Es increíble la manera en la que la 64 Legislatura puede salirse por la tangente al discutir una iniciativa. Porque la pretendida declaratoria del 2024 como «Año de la Paz en Zacatecas», aprobada finalmente con 12 votos a favor (incluyendo el de la diputada panista Karla Valdez) y 9 en contra, terminó en acusaciones de chapulinismo político y la «corrupción del bienestar».
En lo que fue el quinto periodo extraordinario, los 28 diputados con los que inició la sesión en la intentona de aprobar la iniciativa por la que se designaba a Reginaldo Ávila como director de Apoyo Parlamentario (y que no reunió los votos suficientes para ser considerada de urgente y obvia resolución) mermaron hasta llegar a los 21 legisladores en el Pleno cuando se discutía la iniciativa leída en tribuna por la diputada Gaby Pinedo, coordinadora de la bancada de MORENA y presidenta de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO).
Por supuesto que la audacia de la «nueva gobernanza» (¿o era la secta?) para remitir semejante iniciativa no iba a quedar sin reacciones en el Pleno legislativo y en la discusión de la propuesta, intervinieron para hablar en contra los diputados Gaby Basurto (PRI), Xerardo Ramírez (PT), Enrique Laviada (PRD) y Priscila Benítez (Nueva Alianza).
Bien raro que el oficialismo únicamente intervino para rectificación de hechos ante los posicionamientos de Laviada Cirerol y Benítez Sánchez (quien rebautizó la declaratoria como «Año de la Corrupción»), dos perfiles emanados de MORENA (eso dicen), pero que también han transitado por otros institutos políticos.
La crítica al «Año de la Paz en Zacatecas» no distó mucho de lo que ya se ha cuestionado en las calles, la prensa y entre la clase política. Y en las diversas intervenciones no faltaron los datos ya bien conocidos, como la disminución de más del 40% en los homicidios dolosos, pero también que según el INEGI, Fresnillo encabeza la lista de ciudades con mayor percepción de inseguridad.
No faltaron las acusaciones de celeridad en la atención de los homicidios de familiares de los Monreal y la indolencia en tantos y tantos casos de ciudadanos que no merecen la actuación pronta y expedita de la autoridad, y que a la fecha siguen sin resolver.
A eso agréguele el reiterado señalamiento de que «la paz no se construye por decreto», o que la declaratoria aprobada sólo se trate de un eslogan que durante todo el 2024 deberá quedar impreso (con logo y toda la cosa) en la papelería oficial de los tres poderes, y la paja legislativa que adorna cada discusión en el Pleno y que sólo abona a prolongar por horas una sesión insufrible.
Eso sí, aunque cuestionada, es de destacarse la convicción y la firmeza con la que la diputada Gaby Pinedo defendió no sólo la iniciativa eventualmente aprobada, sino también el trabajo realizado cuando se desempeñó como secretaria general de Gobierno, en el que se realizó un foro para integrar un plan de trabajo por la pacificación de Zacatecas (lo que sea que signifique ese eufemismo).
Ya quisieran otros diputados del oficialismo (y que incluso han sido coordinadores de bancada) tener ese temple para defender lo indefendible, ya no digamos a sus homólogos de la oposición, donde también los hay quienes de plano no pueden hilar una sola oración de principio a fin.
Por lo pronto, seamos felices, que la paz de la «nueva gobernanza» ya viene… aunque sea en la papelería oficial para notificar más y más homicidios dolosos o personas desaparecidas y no localizadas en Zacatecas.
Comienzan los registros
Como ya adelantábamos en este espacio, este martes el Revolucionario Institucional (PRI) arrancó con el registro de quienes aspiran a una candidatura para el próximo proceso electoral, porque ellos no tienen que esperar a un Mario Delgado con los ojos de plato para anunciar a sus «ganadores de las encuestas».
Por lo pronto, para las diputaciones locales solicitaron registro: Nancy Espinoza Medina para el Distrito 2 con cabecera en Zacatecas; así como Norma Angélica Castorena Berrelleza, Amelia del Rocío Flores Carrillo, Gilberto Eduardo Dévora Hernández y Jorge Luis Guzmán Domínguez, todos para el Distrito 7 con cabecera en Fresnillo.
Además, la actual diputada Cuquita Ávalos se registró para el Distrito 10 con cabecera en Jerez; el diputado Jehú Salas hizo lo propio para el distrito 11 con cabecera en Ojocaliente; el diputado David González se registró para el Distrito 12 con cabecera en Villa de Cos; el diputado Manolo Gallardo para el Distrito 17 con cabecera en Río Grande; y Pedro Miranda Morales en el Distrito 18 con cabecera en Sombrerete.
Qué padre que para estos diputados haya sido más importante el proceso electoral que cumplir primero con su obligación como legisladores, atendiendo a la convocatoria de periodo extraordinario de sesiones. Pero, pues, cada quién…
Los registros ante el PRI no terminan ahí, porque a las presidencias municipales se apuntaron: Roberto Luévano para Guadalupe; Javier Torres Rodríguez para Fresnillo; así como Luis Esparza Olivares y Marco Aurelio Rivas para Jerez;.
Y como eso de vivir del erario parece que sí deja, buscarán la reelección los alcaldes de Villa de Cos, Pier Michelle Ríos; de Juan Aldama, Hassan Garduño Serrano; de Pánuco, Juan Rodríguez Valdez; de Tepetongo, Cuauhtémoc de la Torre Flores; de Noria de Ángeles, Manuel Becerra de la Rosa; y de Monte Escobedo, Manuel Acosta Galván.
En total hubo registros para 40 municipios, así que del resto habrá que esperar las inscripciones en PAN y PRD, que juntos integran la coalición «Fuerza, corazón, tripas y lengua por Zacatecas» (o algo así).
Por lo pronto, de los registros del tricolor, habrá que esperar lo que diga la comisión que preside Juan Carlos Lozano para validar cada uno de los suspirantes, entre los cuales hay casos que hacen pensar: ¿lo mismo y los mismos?