Donde gobierna el malestar no levantan las encuestas

En tres semanas que nos ausentamos por periodo vacacional (más por descanso muy necesario), en Zacatecas no han cambiado las cosas: la violencia va y viene pese a los «otros datos», los políticos de todos los colores y sabores siguen enfrascados en sus burbujas presidenciales y de «encuestitis», ladrando sin bozal al más puro estilo de la crítica de estómago, y la secta continúa haciendo y deshaciendo la voluntad del «bienestar y progreso».

Pero ahí donde la 4T ha fracasado en eso que llaman «despertar de conciencias», ahí es precisamente donde florece el malestar de la rancia política que se niega a morir: el dadivismo (que no es lo mismo que el davidismo), la prebenda, la dependencia del gobierno para satisfacer necesidades elementales, el pueblo «bueno y sabio» que no aspira a otra cosa que aplaudir y llenar espacios en los mítines de quienes prometen y prometen, porque eso no empobrece.

Ya el secretario de Turismo, Le Roy Barragán, llegará con sus «otros datos» de números maravillosos de ocupación hotelera y derrama económica en este periodo vacacional de verano que se empató con un modesto Festival del Folclor Internacional.

Sin embargo, si hablamos de percepción, esa palabra que tanto molesta al «gobierno de la transformación», en la calle también se tienen «otros datos» que refejan más pérdidas que bonanza, y mucha más nostalgia por los tiempos prepandemia, esos del «quinquenio diferente» cuando también se exigía la renuncia al contador Alejandro Tello.

Porque en el «tema de temas», ha quedado claro que más pronto cae un hablador que un cojo, sin importar la tranformación sentada en la Casa de los Perros. Con los últimos datos del INEGI sobre la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), Fresnillo y Zacatecas se ratificaron una vez más como las dos ciudades con mayor percepción de inseguridad en el país, con una mínima, casi imperceptible mejora respecto a otros periodos.

Por supuesto que el hecho de que más del 90% de los habitantes de estos municipios considerara inseguro el lugar donde vive molestó a más de uno, empezando con el que dicen que encabeza todas las preferencias rumbo al Senado: el alcalde fresnillense Saúl Monreal, quien ni tardo ni perezoso desestimó los resultados y hasta tuvo la osadía (la audacia) de apersonarse en las oficinas de la Institución para protestar por su metodología que no decía que Fresnillo era casi casi la ciudad más segura del país.

Y mientras el Santo Niño de Atocha se doblaba de risa con semejantes ridículos (a estas alturas, cualquier otro alcalde ya hubiera cesado a su director de Planeación), en la «nueva gobernanza» hacían lo propio con senda «Conferencia por la Transformación» donde los sceretarios de Seguridad, Arturo Medina Mayoral, y general de Gobierno, Rodrigo Reyes, juraban casi casi por la Virgen del Patrocinio que Zacatecas eran puros abrazos y no balazos… hasta que tuvieron que reconocer que en la última semana ya iban cinco efectivos policiacos privados de su libertad por grupos criminales: dos en Villa García, dos en Pinos y uno más en Noria de Ángeles.

Se trata de tres municipios que, curiosamente, ni siquiera fueron contemplados en el «Convenio Específico de Adhesión para el otorgamientodel Fondo para el Fortalecimiento de las Institucionesde Seguridad Pública (FOFISP) para el ejercicio fiscal 2023».

Y si al gobierno no le había quedado claro que del plato a la boca se cae la sopa, este mismo fin de semana los zacatecanos vivieron otro, sí, uno más de los tantos hechos de violencia (masacres les dicen en otros países) que ya marcan nuestra cotidianidad: los paisanos Daniel Torres y José de Jesús Torres que visitaban su terruño perdieron la vida mientras hacían fila para subir a la Tirolesa, en el turístico Cerro de la Bufa, y sus dos hijas hoy se debaten entre la vida y la muerte por heridas de bala muy graves.

El caso, para variar, no le dio mucha tristeza al gobernador David Monreal, quien en su indolencia y la de su taquería de Comunicación Social optaron por enviar sendo boletín informando de una próxima inversión por 80 millones de pesos en conjunto con migrantes de Fort Worth derivados de la reciente gira del mandatario a Texas.

Seguramente allá en el vecino país ya no hay tan buena opinión sobre el «gobierno de la transformación», que en casi 24 meses de administración ha desdeñado la atención a los migrantes, ya no digamos a sus comunidades de origen que hoy viven azotadas por la violencia.

Y para muestra otro botón. El mismo sábado que los dos paisanos fueran asesinados en el Cerro de la Bufa, por la noche hubo persecución y balazos en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, con ponchallantas incluídos, y el domingo se reportó que en Villa Hidalgo desde muy temprano un grupo armado levantó a cinco elementos directamente en la comandancia, en una situación tan alarmante que la Policía Estatal Preventiva tuvo que asumir el control de la seguridad en el municipio.

Ah, pero es que el INEGI y sus encuestas cuchareadas estaban mal, muy mal, requetemal porque sus resultados no coincidían con el mundo de abrazos en la «burbuja de la transformación». A estas alturas, el Santo Niño de Atocha debe estar súper orinado de tanto reír.

Y es que para el «gobierno de la transformación», son otras las prioridades, tanto para quien gobierna como para quien dice que gobierna. ¿O acaso quedaba duda de que el 2024 lleva prioridad, muy por encima del «tema de temas»?

Porque sí, estimado lector, mientras los zacatecanos gozaban de su legítimo derecho al descanso, la secta aprovechaba para hacer de las suyas y no nos referimos únicamente al dichoso tema de los útiles escolares.

Resulta que los alcaldes quejosos tenían razón cuando en junio de este año al menos siete alzaron la voz en contra de la intromisión de Servidores de la Nación en el programa alimentario operado en conjunto con el Sistema Estatal DIF.

Porque el pasado 15 de julio, cuando la atención estaba concentrada en el periodo vacacional, en el Suplemento del Periódico Oficial del Estado se publicó la «Adenda Al programa de Atención Alimentaria a Grupos Prioritarios del Estado de Zacatecas del DIF», con modificaciones que dan precisamente al SEDIF las atribuciones que cuestionaban los municipios como intromisión y que no estaban amparadas por ningún convenio.

Y eso no es todo, porque una semana después, el 22 de julio, también en el Suplemento del Periódico Oficial del Estado, se publicó una «Adenda A las Reglas de Operación del Programa Apoyos Educativos para el Bienestar 2023». Sí, oootra modificación a Reglas de Operación y Lineamientos en este gobierno que no da una.

¿Pero qué significa esta Adenda? Pues resulta que anteriormente los paquetes de útiles escolares de dicho programa se entregaban a la dirección de cada centro educativo, y éste a su vez repartía los paquetes entre el alumnado. Ahora no. «Por instrucciones de la secta«, en adelante las entregas se realizarán en eventos organizados ex profeso a los que se convoca a las familias para escuchar discursos de «bienestar y progreso» y solo en zonas rurales se entregará directamente en centros escolares.

Esta modificación a las Reglas de Operación prácticamente vino a justificar la intromisión de los Servidores de la Nación, tal como en el caso de las despensas del malestar. Y luego dicen que no andan en campaña… Total, que ahora nos queda más claro por qué en la recepción de paquetes en almacenes del Gobierno del estado estaba presente, en primer plano, la delegada de Programas para el Desarrollo, Verónica Díaz Robles, cuando sigue sin tener participación en el programa de paquetes de útiles escolares.

En medio de todo esto, por supuesto que es buena noticia que los paquetes de útiles escolares ya no sean sumninistrados por la cuestionada empresa Don Cacahuato, que seguramente quedará vetada en esta administración por sus deplorables resultados e infladísimos costos.

Lo malo es que continúan los sobreprecios y la licitación de este año la ganó otra empresa foránea (vaya forma de dinamizar la economía local): la persona física Isabel Araceli García Herrera. Ya en días pasados el diputado José Luis Figueroa Rangel había denunciado que el costo de cada paquete de útiles escolares apenas alcanzaba los 200 pesos en los centros comerciales más costosos y, sin embargo, este costo según la licitación No. SAD-932079951-13-2023 ascendía a unos 306 pesos. ¿A dónde se va el sobrecosto?

Y siguiendo con las prioridades de la secta, ¿cómo dejar atrás el anuncio del programa ferial (oootra vez Pepe Aguilar)? Porque a casi un año de la edición 2022, la Secretaría de la Función Pública aún no informa de las quejas por los altos costos en la renta de espacios feriales, ni tampoco sobre los ingresos que obtuvo el SEDIF, esos que no se reportan en sus informes financieros y que bien podrían ascender a unos 20 millones de pesos. ¿A dónde se va todo ese dinero?

Pero la campaña de la secta no termina ahí. Terminado el Festival de (un tal) Julio en el municipio de Guadalupe, con un exalcalde prófugo de la justicia por su presunta coautoría en un homicidio doloso que sigue impune, en este Pueblo Mágico resurgieron las giras de inauguraciones y entregas de programas, en eventos a los que no pueden faltar las diputadas locales Violeta Cerrillo y Roxana Muñoz.

El problema es que esta última ya no se sabe en calidad de qué acude a los eventos, si como legisladora o como dirigente estatal de MORENA, porque esa investidura político partidista no se puede quitar así como así o ejercer los fines de semana (recuérdese la sanción pendiente al contador Alejandro Tello por un evento donde alzó la mano a Claudia Anaya como la aspirante a contender por la gubernatura), y según las leyes electorales y las de Desarrollo Social, está prohibido el uso de programas con fines distintos a los establecidos. ¿Qué tendrá que decir la autoridad electoral a todo esto?

Finalmente, y para reír como el Santo Niño de Atocha, bien raros esos de la «nueva gobernanza», que por un lado condenan al INEGI por sus resultados sobre la percepción de inseguridad, pero no tienen empacho en presumir que Zacatecas fue el segundo estado con mayor incremento en su actividad económica (ITAEE) en el primer trimestre de 2023, con 6.2% de crecimiento. ¿Entonces funciona o no funciona la institución?

Y por encima de todo, en Zacatecas sigue quedando clarísimo que donde gobierna el malestar, nadie, ningún cuadro, ningún suspirante, ningún miembro de la secta, levanta en las dichosas encuestas rumbo al 2024. ¿Creerán que la ola lópezobradorista les favorecerá con el voto como en el 2018 y 2021? Billetazos veremos…