A partir de este lunes Zacatecas va de retache a semáforo rojo por el riesgo epime… epime… epimediológico (diría la Elba Esther Gordillo) y aunque las autoridades decidieron no hacer cambios en la estrategia de contención ni prevención, las cifras siguen creciendo y creciendo. Tan solo en la semana que recién terminó se registraron 402 nuevos casos de COVID-19, es decir, un aumento del 27.7% y en el caso de defunciones, hubo 34 en el mismo lapso, un incremento del 21% en el número de fallecimientos registrados. La autoridad ya nos atascó por todos los medios posibles del uso del cubrebocas como principal herramienta para prevenir contagios y mucha racita sigue sin hacer caso. Y no se trata de criminalizar a quien no acate las medidas, como lo han sugerido varios, pero al relajar los protocolos y hacer como que no pasa nada si los omitimos por una escapadita nos volvemos cómplices del aumento de casos en esta pandemia.
Castigo para los muy vivos
El que sí se puso las pilas fue el diputado panista Pedro Martínez, quien propuso ante la Legislatura se sancione a aquellos trabajadores que sacan raja de esta contingencia sanitaria para echar la hueva, ausentarse de sus centros de trabajo y largarse de vacaciones (con salario seguro, faltaba más), excusándose que son grupos de alto riesgo de contagio o presentando falsos certificados para no ir a la chamba. ¡Qué poca! Habiendo tanta racita que ha perdido su empleo en esta contingencia que ya va para cuatro meses y por angas o mangas (pero principalmente por tanta gente irresponsable) va en ascenso en el número de contagios. Hay que tener tantita… y el que tiene tienda, que la atienda, porque cuando uno necesita una chamba, se nota. Luego luego se distingue quién nomás llega a un puesto por ser amigo, compadre, hermano, tío, sobrino o nomás por aplaudir lo suficiente.
Juzgados, a cuarentena
No habían pasado ni 24 horas de que don Arturo Nahle había anunciado que el Poder Judicial era el más arriesgado en todo el país al haber reanudado el 100% de sus actividades en esta contingencia, cuando tuvo que salir a informar en un tweet que debido al cambio en el semáforo de riesgo epidemiológico nuevamente suspenderían labores y quedarían las guardias necesarias en los juzgados de materia penal y familiar, al ser la impartición de justicia una actividad esencial. Ni modo, la salud es primero, pero también la justicia. Muy bien por aquella racita del Poder Judicial que contra viento, maera y pandemia se la sigue fletando y demostrando que en Zacatecas, efectivamente, el trabajo todo lo vence.