Sin decir agua va, la nueva gobernanza publicó en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado los “Lineamientos de Austeridad Republicana en Materia de Recursos Humanos, para la Administración Pública del Poder Ejecutivo del Estado de Zacatecas”. ¡Y que se arma la chimba!
En apenas 9 artículos del documento se describe el procedimiento para revisar y depurar la nómina estatal, procurando hacer recortes del 25% en la plantilla de cada dependencia, excepto en las áreas de salud y educación, aunque tampoco quedarán exentos de estas medidas.
Entre las cosas positivas del documento está la posibilidad de eliminar “aviadores” o incluso regular las funciones de trabajadores que permanecen en la incertidumbre, pero realizan diversas funciones.
Lo preocupante es el procedimiento establecido en el artículo 7 para una oferta alternativa de trabajo, “sugerir” acogerse al Programa de Retiro Voluntario, reubicación a otras áreas y si ninguna medida funciona, pues a darles las gracias (si bien les va a los trabajadores) y esperar el proceso legal para su recisión.
Lo interesante del caso es que los ahorros generados del Capítulo 1000 se pretenden destinar a recursos de libre disposición, que pueden aplicarse en amortización de la deuda pública, obra pública y en algunos casos, servicios generales. Solo que para aplicar esta fórmula primero requerirán del aval de la Legislatura… ¿Ya se puso las pilas la secretaria de Gobierno, Gabriela Pinedo?
Y que hace berrinche González Romo
A propósito de la Legislatura, vaya berrinche de protagonismo el que se aventó el diputado Ernesto González cuando se discutía un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo a que se paguen las pensiones alimenticias de los trabajadores que tenían esta obligación (y a quienes siguen reteniendo su salario).
Y es que el discípulo de la senadora Soledad Luévano afirmó que solo se trataba de una medida hipócrita para lucir en la foto por una medida que no iba a prosperar porque los exhortos “son llamados a misa”.
Tal vez si el pleno hubiera votado por unanimidad el exhorto se hubiera mostrado mayor unidad entre los diputados de todas las bancadas en un tema tan sensible y quizás hubiera tenido mayor incidencia para que se cumpla, al considerar que un exhorto es una de las herramientas del Ejecutivo para la interlocución con los otros Poderes.
En su afán de protagonismo, González Romo propuso que en lugar de que el Ejecutivo pague las pensiones alimenticias (que es una obligación constitucional), se descontara a los diputados el 100% de su salario para repartir ese recurso entre los menores afectados. ¿Cuál medida es más populista: pedir al Ejecutivo que cumpla con un ordenamiento legal o jugarle a la “hermana de la caridad” para lucir en una foto?
El bloque oficial, abierto a la pluralidad
Quién sabe si la ausencia del diputado Enrique Laviada influyó para que, solito, el diputado Ernesto González se pusiera el pie y se evidenciara como un legislador insensible con ciertas causas, que solo llegó para ser el Noroña de Zacatecas.
Lo cierto es que al menos en el bloque oficial, ya se vio que no todos están dispuestos a hacerle segunda al fresnillense y vaya que le plantaron cara diputados como Priscila Benítez, Fernanda Miranda o Xerardo Ramírez, quienes le reprocharon su falta de tacto al meterse con el derecho a la alimentación de los menores por meros revanchismos políticos.
No hay duda de que el bloque oficial seguirá siendo oficial y votando como aplanadora en muchos temas, pero hoy se advierte que habrá momentos de voto razonado en los que pueda triunfar la democracia en un debate más plural que solo estar hablando con la pared.
Como esta actitud no agradó al diputado González Romo, su berrinche llegó a tal grado de abandonar el recinto legislativo mientras su homóloga Roxana Muñoz (también del bloque oficial) leía una iniciativa en tribuna. Y como se llevó consigo a quienes le hicieron segunda en su reserva, se rompió el quórum y hubo que suspender la sesión.
También quedó claro que el diputado José Luis Figueroa es de “esos tibios que vomita Dios” al abstenerse en las votaciones para no comprometerse a nada, lo que es lo mismo que cobrar una dieta de 50 mil pesos por no hacer su trabajo de representar al pueblo.
¿Otro nombramiento?
Y aunque el gobernador David Monreal hubiera asegurado este miércoles que ya por fin estaba completo el gabinete, este jueves todavía entregó un nombramiento más, el de Saúl Cordero Becerril como director del Instituto Zacatecano de Educación para Adultos (IZAI).
¿Lo recuerda? Fue candidato a la presidencia municipal de Trancoso, luego de ser una de las cuotas de la súperdelegada Verónica Díaz Robles para imponer a Servidores de la Nación en varias candidaturas.
Y no solo eso, también fue parte de los porros que reventaron las asambleas de MORENA, como la del distrito 3 en la que él participó acompañado de otros Servidores de la Nación, rompiendo vidrios del hotel Chulavista donde se desarrollaban las actividades e incluso con reportes de que había agresiones armadas en los alrededores.
Como bien se documentó hace dos años, en octubre del 2019, la asamblea en este y otros distritos fueron saboteadas al grado de ingresar personas ajenas al partido para robarse las urnas a punta de violencia, en hechos en los que también habría participado la nueva subsecretaria de Promoción Turística, Teté Inguanzo. ¡La pura finura en la nueva gobernanza!
Al nuevo titular del IZEA lo presentan como licenciado en Derecho por la UAZ (aunque no cuenta con su cédula profesional), mientras que en el Ayuntamiento de Trancoso ha sido contralor municipal, coordinador de Comunicación Social y director del Instituto de la Juventud. De los mejores perfiles, ¿verdad?