Este lunes a la medianoche concluye el periodo de gestión de la 63 Legislatura, la más gris e improductiva en los últimos años, y que será recordada por no haberse puesto de acuerdo para rescatar al ISSSTEZAC con una reforma consensuada, que no afectara a los trabajadores, pero que sí castigara las omisiones, irregularidades y desfalcos de los presuntos responsables.
Desde campaña, el entonces candidato David Monreal había dicho el 13 de mayo que “según informes de trabajadores”, se habían detectado desfalcos al instituto en periodos electorales del 2013, 2016 y 2018.
Pero pasada la elección, el 10 de julio, dijo que en la 63 Legislatura ya había una iniciativa de reforma para poner solución a la crisis financiera del Instituto. Se refería a la iniciativa enviada a la Legislatura por el gobernador Alejandro Tello en junio de este año y no a la presentada por la diputada local Alma Gloria Dávila en diciembre del 2020.
Ante la controversia que generó la llamada “Ley Tello”, el gobernador optó por ser claro: fue una iniciativa consensuada con el gobernador electo. Así que sorprende que los diputados monrealistas, encabezados por Jesús Padilla, a un día de concluir su gestión digan que se trató de una medida perversa del actual gobierno, cuando ellos mismos no pudieron sacar adelante, primero, el periodo extraordinario de sesiones necesario y, después, la votación necesaria para que la iniciativa consensuada entre ambos mandatarios (saliente y entrante) fuera aprobada por el Pleno.
La incapacidad busca quiebra del Instituto
En un último intento por lograr un hueso en la “nueva gobernanza”, diputados monrealistas justificaron su incapacidad legislativa y de operación política argumentando una oposición “perversa y mezquina” del PRIAN, pero olvidaron que a propuesta del propio Jesús Padilla, se dejó fuera a la Comisión de la Función Pública en la dictaminación de la pretendida iniciativa de reforma, que quedó en manos únicamente de la Comisión de Parlamento Abierto, que él mismo preside.
La llamada “Ley Tello”, paradójicamente, fue más promovida por la “nueva gobernanza”, legitimando la declaración del propio gobernador Alejandro Tello, de que la iniciativa había sido consensuada con el gobernador electo.
Pero la curul les quedó grande y francamente no pudieron con la encomienda más importante que les habían delegado las gobernadoras… el gobernador electo David Monreal.
Por eso se entiende que, como último recurso, hoy salgan los diputados monrealistas a señalar que la única solución es declarar en quiebra al instituto y refundarlo. Como quien dice, ni siquiera existe la alternativa de que la 64 Legislatura asuma el caso y le dé solución con la aprobación de un dictamen consensuado.
Eso sería delegar el costo político de una decisión de esa magnitud a un gobierno y una Legislatura que apenas iniciarían su gestión, a pesar de que ya había apuntados como Xerardo Ramírez para sacar adelante la iniciativa.
Si David Monreal de verdad aplicará lo de “ni los mismos ni lo mismo”, seguro no considerará en su gabinete a los mosqueados de la 63 Legislatura. ¿Verdad?
La nueva gobernanza necesita liquidez urgente
En todo este tema, resulta bien curioso que no se tome en cuenta la iniciativa de su compañera de bancada Alma Gloria Dávila, ya consensuada con los trabajadores y que daría viabilidad al instituto por 7 años. No sería extraño que en los próximos días se insista en desaparecer al ISSSTEZAC. La nueva gobernanza necesita liquidez para arrancar.
¿De dónde más podría sacar recursos? Porque el compromiso de los primeros 100 días no es cualquier cosa. Eso de arrancar con la rehabilitación de las principales carreteras vaya que ocupará de una buena bolsa y, según le han informado los “corre-ve-y-dile” al gobernador electo, recibirá las arcas llenas de polillas y unos cuantos centavos insuficientes para pagar la nómina, ya no se diga aguinaldos, prestaciones y demás linduras burocráticas.
Algunos estiman que bajita la mano la nueva gobernanza andará requiriendo 400 plazas para su gente, mismo número de burócratas que tendrán que ser cesados con todas las de la ley. Pero otros más calculan que las plazas que se necesitan podrían alcanzar hasta 800.
Si dicen que no les dejarán dinero en las arcas, ¿cómo pretenden pagar las liquidaciones necesarias para abrir vacantes? Oh, ya: es que de la desaparición del ISSSTEZAC podrían salir los recursos en lo inmediato, y con la pretendida austeridad republicana, bien pudieran pedirse “aportaciones” de los trabajadores, vía nómina, para mantener a mediano y largo plazo el proyecto de la nueva gobernanza. ¿O acaso no vimos ese modus operandi en la Delegación de Programas para el Desarrollo?
Pónganse a trabajar, responde Perla Martínez
Pero el tema de la reforma a la Ley del ISSSTEZAC tampoco será miel sobre hojuelas. La oposición, eso que llaman “el PRIAN, el PRIAN, el PRIAN”, ha sabido ponerse más de acuerdo que los propios monrealistas, quienes siguen en sus luchas internas por acaparar espacios, aunque al menos a Omar Carrera ya le ganó el profe Fernando Arteaga la dirigencia estatal de MORENA.
En todo este embrollo del tema ISSSTEZAC, fue la diputada Perla Martínez quien les plantó cara a los diputados monrealistas, a los que calificó que cínicos y sinvergüenzas para la izquierda, parafraseando aquella frase de “cooperas o cuello”, con la pretendida desaparición del Instituto ante la incapacidad legislativa para sacar adelante una reforma consensuada.
La priísta recordó que es mentira que se agotara el tiempo y el diálogo sobre el tema, pues mientras el problema persista no es capítulo cerrado. También les echó en cara que aunque esté por concluir en unas horas la 63 Legislatura, no exime de responsabilidad a la 64 Legislatura, cuyos diputados electos también deberán hacer lo conducente en lo inmediato si de verdad se pretende rescatar al Instituto.
Incluso les recuerda que en el siguiente periodo legislativo, MORENA y sus aliados tendrán mayoría en el Congreso y fácilmente podrían aprobar un dictamen a modo… a menos que en la coalición Juntos Haremos Historia ya haya fracturas, como han dado a entender con el coqueteo de Enrique Laviada (y su aliado Cuauhtémoc Calderón) con Movimiento Ciudadano, un partido que tampoco está descartado en la ruta al 2024 para el senador Ricardo Monreal.
Y a todo esto: ¿dónde quedó el presidente de la Comisión Permanente, Javier Calzada?
DAVID Monreal será el primer gobernador que no de el grito desde Palacio de gobierno, su pánico escénico y falta de lidezasgo se lo impiden, en cambio hará una cena el palacio de convenciones con algunos de sus allegados (sólo quien decida Verónica Díaz) así inciar a su gobierno lejano a la sociedad.