Mientras la Cámara de Diputados se convirtió en baño de plañideras con mensajes de despedida a la 64 Legislatura federal, los ministros de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación les corregía la plana y le dejaba una tarea pendiente a la 65 Legislatura, al ordenarle emitir la ley reglamentaria de revocación de mandato.
Nadie de los diputados salientes lo mencionó en sus discursos de despedida. Eso sí, todos aseguraban haber dado lo mejor de sí por el bienestar de los mexicanos. Ya la historia los juzgará.
Mientras tanto, queda esa tarea pendiente que han traído a la mesa los ministros del Tribunal Electoral, que ordenaron al Congreso emitir antes del 30 de septiembre la ley reglamentaria de la revocación de mandato.
A su juicio, este incumplimiento genera una violación constitucional al afectar los derechos electorales de la ciudadanía a participar en el proceso de revocación de mandato. En pocas palabras, no hay seguridad jurídica. Y tampoco es tan fácil como que el presidente Andrés Manuel López Obrador organice este ejercicio democrático, pues la responsabilidad recae nuevamente en el Instituto Nacional Electoral y de no hacerlo, carecería de toda validez.
El problema es que desde el 20 de diciembre del 2019 que se aprobó la reforma para incluir la revocación de mandato, desde entonces ha faltado la ley reglamentaria y en todo este tiempo nadie ha dicho ni pío… hasta hoy. ¡Qué conveniente!
El PRIAN, con agenda progresista y común
Mientras tanto, en el terreno local, diputados electos de la coalición Va por Zacatecas (PRI, PAN y PRD) se reunieron con la senadora Claudia Anaya y los dirigentes estatales de los partidos para cerrar filas e impulsar una agenda común en torno a la seguridad pública, educación, empleo, salud e impulso a la mujer.
Al parecer traen muy clara la película y no se perderán en discusiones tipo “¿y dónde quedó el cocodrilo?”, porque no pretenden perder el tiempo en banalidades. O al menos eso dicen ahora.
Por eso, los diputados electos reiteraron cuál será su prioridad en la 64 Legislatura, impulsando acuerdos para superar el rezago en muchos temas, pero primordialmente la inseguridad, las complicaciones en el sistema de salud derivado de la pandemia (a pesar de lo que digan del INSABI), los problemas presupuestales (nadie puede negar el tremendo recorte a los presupuestos desde la federación y la rasurada que le dieron en lo local), sin olvidar la mejora educativa y desarrollar alternativas para que las mujeres tengan mejores condiciones de vida.
Para nadie es secreto que luego de la elección del 6 de junio, la senadora Claudia Anaya no perdió el tiempo y desde el primer momento aprovechó la coyuntura para erigirse en una figura líder que encabece a una oposición fuerte en lo local que haga frente a lo que han llamado “la nueva gobernanza”, esa que sí pierde el tiempo en lápices, obras de arte y cocodrilos y no en los temas de verdadera urgencia para el estado.
En la Capital, transición ordenada
A diferencia de lo que ocurre a nivel estatal, en la Capital han dado muestra de que a pesar de las diferencias, a todos conviene tener una transición ordenada, sin necesidad de escándalos, llamaradas de petate y acusaciones a diestra y siniestra. Porque todo eso ya se vivió en un largo episodio de “Casos de la Vida Real” (aunque todo parece indicar que las venganzas políticas no han terminado).
La prueba de la conciliación y el acuerdo está en que este miércoles el alcalde Salvador Estrada invitó a Maribel Herrera, esposa del alcalde electo, Jorge Miranda, a participar en un evento del Sistema Municipal DIF, en caso de que desee involucrarse en el trabajo del Ayuntamiento desde una de las partes más sensibles de toda administración.
Hasta donde se sabe, se ha cumplido a cabalidad los compromisos de la entrega recepción, atendiendo con toda la disposición cualquier solicitud de información y las aclaraciones que se consideren necesarias para que no haya duda de lo que se entrega, en qué condiciones, dónde se encuentra y a resguardo de quién, desde los lápices hasta los inmuebles y las obras de arte de plásticos como Ismael Guardado., de quien por cierto inaugurarán una escultura en próximos días para rematar lo que será la administración 2018-2021.
Muchos dicen que esta transición tan pacífica ha sido parte de la naturaleza, valga la redundancia, tan pacífica del alcalde Salvador Estrada, pero tampoco se puede negar que en este corto tiempo al frente del Ayuntamiento ha demostrado capacidad para concertar acuerdos y que los asuntos de importancia transiten de la mejor manera. De los pocos que podrá dormir tranquilo en los próximos años.
Informe de logros y cabos sueltos
Este jueves a las 11 de la mañana el gobernador Alejandro Tello transmitirá un mensaje a través de sus redes sociales en lo que hubiera sido su último informe de gobierno, el cual se vio interrumpido no solo por el semáforo epidemiológico, sino también por la veda electoral con motivo de la Consulta Popular.
A solo 17 días de que termine la administración, al mandatario ya le urge que sea 12 de septiembre para tomar sus maletas y desaparecer por un tiempo del ojo público. Lo ha dicho: por respeto a la administración entrante, pero sin duda el desgaste de cinco años de gobiernos complicados (dos de los cuales han sido en condiciones de pandemia), con un cierre muy violento, sin olvidar la polarización de la sociedad luego del proceso electoral, todo ello le habrá dado dolores de cabeza y también es sano tomarse un respiro para mirar las cosas en perspectiva y reflexionar qué se hizo, qué no se hizo, qué se pudo haber hecho y qué se debió evitar.
Más allá de los compromisos cumplidos y no cumplidos, hubo temas que sí quedarán grabados: no adquirió más deuda para el estado, por fin concretó el Recinto Fiscalizado Estratégico (aunque originalmente sería Aduana Interior), se avanzó en la nómina magisterial federalizada y tocó las puertas de la federación tantas veces como fuera posible para gestionar los recursos que necesitaba Zacatecas.
Pendientes, sin duda, dejará muchos, pero los más notables serán la Presa de Milpillas, la reforma a la Ley del ISSSTEZAC y el Platabús. ¿Puede irse con la conciencia tranquila? Ya la historia lo dirá.