En sesión de la 63 Legislatura, la diputada local Perla Martínez presentó iniciativas para perseguir de oficio la violencia familiar e incluir la violencia simbólica en la ley, entre otras propuestas legislativas.
La diputada consideró urgente que el delito de violencia familiar se persiga de manera oficiosa por parte de las autoridades judiciales, a fin de contribuir a la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las niñas, niños y adolescentes; mujeres y personas adultas mayores
La iniciativa pretende reformar y derogar diversas disposiciones en la materia en el Código Penal del Estado de Zacatecas, pues no prevé que este delito pueda ser perseguido de oficio y eso impide que las autoridades ejerzan acciones tendientes a mitigar su comisión.
Por tal motivo, destacó la necesidad de que el estado de Zacatecas adopte medidas de prevención del abuso y violencia en el hogar, por medio del acceso efectivo a los medios de denuncia, los cuales deberán garantizar una justicia pronta y expedita; así como fortalecer los servicios de respuesta, adoptando canales alternativos de comunicación a fin de ampliar los medios de protección a través de las autoridades judiciales.
“Es de vital importancia desarrollar protocolos de atención y fortalecer la capacidad de los agentes de seguridad y procuración de justicia involucrados en la investigación, así como llevar a cabo la distribución de materiales de orientación sobre el manejo de las situaciones de riesgo”, argumentó.
Perla Martínez también explicó que este tipo de violencia no solo tiene repercusiones en el ámbito familiar, sino que incluso genera afectaciones en el desarrollo del país.
Por otra parte, la diputada local presentó la iniciativa en la que se adicionan diversas disposiciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Zacatecas, en la que se incluye a la violencia simbólica.
Esta se define como la expresión, emisión o difusión por cualquier medio, ya sea en el ámbito público o privado, de discursos, mensajes, patrones estereotipados, signos, valores icónicos e ideas que transmiten, reproducen, justifican o naturalizan la subordinación, desigualdad, discriminación y violencia contra las mujeres en la sociedad.
De acuerdo con la iniciativa, se considerará violencia simbólica en los términos del artículo 9, fracción VII de esta ley, los concursos, certámenes, elecciones, competencias y cualquier otro tipo de eventos que promuevan estereotipos de género y con base en los mismos evalúen de forma integral o parcial la apariencia física de mujeres, niñas y/o adolescentes.
Al respecto, Perla Martínez precisó que las instituciones públicas no podrán asignar recursos, publicidad oficial, subsidios, ni cualquier tipo de apoyo económico o auspicio público a la realización de estos eventos.
En este sentido, señaló que la violencia simbólica es la naturalización del dominio y las jerarquías, así como de los roles y estereotipos de género; se presenta en todos los espacios que constituyen la sociedad y es parte de los cimientos de todos los demás tipos de violencia contra las mujeres y niñas, por lo que limita el ejercicio de los derechos y reproduce esquemas de opresión, discriminación y desigualdad.
Las mayores expresiones de la violencia simbólica tienen lugar a través de estereotipos de género y de la cosificación de las mujeres como se señaló anteriormente, lo que perpetua la violencia y discriminación, ya que fomenta una minusvalía de las mujeres reduciéndolas a categoría de objeto sexual para el disfrute de otros.