Ya desde junio de este año, en Lalalá News habíamos advertido sobre un nuevo embate para quien dice encabezar los Servicios de Salud de Zacatecas, un tal Uswaldo Pinedo Barrios que hace las veces de líder sindical en el IMSS, aunque lo niegue como Judas.
Sería en junio de 2022 cuando la «nueva gobernanza» realizó la donación del Hospital de la Mujer en Fresnillo para integrarlo al esquema del IMSS-Bienestar y convertirlo en un nuevo nosocomio con servicio abierto a la población para dizque garantizar la universalidad de los servicios de salud.
En agosto del mismo año, después de haber donado el inmueble a la Federación, se formalizó la firma del convenio entre la «nueva gobernanza» y el IMSS-Bienestar. Y pasarían hasta seis meses para la llegada de los primeros especialistas que darían servicio en dicho hospital.
A inicios de este 2023, muchos recordarán las protestas de trabajadores del sector salud, encabezados por la líder sindical de la sección 58 del SNTSA, Norma Castorena Berrelleza (quien hoy levanta la mano para pelear un escaño en el Senado), ante la incertidumbre para los trabajadores de la salud con el nuevo esquema del IMSS-Bienestar.
Sus sospechas no eran infundadas. En mayo de este año, la directora general del IMSS-Bienestar, Gisela Juliana Lara Sandoval, depositó en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje un documento con nuevas condiciones generales de trabajo (CGT) a fin de anular cualquier derecho colectivo en favor de los trabajadores adscritos a este esquema.
El expediente C.G.T. 45/23, Promoción 47383, registrado el 30 de mayo, contenía las CGT para el personal que en su momento contrató el INSABI o que le había sido transferido por los estados con los que se habían firmado convenios, como Zacatecas, entregaran a la Federación su sistema de salud, incluida la infraestructura existente y sus empleados.
Sin embargo, este personal ahora estaría adscrito al apartado «B» del artículo 123 constitucional que implicaría menores capacidades de asociación y de reclamos que puedan conducir a una huelga, aunado a diferentes tabuladores de sueldo y otras condiciones como la obligación de realizar tareas de alto riesgo, que agudizará la vulnerabilidad de los trabajadores de la salud.
Y todo esto se hizo sin necesidad de contar con el aval de un sindicato. Como quien dice, le vieron la cara al SNTSA, a la líder sindical Norma Castorena y a todos los agremiados afectados por el nuevo esquema IMSS-Bienestar, porque ahora no solo se les adscribe a la fuerza a este esquema, sino que pierden su derecho a protestar.
Desde entonces se pudo advertir lo que ocurrió apenas este martes en el pleno del Senado de la República, donde la mayoría oficialista aprobó el proyecto de decreto por el que se federalizan los servicios de salud del IMSS-Bienestar, en una reforma a diversos artículos a la Ley de Coordinación Fiscal y de la Ley General de Salud que, en resumen, implicará que los estados que se adhieran al IMSS-Bienestar (como Zacatecas) deberán entregar, sí o sí, sus recursos del Fondo de Aportaciones para Servicios de Salud (FASSA) para que los administre a su antojo el Gobierno federal.
Dicha reforma no será cosa menor para Zacatecas. Ya durante la comparecencia del secretario de Finanzas, Ricardo Olivares Sánchez, ante el pleno de la 64 Legislatura en el marco de la discusión del Paquete Económico 2024 se había señalado que el FASSA «es el rubro más importante de ingresos» para el sector salud.
Baste revisar el proyecto del próximo ejercicio fiscal, donde se estiman ingresos del FASSA hasta por 3 mil 274 millones 784 mil 705 pesos, que representan un 8.4% de los ingresos totales, y hasta un 9.3% del presupuesto federal para Zacatecas.
Sin embargo, en la misma comparecencia, el titular de la SEFIN ya había advertido algunas complicaciones con el nuevo esquema del IMSS-Bienestar, pues implicaba que el estado se vería obligado a solicitar adelanto de participaciones para garantizar las aportaciones al fideicomiso correspondiente.
Y más complicado aún considerando que en la propuesta de Presupuesto de Egresos 2024 no se estaban contemplando recursos para la profesionalización de los trabajadores de enfermería o trabajo social, mucho menos estímulos para el retiro o para proyectos de infraestructura que siguen pendientes, como cuestionó en su momento la diputada Karla Valdez.
Pues durante la discusión de estas reformas en el pleno del Senado, hubo dos zacatecanas que le entraron al debate (y cuyos nombres suenan entre las aspirantes a repetir en su curul en el próximo proceso electoral). Por un lado, la senadora Claudia Anaya, quien cuestionó las reformas aprobadas y por las que se arrebata a los estados algo así como 120 mil millones de pesos del FASSA para que lo administre la 4T a su conveniencia.
La política de salud de este gobierno, está hecha ¡con las patas! Esta reforma a la Ley de Salud y de Coordinación Fiscal, no resuelve la problemática; quitan a los estados dinero etiquetado -desde salarios hasta infraestructura-, sin tener en cuenta a los trabajadores del sector pic.twitter.com/l55EQyK3BI
— Claudia Anaya 👩🏼🦽 (@ClaudiAnaya) December 5, 2023
Por el otro, la senadora Geovanna Bañuelos, quien respaldó el decreto aprobado porque dizque se va a garantizar la atención médica a más de 53 millones de personas con el nuevo esquema del IMSS-Bienestar, «con el objetivo que sea un solo organismo descentralizado quien preste los servicios de atención a la salud a todas aquellas personas que carezcan de afiliación«.
El problema es que este nuevo organismo también significa, en lo legal, una nueva figura de patrón, lo que implicaría que los trabajadores que ya tenían derechos y prestaciones ganados hasta el momento los perderían al pasar al IMSS-Bienestar, que tampoco promete mucho después del fracaso del INSABI.
Y aunque todavía falta la discusión de la reforma en la Cámara de Diputados, de aprobarse en los términos en los que fue remitida por el Senado, se tendría hasta el 31 de marzo del próximo año para hacer las conciliaciones respectivas en los convenios ya firmados con los estados, como Zacatecas, que de por sí enfrenta dificultades para garantizar un presupuesto suficiente para la política de salud en lo local. ¿Cómo le harán para hacer frente al desafío sin los recursos del FASSA?
Humo blanco en MORENA
A propósito de la senadora petista Geovanna Bañuelos, la secta del Consejo y Comité estatales de MORENA siguen insistiendo en que no quieren coalición con el Partido del Trabajo (PT) en el próximo proceso electoral, quesque por «el poco respaldo» y su «actuación antagónica», pese a que una vez más la petista votó a favor de reformas al gusto de la 4T.
En lo local, claro que les damos la razón en no querer postular al «diputado número 1» de la 64 Legislatura. Pero de ahí a querer imponer sus condiciones de coalición (o no coalición) ante el Comité Nacional de MORENA, ya es otro cantar.
Porque en esa necedad, más bien evidencian la vulgar ambición de quien controla esa secta que ha coptado la dirigencia local del partido, en su aspiración a ocupar una curul en el Senado aunque no tenga los números y se ubique en el sótano de todas las encuestas.
Sin embargo, el desenlace de esta novela trágico-cómico-musical llegará pronto, pues el dirigente nacional Mario Delgado ha anunciado que esta semana se realizará el sorteo de la paridad en las candidaturas al Senado en al menos 23 entidades, incluyendo Zacatecas, por lo que estaría en juego si la primera posición en la fórmula se fija para una mujer o para un hombre.
En cualquier caso, son muchos los apuntados que sabrán su destino esta misma semana que se den a conocer los resultados de las dichosas encuestas (si es que las hubo), con el anuncio de quiénes serán los candidatos ya oficiales para el próximo proceso electoral.
¿Será Geovanna?, ¿será Soledad?, ¿será Verónica?, ¿será Saúl?, ¿será Ulises?, ¿será Narro?, ¿será «El Oso» Medina? Hagan sus apuestas…
MC, con postulaciones ciudadanas
Luego del desaguisado por la declinación de Samuel García como precandidato a la Presidencia, Movimiento Ciudadano se echó salivita en la raspada, se sobó el descalabro, casi casi diciendo «ni me dolió«, e insiste en que la ola naranja tendrá candidato presidencial para el 2024.
El dirigente estatal de MC, Marco Vinico Flores, anunció que el próximo 20 de enero definirán candidato a la Presidencia porque «contamos con perfiles muy buenos de mujeres y hombres que cuentan con una visión de futuro, tenemos un proyecto de nación inclusivo y vanguardista, por eso vamos a sepultar al PRIAN y vamos a ganar la presidencia de la República». Ajá…
La llamada tercera vía también tendrá convocatoria a partir del 18 de diciembre para quienes deseen apuntarse a una candidatura a las 18 diputaciones locales y los 58 Ayuntamientos.
Dicha convocatoria atenderá a un 50% de candidaturas «ciudadanas» y la otra mitad, para militantes de MC, aunque ya con las evidentes diferencias entre Jorge Álvarez Máynez y Dante Delgado, entendemos por qué Fuerza por México, la ola rosa, ha sumado más liderazgos para el próximo proceso electoral que la ola naranja en Zacatecas.
¡Ánimas! Que ya casi se acaba este tortuoso 2023.
