Tras varias semanas de presión social y mediática por tanta obstinación e indolencia, por fin el alcalde de Jerez, Humberto Salazar Contreras, anunció la cancelación de la Feria de la Primavera 2023 tras reconocer que no hay condiciones de seguridad para llevarla a cabo.
Alguien o algo rompió su burbuja de necedad para que cambiara de opinión e hiciera el anuncio en un videomensaje donde además quedó en evidencia que lo suyo, lo suyo, no es hablar en público.
Pero su burbuja no reventó por epifanía. No cuando muchos fueron testigos de la indolencia e indiferencia con la que atendió a la madre de Frida Sofía al plantarse en un evento público para exigir acciones concretas en la búsqueda de su hija, desaparecida desde el 10 de febrero en aquel Pueblo Mágico.
Tampoco fue el dolor por el que atraviesan más de 4 mil jerezanos que han sido desplazados de sus comunidades y dejaron atrás su vida entera, paradójicamente, para conservar su vida.
Mucho menos fue la masacre ocurrida en el bar El Venadito en el que fueran acribilladas al menos siete personas y otras seis más resultaran heridas. Tampoco fue la lista de fichas de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas en este Pueblo Mágico, que ya acumula más de 10 casos en lo que va del año.
Ni siquiera pensar en que hubiera atendido con oportunidad el exhorto de los diputados locales para cancelar las festividades, incluso el propio fiscal Francisco Murillo Ruiseco se habría aventurado a decir que no había condiciones para llevar a cabo la Feria de la Primavera, mientras el secretario de Turismo, Le Roy Barragán, y el secretario de Seguridad, Arturo Medina, tampoco metían las manos al fuego por el alcalde porque, dijeron, respetaban la «autonomía» del municipio.
Quedó claro que para Humberto Salazar, eso de la empatía y el actuar con responsabilidad no es lo suyo desde el momento en el que, semanas atrás, anunció la cancelación de la Jerezada no por voluntad propia, sino por instrucciones de un tribunal.
Y su obstinación fue más allá cuando se mantenía firme en que se realizara el Carnaval de Primavera, a pesar de que las candidatas a reina declinaron su participación horas antes del evento de coronación, sin olvidar la cancelación de las bandas Código Inicial y La Auténtica de Jerez; todos, argumentando empatía con las víctimas de la violencia que hoy sigue azotando al municipio.
La indolencia del presidente municipal llegó a un punto de indignación cuando se le vio en el mitin de la «corcholata presidencial», el senador Ricardo Monreal, su compadre, mientras Jerez ardía entre las llamas de la inseguridad.
Esta decisión del alcalde llega después de que la violencia tocó al Cabildo, tras el asesinato de Víctor Hugo García Ultreras, sobrino de la regidora Jackie Ultreras, y luego de que el comité organizador de la feria se pronunciara por la cancelación de las fiestas debido a la inseguridad.
A tal grado llegó la farsa del videomensaje que hasta el gobernador David Monreal «celebró» la cancelación de la Feria de la Primavera y reconoció una «actitud responsable» del alcalde con esta decisión.
Con esta nula credibilidad, hoy hemos de creer que Humberto Salazar ha tenido como prioridad «tener un Jerez seguro» y que esta decisión de cancelar las festividades se tomó luego de escuchar a todas las voces críticas, «algunas malintencionadas», según dijo en su propio videomensaje. Que alguien le avise al que ni ve, ni oye que el Día de los Inocentes es hasta diciembre.
Eso sí: el alcalde aseguró que en próximos días se dará a conocer el plan para pacificar el municipio y adelantó que los 16 millones de pesos que se destinarían a la realización de la feria se canalizarán a apoyar a los comerciantes que no han visto lo duro, sino lo tupido con esta ola de violencia y el bache económico que hoy tiene en vilo a Jerez.
Lo dijiimos aquí y hoy lo reiteramos: no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre…
En riesgo, pago al magisterio
De acuerdo con cifras oficiales, Pemex reportó una pérdida de 172 mil 567 millones de pesos en el cuarto trimestre del 2022, pero estas pérdidas resultan alarmantes si se considera que durante todo el año pasado las pérdidas de la parestatal superaron el monto que recibió nuestro país en inversión extranjera directa durante el mismo periodo (más de 35 mil millones de dólares).
Este déficit por supuesto que impacta en la economía nacional, pues no en pocas ocasones el gobierno federal ha apoyado financieramente a la paraestatal con recursos no presupuestados que podrían ser utilizados en otros rubros como la salud o la educación.
Y es precisamente en la educación donde hoy está impactando en Zacatecas, pues según el secretario de Finanzas, Ricardo Olivares, las pérdidas que hoy enfrenta Pemex han complicado el flujo de recursos para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a tal grado que solo Michoacán ha recibido recursos para el pago al magisterio de los meses de enero y febrero. Los demás 31 estados no han visto un solo peso.
Para el caso de Zacatecas, en el primer bimestre del año se debieron recibir unos 280 millones de pesos derivado del programa U080, que ha sido la vía para acceder a recursos extraordinarios que compensen el déficit en la nómina magisterial, que este año asciende a unos 3 mil millones de pesos.
Sin embargo, a la fecha no se ha recibido un solo pero debido a problemas en los flujos de la SHCP, lo que ha obligado a la SEFIN a pagar con recursos propios con la esperanza de recuperar ese dinero en cuanto llegue lo ya gestionado vía el programa U080.
De momento, advierte Ricardo Olivares, este déficit podría solventarse con recursos del Fondo de Estabilización creado durante el 2022 pensando precisamente en una baja en la recaudación federal. Pero no se compensará la situación por mucho tiempo, pues de ese fondo se pagan intereses al ser un financiamiento y de una u otra foma se tendrá que recuperar el recurso.
De no solucionarse el flujo de recursos en Hacienda en los primeros días de marzo, no habría condiciones para pagar la primera quincena de marzo al magisterio, y si la situación se prolonga, a partir de mayo empezarían los ajustes presupuestales con recortes importantes en gasto corriente y demás conceptos «prescindibles» hasta poner en riesgo la obra pública programada.
Otro problemita para el «gobierno de la transformación», ya rebasado por el problemón de la inseguridad. ¿Uno más?
¿La democracia sale cara?
Hablando de recursos, bien raros los criterios de la «austeridad republicana» cuando se trata de los privilegios del Instituto Nacional Electoral (INE). Y más raro que el Plan B del presidente Andrés Manuel López Obrador no tocara los intereses de los partidos políticos.
Pongamos como ejemplo el presupuesto del órgano electoral para este año, que asciende a unos 13 mil 987 millones 856 mil 773 pesos, casi 4.5 mil millones de pesos menos que el anteproyecto presentado por el INE.
Pero de ese monto, al menos 6 mil 233 millones 510 mil 798 pesos corresponden al financiamiento público a los partidos políticos. Eso significa un 44.5% del presupuesto anual del INE.
Y la cosa no pinta mejor en Zacatecas, pues aun con el recorte de casi 11 millones de pesos, para este año la 64 Legislatura aprobó al Instituto Electoral del Estado de Zacatecas un presupuesto por 136 millones 597 mil 778 pesos, de los cuales 81 millones 132 mil 939.21 pesos corresponden al financiamiento público a partidos políticos. Es decir, el 59.4% del presupuesto anual del IEEZ.
¿Y todo para qué? Para seguir con un circo político. Tan solo ayer lunes, el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, anunció que solicitaría al INE que le quiten el registro al Partido Acción Nacional (PAN) «porque es una organización criminal, más que política», a propósito del juicio a Genaro García Luna.
Luego, el Consejo General del INE, también este lunes, dio un revés al dirigente nacional del PRI, Alito Moreno, quien no podrá extender su periodo en la dirigencia hasta el 2024. Así que tiene los días contados.
Un escenario más crítico tendrá el PRD considerando el Plan B presidencial, donde quedó fuera la cláusula de «vida eterna» para los chiquipartidos, pues habrá que recordar que en la elección del 2021 el Sol Azteca a nivel nacional obtuvo solo 3.6% de la votación (y el PT, apenas 3.2%). O sea, a unas décimas de perder su registro como partido político nacional.
Finalmente, ¿sale cara la democracia?, ¿o es más cara nuestra clase política y nuestro sistema de partidos?
Saludos don Heraclio