Sólo un cínico como Alan Murillo podría aspirar a perpetuarse en la vida pública con una candidatura a diputado federal, luego del desastre (por decir lo menos) que ha dejado a su paso por el Ayuntamiento de Sombrerete.
Pero vayamos por partes. El pasado 24 de febrero de este año, en el Suplemento del Periódico Oficial se dieron a conocer los «Lineamientos de operación para la asignación, destino y ejercicio del Fondo para el Saneamiento Financiero 2024».
De acuerdo con el Capítulo VI, sobre la Autorización del Recurso, en el Artículo 14 se establecen los lineamienots para la distribución de los recursos del citado Fondo: 100 millones de pesos correspondientes a Inversiones Financieras y Otras Previsiones; 2 millones de pesos para el Fortalecimiento Institucional de la ASE; así como los remanentes y recursos derivados de la revolvencia y asignaciones extraordinarias al dichoso Fondo.
Para darnos una idea, fue más o menos la misma cantidad que en el Presupuesto de Egresos 2023 se asignó para el saneamiento financiero del Issstezac y otros entes públicos del estado.
Lo interesante de los Lineamientos publicados en febrero de este año radica en el cuerpo del documento, donde se da a conocer que a la fecha de la publicación, los municipios acumulaban un adeudo global por 1 mil 286 millones 351 mil 455.82 pesos por pagos no realizados ante el IMSS o por concepto del ISR.
¿Y qué cree? Que los adeudos del Ayuntamiento de Sombrerete, bajo la gestión de Alan Murillo, ascendían a 280 millones 564 mil 644.35 pesos; es decir, un 21.8% del monto global de los municipios deudores.
La cosa se pone más interesante cuando nos remitimos al Informe Ejecutivo de la Auditoría Superior del Estado (ASE) sobre la Cuenta Pública 2021 (los resultados de la Cuenta Pública 2022 aún no están disponibles para consulta pública), donde se reporta que al cierre del ejercicio fiscal hubo un aumento de 93 millones 506 mil 74.26 pesos en adeudos al IMSS respecto al ejercicio fiscal 2020.
Para entonces, las cuentas alegres de Alan Murillo ya mostraban un déficit por 66 millones 246 mil 607.64 pesos tan sólo en pagos no enterados al IMSS. Al cierre del ejercicio fiscal, el municipio tenía un adeudo por 139 millones 862 mil 118.80 pesos tan sólo de cuotas no enteradas al IMSS. Es decir, entre el 2020 y el 2021 este adeudo se dejó crecer en 13 millones 450 mil 588.70 pesos. Y entre el 2021 y el 2023, el adeudo se incrementó en 5 millones 955 mil 63.26 pesos.
Y según diversos pliegos de observaciones y recomendaciones, el Ayuntamiento sí había hecho las retenciones correspondientes, tanto de cuotas del IMSS como del ISR, pero nunca se enteraron a la autoridad federal correspondiente.
De hecho, en el mismo informe de la Cuenta Pública 2021 se da a conocer que, en el balance presupuestario, para dicho ejercicio fiscal el Ayuntamiento de Sombrerete reportó egresos devengados (sin incluir amortización de la deuda) por 366 millones 840 mil 704.09 pesos, pero los ingresos devengados apenas fueron por 256 millones 219 mil 496.92 pesos; es decir, un déficit presupuestario por 110 millones 621 mil 207.17 pesos.
Y hasta aquí sólo hemos hablado de los adeudos al IMSS, porque con corte al mes de diciembre de 2023, Sombrerete acumulaba ya 134 millones 747 mil 462.29 pesos en adeudos por ISR; es decir, el 37.1% del adeudo global por este concepto de entre los 15 municipios con mayores adeudos.
En resumen, bajo la gestión de Alan Murillo, los adeudos de Sombrerete por cuotas del IMSS e ISR ascienden a la fecha a más de 280.5 millones de pesos, aunque sus ingresos proyectados para este ejercicion fiscal apenas ascienden a 272 millones 172 mil 400.87 pesos, de los cuales 131 millones 822 mil 310.47 pesos corresponden únicamente al Capítulo 1000. Ni con el presupuesto de todo un año alcanzarían a pagar estos adeudos.
Lo que no se entiende es la negativa reiterada para signar un convenio conciliatorio (al menos con el IMSS) para acordar un plan de pagos y así solventar lo que hubiera sido su principal logro como alcalde de Sombrerete, un factor que sí fue clave en el saneamiento financiero del Ayuntamiento de Fresnillo bajo la gestión del hoy candidato al Senado, Saúl Monreal, único municipio que desde 2020 se adhirió a un esquema de regularización de pagos y liquidó su adeudo mucho antes del plazo de 48 mensualidades.
Con estos antecedentes, ya se entiende por qué el pleno de la 64 Legislatura rechazó, en sesión del 21 de junio del año pasado, la solicitud del Ayuntamiento de Sombrerete para contratar un crédito de hasta 24 millones de pesos, pagaderos en un plazo no mayor a 7 años, que se invertirían en un proyecto de ahorro energético. Porque, claro, para Alan Murillo era más importante las obras de relumbrón que el saneamiento financiero.
Y como no se dio por vencido, en la Gaceta Parlamentaria del 19 de septiembre (o sea, dos meses después) consta una nueva solicitud del Ayuntamiento de Sombrerete para contratar no uno, sino dos créditos que en conjunto ascendían a casi 46 millones de pesos para la obra del embovedado del «Arroyo del Diezmo» (vaya nombre) y para adquirir paneles solares para pozos de agua. Así sus prioridades…
Con todo este desastre en el que ha dejado al Ayuntamiento de Sombrerete, al menos el PRI tuvo la decencia de bajar a Alan Murillo de su aspiración a encabezar la candidatura a la diputación federal por el Distrito 1 y cederle la postulación a la líder sindical (y secretaria general del partido) Norma Castorena.
Finalmente, ¿qué son 100 millones de pesos del Fondo para el Saneamiento Financiero frente a los adeudos de los municipios por más de 1 mil 286.3 millones de pesos? Ni el 10% representa.