Atrapados entre dos culturas

Por: Giselle Arellano Ávila

La analista del fenómeno migratorio, Giselle Arellano Ávila, aseguró que, por décadas, en México la migración a provocado el desmembramiento de la célula familiar, dando paso a otras formas de integración socio-cultural sobre todo entre los jóvenes migrantes, que son atrapados en un país multicultural a través de su música, la alimentación, el idioma y hasta los usos y costumbres que se les presentan en el día a día. 

En los procesos migratorios, señaló la analista Giselle Arellano Ávila, las familias que buscan llegar a Estados Unidos, tienen una cultura propia que, al llegar al país vecino, se ve desplazada por la diversidad cultural que envuelve a los habitantes del territorio norteamericano donde los migrantes no solo participan en la actividad económica sino en un diario acontecer cultural diferente al de sus países de origen.

En este sentido, Giselle Arellano Ávila informó que los jóvenes migrantes constituyen más del 10 por ciento de los 232 millones de migrantes internacionales que radican en diferentes países como Estados Unidos, donde los migrantes buscan oportunidades de empleo debido al elevado desempleo que se da en sus países y por supuesto en México, donde es lamentable, -dijo la analista Giselle Arellano Ávila- no hay oportunidades de trabajo para los jóvenes recién egresados de las Universidades ni mucho menos para quienes no cuentan con estudios.

Sin embargo, Giselle Arellano Ávila dijo con preocupación que los jóvenes que desde su niñez migraron al vecino país, se incorporan a las escuelas generales monolingües en español, donde su lengua y cultura son invisibilizadas, lo que ocasionó en determinado momento que presentarán rezago educativo o desertarán debido a que en las aulas escolares se integraban niños con precariedad económica y pequeños migrantes, generando así una diversidad cultural y lingüística que creaba la complejidad en el aprendizaje dentro del entorno escolar.

Por ello, Giselle Arellano Ávila manifestó la necesidad de que los migrantes mexicanos de cualquier edad, no olviden su país de origen y mucho menos sus raíces, su cultura, sus tradiciones y por supuesto los platillos típicos de este país llamado México que a pesar de no darles la oportunidad de empleo, los migrantes en todo momento añoran regresar a su tierra.