¿Cuántas marchas más?

En Zacatecas ya hemos perdido la cuenta de cuántas manifestaciones se han realizado desde que David Monreal rindió protesta como gobernador constitucional, aunque no ejerza.

Y aunque se trata de un legítimo derecho a la protesta ante situaciones que lastiman al estado, en pocos casos han incidido en la atención de la autoridad, más concentrada en el proceso electoral que se avecina, encerrada en su burbuja de «transformación» que no ve ni oye el reclamo ciudadano.

Sobre la marcha convocada este miércoles, algunos dirán que fueron 10 mil, 12 mil o 15 mil universitarios por las calles del Centro Histórico exigiendo paz y seguridad para Zacatecas.

Lo cierto es que se trató de la marcha más numerosa en lo que va de la actual administración y que no solo integró a estudiantes y académicos de la Máxima Casa de Estudios, sino a múltiples gremios que a gritos hoy exigen que la autoridad actúe contra esta violencia que sigue dañando a familias enteras.

Y mientras el gobernador David Monreal recibía en el Museo Manuel Felguérez al embajador de Canadá en México, Graeme Christie Clark, haciendo pasar a trabajadores de Comunicación Social como secretarios del gabiente (hasta sus funcionarios le hacen vacío), la Plaza de Armas se convertía en el clamor de miles y miles de zacatecanos que quieren paz y seguridad para el estado.

Porque esta violencia tiene entre la mayoría de su víctimas a jóvenes de entre 15 y 29 años de edad, ya sea porque están desaparecidos, porque no han sido localizados, o porque perdieron la vida en un hecho delictivo. Y son estadísticas oficiales.

Pero no es el único problema al que se enfrentan los universitarios (y los zacatecanos en general). La inseguridad en las carreteras, donde hay que encomendarse a Dios para que no les toque un narcobloqueo, ha obligado a implementar en diversas ocasiones la modalidad de clases virtuales o incluso la cancelación de actividades académicas.

A ello hay que sumar la situación que viven diferentes municipios, tanto en el norte como en el sur del estado, que han impedido el traslado de estudiantes a los campus de la UAZ para asistir a clases, especialmente con la cancelación de corridas de autobuses o el temor a viajar en carretera.

Pero en medio de esta marcha también hubo un fuerte reclamo al rector Rubén Ibarra Reyes, primer convocante de la manifestación días después de que el Consejo Universitario, con trampas, aprobara una extensión del periodo de las autoridades administrativas por un año más. ¿Una marcha para legitimarse?

Lo cierto es que Ibarra Reyes era la persona menos indicada para hacer la convocatoria a una marcha donde se exigía paz y seguridad. Habrá que recordar que se ausentó del Foro de Consulta para la Integración de la Estrategia Estatal para la Construcción de Paz, Prevención y Convivencia Ciudadana (cuyos resultados no se han dado a conocer), convocado por el «gobierno de la transformación» y, en su lugar, envió al académico Marco Antonio Torres Inguanzo.

Eso sí, el Rector hizo todo al revés y antes de marchar este miércoles, se reunió con autoridades estatales (entre las cuales estaban la secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo; y el fiscal Francisco Murillo), donde se establecieron tres compromisos: la construcción de una mesa de trabajo conjunta permanente; poner al máximo la capacidad de las instituciones para avanzar en la búsqueda de la paz y la reconstrucción del tejido social zacatecano desde sus ámbitos de competencia; y la colaboración interinstitucional vía convenio para desarrollar estrategias conjuntas que contribuyan a la protección de la comunidad universitaria. O sea, nada concreto.

Por eso, las palabras de Rubén Ibarra en la Plaza de Armas fueron ahogadas por el clamor de los universitarios que no solo exigían la renuncia del gobernador David Monreal (¿les recuerda algún «quinquenio diferente»?), sino también la del propio Rector.

Se trata de jóvenes universitarios que quizá sean becarios del programa «Jóvenes Escribiendo el Futuro», o que sus padres o abuelos reciban la pensión para adultos mayores o la pensión para personas con discapacidad.

Jóvenes en cuyo hogar tal vez llegó algún programa del «gobierno de la transformación», pero que tomando las calles, unidos en una sola voz, demostraron que actualmente no hay programa o política social que dé respuesta a la exigencia colectiva en el «tema de temas»: la inseguridad.

Ojalá que la corrupción del rector Rubén Ibarra y del Consejo Universitario no manche el principal motivo de la marcha: la exigencia de justicia, paz y seguridad para Zacatecas.

Aprueban Plan B

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se victimizara por la no aprobación de la pretendida reforma electoral, al no obtener mayoría calificada por ser reforma constitucional, propuso modificaciones a leyes secundarias como un Plan B, el cual finalmente fue aprobado en su última parte en sesión del Senado de este miércoles con 72 votos a favor, 50 en contra y cero abstenciones.

¿Cómo votaron los zacatecanos? Pues no es novedad: a favor se pronunciaron con su voto Geovanna Bañuelos, Soledad Luévano, José Narro y Ricardo Monreal (quien anteriormente había votado en contra como medida de presión para ser considerado entre las «corcholatas» presidenciables). En contra, únicamente Claudia Anaya.

Parte importante de lo aprobado este miércoles es que se dejó fuera la cláusula de «vida eterna» a los chiquipartidos, que no podrán sobrevivir mediante la transferencia de votos, sino que tendrán que juntarlos de manera efectiva en las urnas.

Con estos cambios se busca reorganizar y delimitar las tareas del Instituto Nacional Electoral, con recortes a su presupuesto y el cierre de oficinas para generar ahorros millonarios.

Sin embargo, aún es muy pronto para cantar victoria, pues hasta donde se sabe hay 47 acciones de inconstitucionalidad y 31 controversias constitucionales que tendrán que ser resueltas por los tribunales federales.

Mientras eso ocurre, sigue en pie la protesta de este domingo 26 de febrero en todo el país, y en Zacatecas se sumarán con una manifestación partiendo de la Plaza de Armas a las 10:30 de la mañana. ¿Defender al INE o los intereses de un grupo político? He ahí la cuestión…

3 comentarios en “¿Cuántas marchas más?”

  1. Solo aclarar que la manifestación de protesta programada para el próximo Domingo 26 de Febrero no es marcha que parta de la plaza de armas sino que es ahí mismo el lugar donde se pretende haya una gran concentración ciudadana en defensa del voto y en contra del plan B de AMLO, participemos con responsabilidad

  2. So far, we have lost count of how many protests have taken place in Zacatecas since David Monreal resigned as the constitutional governor, even though he does not exercise that office. And although it is a legitimate right to protest under conditions that harm the state, in most cases they have not had an impact on the attention of the authority, more focused on the upcoming electoral process.

    What do you think are the reasons for this?

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