
Agremiados al Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado, Municipios y Organismos Paraestatales (SUTSEMOP) no están muy contentos ni satisfechos con la gestión de su actual secretario general, Israel Chávez Leandro, a quien ya le cantan las golondrinas y que Dios le ayude. Pero de ahí a que ese descontento se manifieste este martes en la elección para renovar la dirigencia sindical ya es otro cantar.
Chávez Leandro no sólo fue un gris dirigente, más florero que tapete ante la «nueva gobernanza» que lo impuso ahí, con la venia de una secta que tanto daño le ha hecho a Zacatecas y que también tiene coptada la dirigencia estatal de MORENA, ahí donde Chávez Leandro extiende sus lazos de consanguinidad y complicidad.
Nada dijo en los cientos de casos de terrorismo laboral que enfrentó la base trabajadora con la actual administración, mucho menos ha hecho valer la normatividad para proteger a la burocracia que, teniendo todo el derecho y los requisitos, sigue sin acceder a una base que les dé certeza laboral por instrucciones del patrón.
Tampoco alzó la voz cuando fue aprobada la reforma integral a la Ley del Issstezac, ni mucho menos cuando comenzaron a verse los efectos de dicha reforma en los ingresos de la base trabajadora.
Su triste papel fue más notable a inicios de este 2025, cuando diversos sindicatos se sumaron a una megamovilización liderada por las secciones 34 y 58 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y que aglutinó a otros gremios por una causa común.
En ese revivir del sindicalismo, en su esencia original, el SUTSEMOP brilló por su ausencia. Total, mientras su dirigente gozara de los privilegios de su cargo, lo demás era lo de menos. Pero todavía hasta el último momento, el dirigente sindical (eso dice él) ha buscado entorpecer el proceso de renovación y que esa dirigencia quede en manos de alguien afín.
No es gratuito que hace unos días el Colegio Electoral denunciara que no había condiciones para organizar el proceso electoral, mucho menos para garantizar el desarrollo de la votación este martes 29 de abril. Y todo por caprichos de Chávez Leandro y por instrucciones del patrón.
Hoy el gremio de burócratas sindicalizados tendrán en sus manos la posibilidad de corregir el rumbo, de elegir una nueva dirigencia que de verdad represente los intereses de la base trabajadora y que, ante injusticias de la parte patronal, sean empáticos y se solidaricen con otros gremios sindicales por una causa común.
Cinco planillas ya hicieron lo propio para convencer a la burocracia de que son la mejor alternativa al desastre que heredará Israel Chávez Leandro: la planilla roja que encabeza Carlos García; la planilla magenta, con Azucena Acevedo al frente; la planilla verde, con Viridiana Ibarra como representante; la planilla blanca, representada por Carlos Acevedo; y la planilla azul, encabezada por Claudia Lorena Ruiz.
Ahí está el caballo de Troya. Así que a la burocracia tocará reflexionar si pueden continuar cuatro años más con la misma dinámica, o darle palo a los intereses externos que lo que menos buscan es proteger los intereses de la base trabajadora. Porque al final, los paliativos valen menos que la dignidad y la certeza laboral. Y no es como que la «nueva gobernanza» se precie de ser justa.
Zacatecas, con «excelente» economía

Al gobernador David Monreal no le gustó que le llevaran la contra en eso de que el periodo vacacional de Semana Santa y Semana de Pascua fue un éxito para la economía y, en su obstinación, insistió en que sus otros datos dicen que «en Zacatecas nos ha ido muy bien«.
Porque para él, no son válidas las cifras expuestas por el gremio de hoteleros, o restauranteros, o de bares y antros, que reportan pérdidas de hasta 30% en sus ventas, o que la ocupación hotelera está aún por debajo del 50%, o que sus niveles aún están muy lejanos de los resultados logrados antes de la pandemia por el COVID-19.
En entrevista con medios de comunicación, el gobernador dijo prácticamente que si esos establecimientos han tenido pérdidas o no han logrado los resultados que esperan es porque «tienen que hacer algunas actividades extraordinarias para mejorar su servicio«.
A su parecer, David Monreal considera que la economía de Zacatecas marcha de maravilla porque se han incrementado los ingresos propios al 100% y que eso es una señal de fortaleza económica.
En sus palabras: «Los ingresos a las finanzas vía servicios, vía impuestos, vía derechos, han mejorado increíblemente y no es un invento, es que ahora se miente con mucha facilidad, se manipula con mucha facilidad y se quiere hacer responsable a otros de lo que es su propia responsabilidad«.
Nada más que en confundir peras con manzanas, obliga que hay leyes que le obligan al estado a la promoción del destino, esfuerzos que han sido insuficientes, carentes de estrategia y de presupuesto para atraer más visitantes que generen la tan anhelada derrama económica y los empleos que tanto falta hacen.
Porque no es tarea de la iniciativa privada la reparación de carreteras para la llegada de visitantes; tampoco garantizar la seguridad de la población; mucho menos diseñar las políticas públicas con las que se promoverá el destino. Al final, de nada sirve tanta certificación de los establecimientos si el estado no hace lo que le toca, así tengan otros datos sobre el turismo y la economía en Zacatecas.
