Al «gobierno de la transformación» se le estancaron los cuatro «ejes tractores» (cualquier cosa que eso signifique) y no terminan de arrancar. Y aunque el gobernador David Monreal y sus aplaudidores sigan insistiendo en que la estrategia de reactivación económica sea «hablar bien de Zacatecas», la verdad es que los negocios locales han tenido que salir adelante a pesar del «gobierno de la transformación».
Ya van tres meses consecutivos que las estadísticas del IMSS demuestran que en Zacatecas la generación y formalización de empleos va en picada: un crecimiento nulo, del 0.0%, en el mes de diciembre del año pasado; (-)0.6% en enero y (-)0.3% en febrero de este año. Y es el único estado en el país con esa dinámica.
En los 18 meses que van de la actual administración, quien se dice secretario de Economía, Rodrigo Castañeda Miranda, y su chaperón Yannick Berchtold, director de Promoción y Gestión de Inversiones, se la han pasado en costosas giras para la supuesta atracción de inversiones que se traduzcan en generación de más fuentes de empleo para los zacatecanos.
Pero sus viajes de turismo institucional a Canadá, Estados Unidos o Estocolmo, Suecia, poco se han reflejado en una mejora para la economía local y por más convenios de colaboración o cartas de intención para invertir en Zacatecas, la verdad es que el «gobierno de la transformación» sigue perdido, celebrando por todo lo alto la apertura de pequeñas franquicias mientras otros estados se llevan la nueva planta de Tesla y su inversión de 10 mil millones de dólares.
Tampoco es que se les abra el panorama porque, en una nueva gira por Canadá (a ver en cuánto sale el chistecito), Castañeda Miranda recién anuncia que la empresa Orla Camino Rojo invertirá 100 millones de dólares en el proyecto Camino Rojo, luego de que en febrero de este año, en Palacio de Gobierno, hasta el propio gobernador David Monreal participara en la firma del convenio para la vinculación de cadenas de proveeduría con esta empresa.
Pero no dice si serán nuevas inversiones o solo reinversión de utilidades en esa Inversión Extranjera Directa (en cuyas cifras, Zacatecas está en los últimos lugares), sin olvidar que se trata de una empresa ya instalada en la entidad, lo que nos lleva a pensar que el secretario de Economía no sale de su zona de confort y que sus giras al extranjero no se han traducido en la atracción de nuevas empresas.
Y mientras otros estados reflejan la recuperación de empleos (y la generación de nuevas plazas laborales) luego del impacto por la pandemia del COVID-19, en Zacatecas seguimos estancados, con una pérdida de 1 mil 233 empleos formales durante el año pasado y apenas 907 plazas laborales creadas en el primer bimestre de este año.
Por actividad económica, en el último año los sectores más golpeados por el «gobierno de la transformación» han sido la construcción y la industria de la transformación, que se cuentan entre los mayores generadores de empleo.
Sin embargo, las cifras de empleo formal del IMSS también sugerirían que la millonaria inversión que se ha cacareado en obra pública se ha concentrado en unas cuantas empresas (claro, las afines) y que el recurso no está fluyendo como se esperaría. Ya se vio en el caso del FISE y la indolencia y ambición del secretario de Desarrollo Social, un tal «Zuñi«.
Paradójicamente, por la incapacidad de Rodrigo Castañeda y sus achichincles en la Secretaría de Economía, personal que labora en la Subsecretaría del Servicio Nacional del Empleo sigue sin recibir su pago de los meses de enero y febrero. Y contando…
Quién diría que el presunto autor del libro «Zacatecas: Una esperanza«, firmado por David Monreal y publicado por Miguel Ángel Porrúa Editores (la misma editorial que publica los libros a sobrecosto al senador Ricardo Monreal), con la supuesta «varita mágica» para sacar del estancamiento económico a Zacatecas, tendría al estado en esta debacle. Eso es lo que deja poner compadres en las posiciones donde no tienen capacidad. ¿O ya se olvidó el caso de Jerez?
Joven muere a manos de la policía
Mientras el gobernador David Monreal colocaba en el Cerro de San Simón, en Guadalupe, la primera piedra de lo que será el nuevo C-5, en la pretensión de mejorar la seguridad en el estado, horas antes en el mismo municipio, policías de Guadalupe quitaban la vida a un joven desarmado de 25 años de edad por negarse a una revisión en la privada Quinta Santa María.
Los hechos habrían ocurrido alrededor de las 4:30 de la mañana de este lunes, pero los dos policías presuntamente implicados en este asesinatos fueron presentados ante el Ministerio Público hasta pasado el mediodía, sin seguir el debido procedimiento (¡qué novedad!), lo que obligó a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) que encabeza Francisco Murillo a dejarlos en libertad, aunque continuarán las investigaciones.
Lo anterior ameritó que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) que hoy encabeza Maricela Dimas iniciara una investigación de oficio y solicitará los informes respectivos para investigar el suceso, aunque lamentablemente no pasará de una «recomendación».
De por sí los zacatecanos viven con el alma en un hilo por la violencia destada por grupos criminales, ¿ahora hay que cuidarse también del abuso de autoridad y la incompetencia de las coporaciones?
Retos políticos para las mujeres
Estuvo en Zacatecas la consejera del INE, Adriana Favela, acompañada por la exgobernadora y hoy diputada federal Amalia García Medina, en un panel organizado por el colectivo 50+1 con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Ambas conincidieron en los avances respecto a la paridad en los cargos de elección popular, pero en la actualidad eso ya es insuficiente, pues se requiere que las mujeres accedan a cargos donde se toman las decisiones y que esta participación se traduzca no solo en términos cuantitativos, sino cualitativos.
Por supuesto que aún hay brechas en la participación política de las mujeres, incluyendo algunos retrocesos, como la eliminación del fondo de recursos al interior de los partidos políticos para la capacitación de las mujeres en el ámbito político, o el hecho de ser postuladas a algún cargo de elección popular donde no hay condiciones para que ganen una elección, sin olvidar las múltiples violencias de las que son objeto para abandonar sus cargos, especialmente en los municipios (y hay muchos ejemplos en los gobiernos morenistas).
A ello se suma el hecho de que en la distribución del financiamiento público para campañas, los recursos se reparten de forma inequitativa, dejando en desventaja a las candidatas frente a los candidatos.
El hecho de que cada vez más mujeres se involucren en la vida pública y política del estado y del país no es una graciosa concesión. Como dijo Elsa Alicia Aguilar, presidenta de 50+1 en Zacatecas: «las mujeres contribuyen con su trabajo a tener una mejor sociedad y su participación en la vida política no sólo debe limitarse a los cargos públicos, también contribuir en tener mejores condiciones de vida, transformando las creencias, los prejuicios, eliminando la estigmatización y generando un cambio de mentalidad«.
¿Escucharía bien la secta?