Contra la «transparencia cínica»

Luego de la cuestionada reforma de «simplificación administrativa» aprobada por el Congreso de la Unión a finales de 2024, no han sido pocas las voces que continúan celebrando la extinción del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Pero aún en la transición para trasladar sus funciones a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno que encabeza Raquel Buenrostro, todavía quedan dudas sobre las garantías para el derecho de acceso a la información y la protección de datos personales, más con el reciente anuncio sobre el uso de datos biométricos para el trámite de la CURP, que ahora se dice que será el único documento de identificación oficial.

Las consecuencias de extinguir al organismo autónomo encargado de velar por estos derechos los explica muy bien la excomisionada del INAI, Julieta del Río, en su libro «Luz en la sombra. Mi camino por la transparencia y el INAI«, cuya defensa de la institución quizá llegó muy tarde, una vez consumada la extinción del organismo.

Porque perdida la autonomía, ¿dónde estarán los contrapesos?: «Los organismos autónomos son contrapesos necesarios frente a las formas de poder público. La apertura de la información revela que lo que los gobiernos ocultan, por eso es necesario que los organismos garantes sean independientes, pues solamente de esa manera pueden funcionar como árbitros entre el Estado y las personas«.

Los primeros cuatro capítulos que integran la publicación, editada por el Departamento Editorial de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), integran una muy nutrida exposición del marco teórico sobre los orígenes de la transparencia y la relación con los «buenos» gobiernos y las democracias; los antecedentes sobre la aplicación de la transparencia hasta llegar a una legislación y la creación de instituciones («cuarenta años de progreso»); además de abordar casos emblemáticos donde el órgano garante tuvo un papel crucial, desde trabajos de investigación periodística donde se aplicó el derecho de acceso a la información, hasta ejemplos de la vida cotidiana de cualquier mexicano o mexicana donde se hizo valer este derecho para fines particulares.

Ya la excomisionada Julieta del Río explicará si este libro va con dedicatoria o no. Lo cierto es que desde las primeras páginas hace alusiones constantes a la «gobernanza» y distingue particularmente lo que debe ser la «buena gobernanza».

Por ejemplo, al hablar de la transparencia y el acceso a la información como un derecho humano consagrado en el Artículo 6 Constitucional (curiosamente, junto al derecho a la libertad de expresión y de prensa), refiere que «el concepto de transparencia es inherente a una forma de gobierno llamada ‘buena gobernanza’, en la cual la transparencia está dirigida a garantizar el cumplimiento de los derechos humanos –entre ellos, la libertad de expresión y la participación ciudadana en los asuntos de interés público– y, en última instancia, los principios de equidad y justicia«.

Pero el párrafo siguiente es la indirecta que puede aplicar a muchos casos y contextos: «En el caso hipotético de que un régimen dictatorial o un gobierno autoritario evidenciaran sus acciones y explicaran cómo gestionan los recursos de su país, no bastaría para decir que son transparentes, ya que su supuesta nitidez estaría opacada por violaciones a los derechos humanos. En palabras llanas, estaríamos ante casos de ‘transparencia cínica’, si me permiten en el término, pero no democrática«.

Tal vez la excomisionada Julieta del Río no pensaba precisamente en la «nueva gobernanza» (¿o sí?) cuando redactaba estos capítulos, aunque la relación es indudable para un gobierno que se precia de transparente, y que en la práctica incurre en violaciones reiteradas a los derechos humanos (recuerden que el 8M no se olvida).

El derecho a la movilidad también se ve afectado con la opacidad del cuestionadísimo proyecto del Viaducto elevado que nadie pidió y en el que pretenden invertir más de 3 mil 650 millones de pesos, cuando le escatiman presupuesto al Instituto Zacatecano de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IZAI), e incluso hay quienes han tenido la osadía de apresurar la extinción del órgano garante local, adelantándose a los plazos legales.

El último capítulo relativo al «Adiós al INAI» y el epílogo, en un tono más personal, sí muestran una especie de catarsis para la excomisionada luego de una etapa tortuosa para el INAI previo a su extinción. Y es imposible negar que algunas líneas vayan con dedicatoria, por ejemplo: «Quien no quiera que se conozca lo que se hace con el recurso público y las decisiones que se toman en las instituciones del Estado no debe desempeñar un cargo público«.

Porque para la excomisionada Julieta del Río, «hoy prevalece la idea de que para trabajar en la administración pública no es necesario tener estudios, capacidad, ni liderazgo; que solo cuenta la lealtad. En el imaginario colectivo actual, la preparación profesional parece ser un tema secundario«. Y el ejemplo más elocuente lo tenemos en la cuestionada elección judicial.

Del Río Venegas también reconoce que «las funcionarias y los funcionarios nos equivocamos, y los errores nos ayudan a aprender. Pero los errores no es lo mismo que la falta de ética y los actos de corrupción. La irresponsabilidad y la falta de transparencia son inaceptables«.

Más allá de lo que fue y ya no será, la excomisionada del INAI lanza una pregunta sobre la que habrá que reflexionar: ¿cuál será el nuevo camino de la transparencia en México? Porque «Luz en la sombra» es compendio que sustenta desde todos los ángulos la importancia de preservar no sólo los derechos de accso a la información y la protección de datos personales, sino también que éstos sean velados por organismos autónomos, separados del poder, siguiendo estándares internacionales.

Finalmente, como menciona la autora: «Ya no es fácil que nos mientan. Hoy en día hay diversas maneras de conocer la verdad o falsedad de cualquier discurso; los hechos tienen la última palabra«. Y aunque la excomisionada del INAI dice en su libro que «jugar a la política no es lo mío«, hay quien se pregunta ¿qué sigue para Julieta del Río?

Eso lo sabremos este lunes, a las 11 de la mañana, en el Foyer del Teatro Fernando Calderón, donde presentará «Luz en la sombra» en compañía de una gran figura como Ernesto Villanueva.

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