#8M: Ni una más

#8M pandémico

Por: Eva Gaytán

Somos la voz de las que callan, porque las han silenciado con golpes, con balas, con palabras, con hambre y humillación; somos las mujeres que día a día nos levantamos para mostrar que el lugar que ocupamos en las calles, las oficinas y los hogares nos lo hemos ganado.

No nos han regalado nada. Son espacios que poco a poco hemos conquistado, que conquistaron nuestras antecesoras; que conquistó mi madre al decir que sus hijas iban a estudiar para que no sufrieran lo que ella.

Los hemos ganado las madres que nos ponemos en pie después de un golpiza de alguien que se sintió superior; los han ganado aquellas mujeres que aún sin enfrentarse a golpes, humillaciones, hambre y otras cosas, se han enfrentado a miradas lascivas, a burlas de hombres que las minimizan, que las tocan y acosan en las calles porque las ven como de su propiedad.

Somos mujeres y hoy muchas no pudimos marchar porque cuidar a las nuestras también es luchar por las nuestras.

Quienes optaron por salir a las calles, sé que lo hicieron de forma responsable, para exigir lo que por derecho es nuestro: “La libertad”. A mí sí me representa cada mujer que levanta la mano para ayudar a una más.

Este #8M pandémico no  nos separa, no estamos en la marcha, no llevamos las pancartas, pero estamos juntas, unidas, como siempre.

Foto: Marvin
Foto: Marvin
Foto: Marvin
Foto: Marvin
Foto: Marvin
Foto: Marvin
Foto: Angie Canales

Otra vez ocho

Por: Lucía Medina

Otra vez ocho, otra vez marzo, otra vez las camisetas moradas, los pañuelos verdes, las caras de rabia, los puños en alto y las gargantas desgarradas.

Otra vez hermanas, otra vez familia, otra vez los cantos, las pancartas, la sororidad, la fiesta, la algarabía, las pintas, las flores, las amigas.

Ahí estuvieron las estudiantes, las académicas, las jóvenes, las emprendedoras, las empresarias, las madres, las novias, las esposas. ¿Sonaron las voces campesinas, las obreras, las que trabajan en la esquina?

Hoy 9: los periódicos, los saldos, los vidrios rotos, los heridos, los “no me representan”, el “pinches locas”, la cotidianidad.

Vuelven los “está bien gorda”, “le faltan chichis”, “yo sí me la cogía”, “a quién se las habrá dado para ser jefa”, los sueldos desiguales y las dobles jornadas.

Y de nuevo: “¿no quieres hijos? Entonces ¿quién te va a cuidar?”; sé madre para que de verdad seas mujer“; “¿mamá tan chiquita?”; “ya estás grande para embarazarte”; Demuéstrame tus ganas de pasar el semestre”.

Mañana: rinde protesta Félix Salgado Macedonio, burocracia nueva, récord de mujeres en el Congreso, la desigualdad permanece, protocolo Alba vuelve. Y otra vez a esperar otro 8 de marzo.

Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales
Foto: Angie Canales