Un pleno de cínicos

Foto: Esther Consuegra

Cada mes, los zacatecanos pagan con sus impuestos algo así como 3 millones 932 mil 871.60 pesos por sus 30 diputados que hoy integran la 64 Legislatura. Porque según la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), cada uno percibe mes a mes un salario de 18 mil 528.04 pesos.

Y como hacen muy bien su chamba, cada uno se asigna una compensación mensual por 82 mil 567.68 pesos. Y ya entrados, ahí van 30 mil pesos mensuales por cada uno destinados a un Fondo de Ahorro que, seguramente, al final del año les dará sendos rendimientos. ¿Cómo de que no?

En total, mes a mes, cada uno de los 30 diputados se llevaría a la bolsa unos 131 mil 95.72 pesos (otra vez, según la PNT) por ir a calentar la silla a «la casa del pueblo», cuando tenemos la suerte de que vayan y levanten la mano en las sesiones a las que son convocados.

No fue el caso de este jueves, cuando se tenía programada la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, con motivo de la glosa del segundo informe de gobierno, eso que el diputado Enrique Laviada calificó como «desfile de cínicos».

Porque al tercer pase de lista, alrededor de las 10:30 de la mañana, únicamente se encontraban presentes en el pleno los diputados Xerardo Ramírez, Maribel Galván, Cuquita Ávalos, Armando Delgadillo, Lupe Correa, Karla Valdez, Marimar de Ávila, Gaby Basurto, Georgia Miranda, Priscila Benítez, Zulema Santacruz, Jehú Salas y Ernesto González Romo.

En total, 13 diputados que tampoco fueron los mismos en los dos pases de lista previos a que la presidenta de la Mesa Directiva, Georgia Miranda, diera por satisfecha la comparecencia programada ante la falta de quórum y tras haber «agotado todos los mecanismos para llevar a cabo la sesión».

Pero ni siquiera había terminado de hacer la declaratoria, cuando se desató la trifulca en el pleno, en un lamentable espectáculo que se prolongó por varias horas, con declaraciones aquí y allá culpándose mutuamente, mientras el secretario de Seguridad esperaba en el recinto legislativo a ver qué procedía.

Foto: Esther Consuegra

Porque sí, Arturo Medina Mayoral llegó con tiempo de sobra a su cita en el edificio de la avenida Fernando Villalpando, y esperó a que lo llamaran al pleno en una sala adjunta, para luego ser convocado a una reunión informal en el quinto piso del recinto legislativo a fin de dar cuenta del estado que guarda el «tema de temas» en la entidad. Ojo: no fue la comparecencia constitucional a la que fue citado, cuyo desahogo es responsabilidad única y exclusivamente de los 30 diputados.

Más pronto que tarde, la bancada del PAN (¿existe?) salió a declarar ante medios de comunicación que esta comparecencia fallida era responsabilidad de los diputados de MORENA para evitar que el secretario de Seguridad se sometiera al escrutinio de los legisladores.

Sólo que ahí les falló, porque en los ausentes se enlistan: Armando Juárez, Martha Elena Rodríguez, Nieves Medellín, Ana Luisa del Muro, Enrique Laviada, José Juan Estrada (de gira en Chicago), José Luis Figueroa (en CDMX acompañando a los campesinos a exigir apoyo ante la sequía que enfrenta la entidad), Gabriela Pinedo, Violeta Cerrillo, Roxana Muñoz, Gerardo Pinedo, Imelda Mauricio, Susana Barragán, David González, Herminio Briones, Juan Mendoza y Manolo Gallardo.

Es decir, faltaron los tres diputados que integran la bancada del PRD (los más incendiarios en el «tema de temas», y se supone que son aliados); cuatro diputados del PRI (que en teoría también son aliados); cinco de MORENA; dos del PVEM; una de Nueva Alianza; y una del PT. Diez del oficialismo y siete de la oposición. Y de ambos bandos había diputados presentes en el recinto legislativo que por alguna razón decidieron no ingresar al salón de plenos para reunir el quórum legal.

Durante el lamentable espectáculo en el pleno, entre gritos y sombrerazos, no faltaron las acusaciones de las diputadas Priscila Benítez y Zulema Santacruz alegando que se trataba de «una comparecencia totalmente arreglada para que no se lleve a cabo«.

Más penoso fue el papel del diputado Xerardo Ramírez, quien también entre gritos alegó que «es facultad de la Mesa (directiva) traer a los diputados que se encuentran en el edificio, existimos 19 diputados aquí de todos los grupos parlamentarios, hoy el PAN viene a decir aquí que no están, cuando el PAN no estuvieron en otras comparecencias, cuando llegan y se salen a fumar, no es un tema de partidos, no politicemos la seguridad de los zacatecanos, es un tema de responsabilidad de los diputados, Acción Nacional es el que más ha faltado«.

Más allá de haberse ensañado con la diputada Marimar de Ávila por ser fumadora, luego de las acusaciones por presunto acoso sexual (donde el petista se puso el saco), a Xerardo Ramírez se le olvidó que él tampoco asistió a las comparecencias del secretario del Campo, Jesús Padilla, ni del secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes, y mucho menos de la titular del INZACE, Laura Elvia Bermúdez. Pero, pues, cada quién con su amnesia legislativa

Foto: Esther Consuegra

Total, que en medio de lo que Ernesto González calificó como «bochorno legislativo», la presidenta de la Mesa Directiva, Georgia Miranda, dio por satisfecha la comparecencia (que al final no fue) y remató: «no es rresponsabilidad de esta mesa la irresponsabilidad de los diputados«. Y tan, tan…

Sin embargo, habrá que hacer memoria para recordar que no es el primer caso que se presenta en la 64 Legislatura, porque más allá del juicio político iniciado por una «funcionaria fantasma» que se negó a comparecer en la glosa del primer informe de gobierno, el caso vivido este jueves tiene las mismitas, idénticas características que la fallida comparecencia de la secretaria de la Función Pública, Humbelina Elizabeth López Loera, el pasado 10 de octubre de 2022.

Porque en aquella ocasión, cuando Ernesto González presidía la Mesa Directiva, éste dio por satisfecha la comparecencia ante la falta de quórum. Y haciendo cuentas, en dicha sesión únicamente estuvieron en el pase de lista los diputados: Xerardo Ramírez, Lorena Oliva (suplente de Roxana Muñoz), Ernesto González, Maribel Galván, Imelda Mauricio, Susana Barragán, José Luis Figueroa, Nieves Medellín, Sergio Ortega, Martha Elena Rodríguez, Zulema Santacruz y Marimar de Ávila.

Es decir, en una y otra comparecencia (la del año pasado con la titular de la SFP y la de este año con el titular de la SSP), únicamente habrían estado presentes en los respectivos pases de lista los diputados Ernesto González, Maribel Galván, Zulema Santacruz y Marimar de Ávila. Así pues, ¿con qué cara reclaman los diputados Karla Valdez, Lupe Correa, Priscila Benítez o Gaby Basurto que se trató de «una comparecencia totalmente arreglada para que no se lleve a cabo«, cuando en su momento fueron parte de la misma farsa legislativa?

Porque en el «tema de temas», ese «desfile de cínicos» al que se refirió el diputado Laviada Cirerol al inicio de esta glosa (de la cual se ha ausentado notablemente) habría que ser corregido, pues más bien Zacatecas hoy vive un pleno de cínicos en la 64 Legislatura que le juegan al tío Lolo cuando en la congeladora legislativa (especialmente en la Comisión de Justicia que preside el perredista Juan Mendoza) siguen esperando su dictaminación tantos y tantos asuntos que tienen que ver con el «tema de temas».

Lo peor es que, sin desquitar esos casi 132 mil pesos mensuales que perciben por ir a calentar la silla (cuando van), varios de esos 30 diputados pretenden buscar la reelección o aspiran a contender por otro cargo de representación popular. ¿Usted votaría por ellos?