A unos 20 meses del «gobierno de la transformación», el segundo tema que más preocupa a los zacatecanos después de la inseguridad es la falta de empleo. Porque hay que decirlo: la economía de Zacatecas no ha tenido números favorables desde el impacto de la pandemia del COVID-19 y en comparación con otras entidades, aquí no parecen arrancar esos «ejes tractores» tan llevados y traídos en el discurso oficial.
Y no es que en la política de desarrollo económico puedan pretextar únicamente «herencias malditas», que sí las hubo, como consta en los visos de corrupción desde el Fideicomiso Zacatecas.
También influye en gran medida la política errática implementada (eso dicen) desde la Secretaría de Economía que dice encabezar Rodrigo Castañeda Miranda y sus costosísimas giras a Canadá y Suecia; hacer como que hacen con programas de transferencias de recursos o acceso a financiamientos en condiciones poco atractivas, sin olvidar que en esta administración han desaparecido los créditos a fondo perdido que tanto ayudaban a impulsar la economía social.
La falta de brújula en materia económica hoy se traduce en números cada vez más preocupantes para Zacatecas, según lo demuestra la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el mismo que también da cuenta de que Fresnillo y Zacatecas son las dos ciudades con mayor percepción de inseguridad.
Y claro, como son números muy poco favorables para la imagen de un «Zacatecas Deslumbrante» cuya población vive entre balaceras y manifestaciones, lo primero que hace la autoridad es descalificar las mediciones de una institución seria y objetiva como el INEGI, replicando de manera muy burda lo que ocurre desde el púlpito de Palacio Nacional todas las mañanas.
Pues bien, según la última medición del INEGI, en el primer trimestre de este año Zacatecas tuvo una de las tasas de ocupación más bajas en el país, compartiendo con el Estado de México el tercer lugar con menos población ocupada (96.6%).
Y también comparte el mismo lugar, con la misma entidad hoy gobernada por el priísta (¿o ya es morenista?) Alfredo del Mazo, entre los estados con las tasas más altas de desocupación, de hasta 3.4%, mientras a nivel nacional el promedio fue de 2.7% de la Población Económicamente Acitva.
Y si se comparan estas cifras con el primer trimestre del 2022, el panorama resulta desalentador, pues aumentó la población desempleada en el último año en poco más de 12 mil personas, aunque el principal impacto fue entre las mujeres, pues en este periodo perdieron su empleo algo así como 12 mil 897 zacatecanas.
Según la ENOE, en el último año hubo una dinámica relevante entre los trabajadores subordinados y remunerados, pues por ejemplo, mientras aumentó en 2 mil 12 el número de hombres en esta condición, hubo un retroceso de 15 mil 356 mujeres trabajadoras.
Sin embargo, la dinámica entre los trabajadores por cuenta propia hubo un cambio significativo, pues mientras hubo una contracción de 979 en el caso de los hombres, para las mujeres fue un área de oportunidad, con un incremento de 3 mil 712 mujeres en esta condición.
El problema es que en los hombres aumentó la proporción de hombres empleados en el sector formal de la economía, mientras las mujeres se ocuparon en mayor medida en el sector informal, lo que se traduce en menores prestaciones o la falta de acceso a servicios de salud y seguridad social.
Muy raros los «ejes tractores» que dicen concentrarse en campo, industria, minería y turismo, cuando la ENOE tiene otros datos que demuestran que a Zacatecas le falta mucho, pero mucho combustible.
Baste recordae que el 57.0% de la población ocupada labora en el sector terciario de la economía, principalmente en el Comercio (20.4%), pero este sector no figura en esos «ejes tractores», mucho menos en las metas programáticas de la SEZAC más allá de los créditos en abonos chiquitos con intereses altísimos.
Pero sigamos con la ENOE, que da cuenta de que en el último año se perdieron 20 mil 118 empleos en el sector primario. Y la cosa no pinta mejor en el sector secundario de la economía, pues la industria manifacturera sigue en números negativos, con una pérdida de 10 mil 237 plazas laborales en el último año.
En cambio, hubo un repunte en la Industria extractiva y de la electricidad, que sumó 8 mil 805 empleos en el último año, mientras el sector de la Construcción tuvo un incremento de 3 mil 288 trabajadores, probablemente debido a que en el primer trimestre del año comenzaron las obras que debieron empezar a ejecutarse desde el 2022.
En el sector terciario, las pérdidas se acumulan en actividades como los Servicios diversos (-9 mil 93) y los Servicios sociales (-6 mil 836). En contraparte, incrementó el número de personas ocupadas en sectores como Restaurantes y servicios de alojamiento (7 mil 821); Transporte y comunicaciones (5 mil 332); Comercio (2 mil 911); Servicios profesionales (2 mil 820); así como el Gobierno y organismos internacionales (2 mil 423).
La ENOE también sugiere que algo pasa con los programas enfocados en la empleabilidad de la población, como Jóvenes Construyendo el Futuro, pues en el último año aumentó la población desocupada en 2 mil 68 jóvenes de 15 a 24 años de edad; así como en 2 mil 132 personas de 45 a 64 años que no tienen un empleo. En cambio, se redujo la población desocupada en los grupos de 25 a 44 años (232 personas) y de 65 años y más (326 personas).
Estos números desmienten la retórica oficial sobre el impulso a los «ejes tractores» (cualquier cosa que eso signifique), o la utilidad del «Club de Tobby» mejor conocido como Consejo Estatal de Desarrollo Económico de Zacatecas (CEDEZ) cuya prioridad ha sido «hablar bien de Zacatecas» y criminalizar a la prensa que informa de los acontecimientos lamentables en materia de seguridad, como acusó este lunes el gobernador David Monreal. Siguen sin entender que el principal problema para el desarrollo económico de Zacatecas se llama Rodrigo Castañeda Miranda.
No hay tercera vía
Dicen que el que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse y, por fin, después de quién sabe cuántos anuncios tibios, el empresario Cuauhtémoc Calderón y el diputado local Enrique Laviada anunciaron su renuncia a la militancia en Movimiento Ciudadano, no sin antes insistir en su llamado a conformar un frente democrático contra MORENA.
Sin precisar a qué partido brincarán en esta ocasión, al menos el diputado Laviada Cirerol permanece en la bancada del PRD al interior de la 64 Legislatura, a donde llevó la discusión sobre su salida de MC en la sesión ordinaria de este lunes en Asuntos Generales.
Según su criterio, es mentira que MC represente una tercera vía en el proceso electoral que se avecina y que al menos en lo local fue aprobada una reforma para recorrer el inicio de cada proceso al 20 de noviembre del año previo a la elección; falta que se publique en tiempo en el Periódico Oficial.
Para Enrique Laviada, la ola naranja solo es un esquirol de MORENA que apuesta más por la división de fuerzas políticas que por la suma de bloques en un frente común contra el actual régimen de la 4T.
Lo cierto es que en la coalición PRI-PAN-PRD las cosas tampoco están muy sólidas, pues desde ya enfrentan sus propios infiernitos que poco a poco dejan ver las fracturas de su militancia y las diferencias que ponen en riesgo la continuidad de la coalición en el 2024.
Eso sí: tanto Enrique Laviada como Cuauhtémoc Calderón (y en su momento Zulema Santacruz y Javier Torres) inauguran el periodo de definiciones rumbo al próximo proceso electoral. ¿Qué figuras darán el paso y cambiarán de alternativa política?