La Organización México Cómo Vamos, integrado por científicas y científicos investigadores, junto con la iniciativa Social Progress Imperative, publicó la segunda versión estatal del Índice de Progreso Social (IPS) México 2015-2020, con el fin de proporcionar una herramienta de medición e incidir en las políticas públicas de desarrollo social que enfoquen recursos en las necesidades particulares de cada estado del país.
El IPS incluye cifras revisadas por entidad federativa. Dicho índice de indicadores sociales y ambientales está basado en tres dimensiones: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades. A través de este índice es posible evaluar el nivel de vida de la población de los diferentes estados del país previo a la pandemia.
El estudio señala que México ocupa la posición 68 en el IPS global 2021. Tiene sus calificaciones más bajas, ya que ha mostrado deterioro en los componentes: Derechos personales, Seguridad personal y en el Inclusión. En los componentes de seguridad personal y acceso a educación superior México tiene peor desempeño que el promedio mundial.
México ocupa el lugar 160 de 168 países en tasas de homicidios, el lugar 124 en acceso equitativo a educación de calidad, la posición 122 en frecuencia de censura a la prensa, el lugar 129 en acceso equitativo a servicios de salud de calidad, y el lugar 136 en acceso a instituciones de justicia.
En la edición 2020 del IPS, 22 entidades mantuvieron un puntaje similar respecto al IPS 2019; 8 entidades mostraron incrementos en el puntaje, los mayores aumentos los tuvieron: Baja California Sur, Tlaxcala y Sinaloa. En contraste, los únicos estados que mostraron disminuciones en el puntaje fueron Querétaro y Zacatecas. Entre 2019 y 2020, Querétaro pasó de la posición 2 a la 7 y Zacatecas del lugar 23 al 26. Tabla 1.
¿Cómo va Zacatecas?
Esta segunda versión del Índice incluye un análisis comparativo de entidades con niveles de producción similares que permite determinar si una entidad tiene mejor o peor desempeño y qué tan eficiente es en la gestión de sus recursos disponibles.
Para este análisis se utilizó el PIB per cápita (sin actividad petrolera), dividido en tres categorías: 1) PIB per cápita alto (mayor o igual a $150,000); 2) PIB per cápita medio (menor a $150,000 y mayor o igual a $95,000); 3) PIB per cápita bajo (menor a $95,000).
En la tercera categoría se encuentran 11 entidades federativas con ingresos más bajos y el peor desempeño del IPS. Oaxaca, Chiapas y Guerrero, ocupan los últimos tres lugares, tanto en el PIB per cápita como en progreso social. Otras entidades de este grupo son: Estado de México, Tlaxcala, Veracruz, Tabasco, Puebla, Michoacán y Zacatecas.
Zacatecas se ubicó en la posición 26 en el desempeño del IPS en 2020 y en el lugar 23 en términos de PIB per cápita ($91.715). En la dimensión Necesidades Humanas Básicas se colocó en el lugar 29 (en 2019 ocupaba la posición 26); en Fundamentos del Bienestar en la posición 23 (en 2019 se encontraba en la posición 25) y en Oportunidades, en el lugar 19, al igual que en 2019.
En esta categoría el estado de Hidalgo se destaca por “hacer más con menos”, pues aunque se coloca en el lugar 27 en PIB per cápita, se ubica en la posición 18 del IPS.
Necesidades Humanas Básicas
Esta dimensión proporciona un panorama de la calidad y disponibilidad de servicios y condiciones necesarias para otorgar un nivel de vida adecuado a la población de cada entidad. Sus componentes son: Nutrición y cuidados médicos básicos; Agua y saneamiento; Vivienda y Seguridad personal.
El mayor daño que dejó la pandemia fue la pérdida de vidas humanas. La dimensión de Necesidades Humanas Básicas es la más afectada, pues aumentó el exceso de mortalidad en la entidad. En 2020, Zacatecas se ubicó entre los estados con peor desempeño en esta dimensión, además de Tabasco, Morelos, Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Tabla 2.
En 2020, la Seguridad Personal es el componente con peor desempeño en la dimensión de Necesidades Humanas Básicas. Zacatecas se coloca entre las entidades con peor puntaje, al igual que: Guanajuato, Chihuahua, Baja California y Colima.
Fundamentos del Bienestar
Esta dimensión evalúa la matriculación en educación básica, así como la paridad de género en las escuelas, la calidad de la educación y define si las personas tienen bases educativas para mejorar sus vidas; además de componentes ambientales y relevantes para la salud de sus habitantes.
Esta dimensión sufre un efecto negativo debido al incremento en la escala de exceso de mortalidad en el subcomponente Salud y Bienestar, el cual define si las personas viven vidas largas y saludables. Sin embargo, Zacatecas registró aumento en la tasa de suicidios. Tabla 3.
El subcomponente Calidad Medioambiental evalúa si el estado está usando sus recursos de manera sustentable, tomando en cuenta variables de áreas verdes, manejo de residuos, así como las prácticas cotidianas en la materia que su población lleva a cabo. Zacatecas se ubica en la posición 31 debido al bajo porcentaje de hogares que utilizan focos ahorradores.
Oportunidades
Evalúa las posibilidades y herramientas a las que los habitantes de cada entidad pueden acceder para lograr un mayor desarrollo personal y profesional, tales como: derechos personales, libertad personal y de elección, inclusión y acceso a educación superior.
Zacatecas presentó un avance de 10 puntos en esta dimensión, entre 2015 a 2020, al pasar de 48.1 a 58.3. Aumentó el porcentaje de hogares con título de propiedad, confianza en los vecinos y en la inclusión de personas LGBT+, colocándose en cuarto lugar en los tres subcomponentes. Tabla 4.
Recomendaciones
En el estudio recomiendan que si se quiere mejorar, se debe reconocer la magnitud del golpe que significó la pandemia en nuestro sistema de salud. Y para poder rescatarlo es necesario direccionar más dinero público.
En los componentes relacionados con indicadores educativos, observan una tendencia desigual en el territorio nacional, ya que la principal beneficiaria es la capital del país. Recomiendan descentralizar el acceso a la educación y adaptar los planes de estudio para poder incorporar las pérdidas de aprendizaje durante los períodos de confinamiento.
En la dimensión Oportunidades, uno de los componentes en los que las entidades del país registran un mayor retraso y estancamiento es el de Libertad Personal y de Elección. En este se incorporan indicadores laborales (informalidad, tiempo de traslado, jóvenes que no estudian ni trabajan) y de natalidad (embarazo adolescente).
El estudio señala que para la recuperación, los esfuerzos se deben enfocar en la reincorporación de las personas que perdieron su empleo, pero también en la creación de nuevos puestos laborales, sobre todo para las mujeres.
Asimismo, revalorar el trabajo de cuidados, especialmente el no remunerado. Las mujeres, independientemente de su condición de actividad, invierten una jornada laboral o más en trabajo doméstico y de cuidado. Este es un trabajo que se ha invisibilizado y que empuja a muchas mujeres a optar por trabajar en el mercado informal.