayores.
Eso sí, nadie entendió cuando la diputada Karla Estrada, en su intervención en contra del dictamen, se dedicó a hablar del horror en Teuchitlán, Jalisco. Como que se le cruzaron los cables.
Finalmente, tanto a nivel federal como local, el PT está demostrando que en materia de derechos de las mujeres no hay medias tintas, que los derechos deben ser progresivos y que sí hay manera de romper con el pacto patriarcal, por mucho que eso ponga en riesgo su coalición con MORENA. Ya veremos.
