Abusos en Casa Hogar del SEDIF

El caso no trascendió a medios de comunicación y ha tratado de mantenerse oculto; sin embargo, hoy se sabe que el pasado jueves 1 de septiembre acudieron policías ministeriales a la Casa Hogar para Adolescentes que administra el Sistema Estatal DIF, la misma que sirvió de argumentación a la nueva gobernanza para justificar las corridas de toros porque, de cancelarlas, “se afectarían los derechos de los menores”.

El motivo de la “visita” de los ministeriales (o llamados policía de investigación) fue la detención de un joven internado que había sido acusado de abuso sexual en contra en otro menor de la misma Casa Hogar.

Hasta donde se sabe, es el primer caso del tipo ocurrido durante esta administración; sin embargo, no es la primera vez que pasa, pues ya durante el quinquenio del exgobernador Alejandro Tello se habrían registrado casos similares.

Según fuentes al interior del SEDIF, la entonces presidenta honorífica del SEDIF, Cristina Rodríguez, ya habría tenido conocimiento de los abusos cometidos no solo en la Casa Hogar para Adolescentes, sino también en la Casa Cuna “Plácido Domingo”, pero durante su gestión (y de los entonces directores del Sistema y de los responsables de la tutela de los menores) nunca se habría atendido esta situación.

Por lo pronto, el menor detenido la semana pasada ya fue remitido al Centro de Internamiento y Atención Integral Juvenil, mejor conocido como “Tutelar de Menores”, para ser procesado.

La noticia coincide con la reciente sesión ordinaria del Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes de Zacatecas (SIPINNA) en la que, según relatan, no se habría sometido el tema a consideración de las instituciones que lo integran para tomar acciones preventivas y correctivas. ¿Algo que tengan que informar la presidenta honorífica, Sara Hernández, o el actual director Humberto de la Torre?

Ken es Ken

Pues por fin llegó a tierras zacatecanas el embajador de Estados Unidos en México, Kenneth Lee Salazar, mejor conocido como “Ken Salazar”, rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad.

Su llegada fue antecedida por un par de mensajes en las redes sociales del embajador en las que reiteraba los motivos por los que Zacatecas tenía un grave estatus en las alertas de viaje para ciudadanos estadounidenses.

La gira incluyó recorridos por la única cuadra del Centro Histórico que parece conocer la nueva gobernanza; una comida con funcionarios estatales y municipales, así como diputados locales, en los patios del Museo Rafael Coronel al más puro estilo del priísmo neoliberal (y olvidándose de toda “austeridad republicana” porque para impresionar ahí sí no hay subejercicios); visitas exprés a la Catedral y al Santuario del Santo Niño de Plateros, en Fresnillo; así como un breve encuentro en Palacio de Gobierno.

Y por supuesto que hubo compromisos, algunos de los cuales ya se ejecutan, como el apoyo para reacreditar tres penales (y uno más en proceso); apoyo para acreditar seis laboratorios forenses; apoyo para la acreditación internacional de la academia de policía; la entrega de simuladores de manejo; capacitación en emergencias; apoyo en certificación de 21 fiscales para estandarizar desempeño; además de completar diagnóstico para recomendaciones a la fiscalía del estado. Cosas muy similares a lo que ya se incluía en el llamado “Plan Mérida” y en algunos casos, al Plan Zacatecas II.

Quién sabe si sería cosa de los asesores de la nueva gobernanza, del gobernador David Monreal o incluso del senador “anfitrión”, Ricardo Monreal. Pero “unos genios” tal vez creyeron que la sola visita del embajador Ken Salazar cambiaría el estatus de Zacatecas en las alertas de viaje.

La realidad es que solo se trataba de seguir generando percepción entre la población, pues sabido es que estas alertas de viaje se basan en diferentes indicadores que no cambian en lo inmediato, por lo que es predecible que tras la visita del embajador no existan modificaciones en la alerta para Zacatecas.

Lo destacable de esta visita es que demostró que los hermanos Ricardo, David y Saúl Monreal no están divididos, por mucho que despotrique el alcalde de El Mineral en contra del gobernador. Y es un mensaje que se da a unos días de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que muchos esperan una definición en las lealtades de David Monreal. ¿Acaso no quedó claro durante la visita del embajador?

¿Diputados chamaqueados?

Lo dijo el diputado Enrique Laviada durante su intervención en la sesión del periodo extraordinario convocado el pasado viernes: incongruentes. Se refería a quienes debajo del agua o con total cinismo habían aceptado la oferta de la nueva gobernanza para el próximo periodo ordinario que iniciará esta semana.

Hasta donde se sabe, la nueva gobernanza habría ofrecido hasta 750 mil pesos por diputado a cambio de dos condiciones: que el diputado Ernesto González presida la mesa directiva en el periodo ordinario que está por iniciar y que los grupos parlamentarios del bloque plural ampliado se abstuvieran de intervenir el próximo 8 de septiembre si querían la presencia del gobernador David Monreal en el recinto legislativo para la entrega del primer informe de gobierno.

A cambio, los diputados del bloque plural ampliado tendrían la libertad de aprobar en los términos que decidieran los dictámenes de la Cuenta Pública 2020 del Gobierno del Estado, y para ello contarían con el respaldo del bloque oficial.

Y así fue: entre diputados del oficialismo y de la que se dice “oposición” aprobaron dichas cuentas públicas con observaciones por apenas 35 millones de pesos, pese a los escándalos de corrupción que ha gritado a los cuatro vientos la secretaria de la Función Pública, Humbelina Elizabeth López Loera. Un gancho en el hígado… o en el orgullo.

Solo que estos acuerdos también pueden leerse desde otra perspectiva. Por ejemplo, los 750 mil pesos ofrecidos a cada diputado no se tratan de una ampliación presupuestal, sino de un adelanto de sus propios recursos. ¿Chamaqueados?

Tampoco es que la nueva gobernanza tenga buenos asesores, pues el acto de entrega del informe de gobierno ante el Poder Legislativo es una falacia, considerando que la réplica de los diputados no necesariamente es “la voz del pueblo” al que dicen representar, son lugares comunes de lo que ya ha evidenciado el periodismo incómodo desde el inicio.

Finalmente este acto solo se trata de un espacio de lucimiento personal de los diputados, sin mayor consecuencia jurídica respecto a las fallas y omisiones de la nueva gobernanza. Y también es un espacio de lucimiento para el gobernador, cuyo mensaje tampoco tiene consecuencias jurídicas, únicamente de percepción.

Finalmente el costo de tener una entrega del informe en condiciones “tersas” en la 64 Legislatura no fueron los 750 mil pesos por diputado, sino la aprobación de unas cuentas públicas 2020 a modo. Así pues: ¿quién fue más chamaqueado: los diputados o la nueva gobernanza? Y ahí viene el reparto de comisiones… A ver si le amarran las manos al “vulgar ambicioso” del diputado José Guadalupe Correa.