
Llegamos a la última semana de junio y no parece que se vaya a cumplir el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum para publicar este mes la primera licitación del megaproyecto de la Presa Milpillas en el que se invertirían más de 8 mil 200 millones de pesos para beneficiar a más de medio millón de habitantes de al menos ocho municipios de Zacatecas.
Y no es porque la Presidenta no quiera. Por algo incluyó el proyecto en el Plan Nacional Hídrico de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) con carácter de prioritario. Y es lo único en lo que la federación incluyó a Zacatecas.
Llevarlo a cabo dependía de una tarea fundamental delegada al gobernador David Monreal y a la «nueva gobernanza»: el diálogo permanente con los ejidatarios a fin de liberar los predios que serán ocupados para la construcción de la presa y el acueducto.
Difícil tarea para quien el diálogo ha brillado por su ausencia en 45 meses de administración y que hoy, más con resignación, declara que «si la gente no quiere el beneficio del agua (…) el proyecto, pues no se va a hacer«, en referencia a los cuatro o cinco ejidos que han manifestado abiertamente (y desde la pasada administración, cuando se pretendió echar a andar el proyecto por primera vez) su rechazo a la megaobra que les arrebataría por completo su patrimonio, su identidad y su modo de vida.
No importando estas voces (que están en todo su derecho), el gobernador recae en otro error cuando afirma que el proyecto se abrirá a debate social: «porque justamente eso es la democracia, que las mayorías opinen y decidan«.
¡Ah, caray! ¿Dónde escuchamos eso? Por supuesto: con el cuestionadísimo Viaducto elevado que nadie pidió (y que gracias a los tribunales, no será). Porque cómo olvidar aquella consulta ciudadana (es un decir) mediante encuesta mandada a hacer a través de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) en tiempos del impresentable exrector Rubén Ibarra Reyes, cuyos resultados sirvieron para que la «nueva gobernanza» argumentara que la mayoría de la población respaldaba el proyecto en el que se invertirían más de 3 mil 652 millones de pesos.
Obvio, si a la gente le preguntaron (de manera vaga) si estaría de acuerdo en alternativas viales para mejorar la movilidad, ¿quién se opondría? Pues lo mismo podría ocurrir en el caso de la Presa Milpillas (y quién sabe si también con otra encuesta a modo, mandada a hacer con la UAZ). Si a la gente le preguntaran si estaría de acuerdo en que mejorara el abasto y distribución de agua potable en su domicilio, ¿quién se opondría?
En última instancia, ¿por qué las mayorías deberían decidir sobre los derechos de los ejidatarios que se oponen al proyecto, por mucho que representen una minoría? Recordemos una premisa básica: los derechos humanos no se someten a consulta.
Al final, el gobernador David Monreal intenta persuadir de que este proyecto va porque va y será «por la voluntad y la razón» (no como el lema del escudo de armas de Chile: «por la razón o la fuerza«). Pero para tener la razón y ganar las voluntades hay que informar con transparencia y claridad.
Lástima que en eso de socializar el proyecto, el mandatario dice que «ya está de más» porque alega que ya es de conocimiento de todos. Ajá, y las y los zacatecanos se chupan el dedo…
Imaginemos remotamente que el proyecto avanza y se licita la primera etapa de la obra. ¿Qué garantías hay de que se transparente al 100% el proyecto? Porque no hay que olvidar que con la reciente reforma a la Ley de Transparencia aprobada por la 65 Legislatura, se amplía el catálogo de supuestos por los que los sujetos obligados pueden declarar «reservada» una información de carácter público, y eso incluye la «divulgación de estudios o proyectos, cuando su divulgación pueda causar daños al interés del estado o supongan un riesgo para su realización«.
Si ni siquiera hay garantías para la difusión del proyecto, ¿qué nos hace pensar que se transparentará el proceso de licitación (por mucho que quede en manos de la Federación)?, ¿que certeza puede haber cuando sobran los ejemplos de simulación de licitaciones en tiempos de la Cuarta Transformación?
Conflicto en Trash
Sin decir agua va, y sin precisar detalles, la empresa duranguense Trash Recolección Integral de Residuos Sólidos que ostenta una concesión de nueve años para brindar el servicio en el municipio de Guadalupe informó que por causas ajenas a la operación y control, será suspendido el servicio de manera temporal derivado de la falta de atención hacia la empresa por parte de la Sindicatura, la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Gobierno.

Horas más tarde (porque ya ven que se les da eso del manejo de crisis), el Ayuntamiento de Guadalupe a través de la secretaria de gobierno Raquel Ortiz informó que el municipio no había sido notificado formalmente sobre la supuesta suspensión temporal del servicio, el cual aseguró que no tenía por qué ser interrumpido. Y que en caso de incumplimiento, el Ayuntamiento tomaría las medidas legales correspondientes para con la empresa concesionaria.
Coincidentemente, esta suspensión intempestiva se da luego de la destitución del extesorero Gilberto Zapata Castañeda, sobre cuya familia (incluyendo a su hermano Alejandro Zapata, extesorero en tiempos de Julio «N») recaían las acusaciones sobre presunto desvío de recursos a través de la empresa Trash.
No quisiéramos pensar que esta suspensión temporal del servicio anunciada por la empresa concesionaria sea más una estrategia coercitiva de la familia Zapata Castañeda para sacarle más recursos al Ayuntamiento, cuyo presidente municipal José Saldívar dicen (juran y perjuran) ya no halla cómo dar por terminado de manera anticipada el contrato de concesión que ni siquiera ha llegado a la mitad de su periodo, pues muchos intereses hay de por medio que hasta incluirían a una senadora del malestar y un prófugo de la justicia.
Colofón
Que el Ayuntamiento de Zacatecas que dicen que preside el panista Miguel Valera dio arranque a un ambicioso programa de limpieza de la Capital. ¿Eso incluirá una intensiva limpieza del ambulantaje que se apoderó del primer cuadro de la ciudad? Porque las Ciudades Patrimonio también están sujetas a regulaciones internacionales en materia de ambulantaje…
