La gran estafa del SEDIF (Primera parte)

La estrategia de asistencia alimentaria implementada desde el Sistema Estatal DIF (SEDIF) durante la administración de Alejandro Tello Cristerna fue un éxito electoral, pero un fracaso como política pública.

De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el 2018 había 280.5 mil personas con carencia por acceso a la alimentación; es decir, el 17.4% de la población en el estado. Para el 2020, la proporción se redujo a 277.1 mil personas, que representan un 17.0% del total de la población en el estado.

Esto significa que en dos años únicamente unas 3 mil 400 personas superaron la carencia por acceso a la alimentación, a pesar de que el SEDIF cuenta con un padrón de más de 40 mil beneficiarios tan solo en el grupo de atención prioritaria, sin contar con los desayunos en la modalidad frío y caliente, en los que en conjunto se invirtieron 775 millones 96 mil 256.41 pesos durante todo el quinquenio.

Sin embargo, en la revisión a los padrones de beneficiarios del propio SEDIF, tan solo en los correspondientes al último trimestre del 2019 se detecta la repetición de nombres de beneficiarios en diversos municipios, y en muchos casos aparecen también en padrones de todos los partidos políticos: PRI, PAN, PRD, MC, PT, PVEM, PANAL, PES y MORENA.

También se identifica en los padrones a servidores públicos de diferentes dependencias que no necesariamente pertenecen a grupos vulnerables, al tener percepciones salariales por más de 15 mil pesos al mes; lo mismo que políticos, excandidatos a un cargo de elección popular en los procesos 2018 y 2021 e incluso auditores de la Auditoría Superior del Estado.

El último padrón disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia es el del 2020, no obstante, ya no aparecen los mismos beneficiarios, sino mayoritariamente quienes ya se beneficiaban de programas del bienestar u otros similares del Gobierno federal, incluyendo a las personas que figuran en el padrón de desayunos escolares en frío y caliente, a pesar de que durante el 2020 no hubo ciclo escolar con actividades presenciales, lo que no impidió que estos se siguieran entregando.

El uso de recursos públicos presuntamente con fines electorales pudo ser mayor, al considerar que los padrones del SEDIF son diferentes a los de cada municipio para la misma estrategia de asistencia alimentaria.

Al respecto, según las reglas de operación, varios Ayuntamientos firmaron un convenio de colaboración con el SEDIF para la adquisición de despensas subsidiadas, entre ellos Zacatecas, Guadalupe y Fresnillo. El costo original era de 8 pesos por despensa, aunque el municipio pagaba solo el 50%, con la salvedad de que estos debían recoger los apoyos directamente en almacén central y asumir los costos de distribución en sus respectivos municipios.

En otros casos, se sabe que en los padrones de beneficiarios del SEDIF aparecen figuras públicas (ente representantes populares y servidores públicos) debido a que estas se hacían responsables de la entrega de apoyos, pero sin transparentar quiénes los recibían, un aspecto que es observado con frecuencia por la Auditoría Superior del Estado en las Cuentas Públicas 2018 y 2019 de los municipios que participaron en el programa.

Vivían de programas sociales

Ya desde el 2016 la Coordinación Estatal de Planeación (COEPLA) buscaba implementar un Padrón Único de Beneficiarios, donde se pudieran cruzar las bases de datos de todas las dependencias de la administración pública estatal y municipales, incluyendo el Poder Legislativo y el Gobierno federal, con la finalidad de evitar la duplicidad de apoyos, pero la iniciativa nunca prosperó.

Eso permitió que miles de personas fueran beneficiadas con múltiples programas y apoyos durante la administración de Alejandro Tello, como también se pudo observar en la revisión a los padrones del SEDIF, donde además de la repetición de beneficiarios en un mismo trimestre hasta por ocho ocasiones, sus nombres figuraban en los padrones de otras dependencias.

Hubo personas que durante todo el quinquenio recibieron no solo su despensa del programa de asistencia alimentaria del SEDIF, sino que también recibían apoyos del Servicio Nacional del Empleo delegación Zacatecas; proyectos productivos o despensas de la Secretaría de Desarrollo Social; proyectos productivos de la Secretaría de Economía estatal y federal; de la Delegación del Bienestar e incluso recursos en efectivo de los Ayuntamientos, del SEDIF y de la Jefatura de Oficina del Gobernador, por montos que iban de los 200 a los 10 mil pesos.

Al respecto, son muchos los especialistas y académicos del CONEVAL, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma de Zacatecas, así como de diversas organizaciones no gubernamentales, quienes han insistido en que una política de desarrollo social basada en transferencia de recursos o apoyos en especie no elimina la dependencia de programas para la subsistencia de los grupos más vulnerables, mucho menos cuando no existe una planeación.

Al revisar lo que se reporta en los informes de gobierno del quinquenio de Alejandro Tello, se observa que tan solo en la estrategia de Atención Alimentaria a Sujetos Vulnerables, para el Primer Informe de Gobierno (septiembre 2016-septiembre 2017) se habían entregado 556 mil 162 despensas con una inversión de 51 millones 391 mil 615.12 pesos.

Sin embargo, en el Cuarto Informe de Gobierno (septiembre 2019-septiembre 2020) la inversión se incrementó a 72 millones 30 mil 10.30 pesos, aunque solo se repartieron 483 mil 710 despensas.

Cabe destacar que la propia ASE, en su informe general de la revisión a las Cuentas Públicas 2018 del SEDIF, publicado en octubre del 2020, observó que en esta estrategia no se ejercieron los recursos públicos con eficiencia, eficacia y economía debido a que en la licitación pública solo participó una empresa. No obstante, hubo una empresa en especial que fue la más favorecida por el SEDIF durante la administración de Alejandro Tello.