Como gallinas descabezadas

Pues ya van más de dos meses con esta emergencia sanitaria y la gente anda como gallina descabezada con los recientes anuncios para la transición a la “Nueva Normalidad”, que no es otra cosa que salir a la calle como en Zombieland, porque esta pandemia llegó para quedarse y en adelante cambiará nuestra cotidianidad.

Zacatecas: una rata amarilla

Para esta transición a la “Nueva Normalidad” se tomará en cuenta un semáforo de riesgos que ha elaborado el Gobierno de México y que al menos para este 1 de junio comienza con 31 estados en semáforo rojo con alerta máxima y, como escribió Paty Navidad (¿quién?), Zacatecas como “una rata amarilla en el centro”… Aunque no era amarilla, sino naranja, que significa que es un riesgo alto todavía, por eso usted debe seguir con las medidas de prevención si no quiere que se le pegue el bicho.

¿Y quién vuelve a la chamba?

Por lo pronto, este viernes el gober Alejandro Tello y el alcalde capitalino Ulises Mejía anunciaron los primeros pasos de la transición a la “Nueva Normalidad”. Básicamente vuelve a sus actividades la mayoría de los giros, menos aquellos que impliquen grandes concentraciones de gente (o de más de 20 personas en espacios abiertos), actividades en espacios cerrados (y de serlo, hay chingos de protocolos a cumplir), escuelas, guarderías, gimnasios y antros. ¿Lo bueno? Se reanuda la distribución de cheves…

Tijera al presupuesto

Y con todo el borlote de la emergencia sanitaria por el bicho COVID-19, nuestros dipus locales redujeron nomás 360 millones de pesos al Presupuesto de Egresos. Un poquito por aquí otro tanto por allá, pero al final tremendo trasquilón al Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y organismos autónomos que ahora se aprietan el cinturón, además de cancelar todo tipo de guateques, incluidas ferias, fiestas, convenciones, congresos, exposiciones, espectáculos, foros, festivales y demás farándula para poder echar a andar a nuestra ratita amarillallamada Zacatecas.

Protesta sobre ruedas

Emocionados por la convocatoria que encabezaron varios empresarios (quesque oposición en varios estados, oiga), varios zacatecanos desempolvaron sus carros y camionetas de copetona de Bernárdez para salir a “marchar sobre ruedas” y gritar al ritmo de sus claxons y pancartas: “¡No somos fifís, somos mexicanos!”, “¡así no AMLO!”, “¡Fuera el socialismo!” y demás ocurrencias. Lo súper “estraño” (diría la Paty Chapoy) fue que no querían socialismo, sino catolicismo, confundiendo la gimnasia con la magnesia. Lo bueno es la libre manifestación de las ideas, lo feo es que aún faltan 4 añitos como para seguir gastando gasolina.