Ciudad de México.- La Senadora de la República, Amalia García Medina, votó a favor de aprobar Reformas Constitucionales que garantizan la igualdad sustantiva, el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres, mismas que se avalaron por unanimidad en el pleno de la cámara alta.
“Hemos atravesado resistencias a lo largo de la historia, pero para que continuemos con transformaciones que cambien nuestras vidas debemos alcanzar el poder público y político; además del espacio económico, social y el privado en igualdad de condiciones”, expresó la legisladora zacatecana.
Amalia García, tomó la tribuna del Senado para expresar un discurso histórico sobre las reformas que permiten el avance en el derecho de las mujeres; ahí manifestó: “este es un día muy especial y yo quiero agradecer la lucha, la batalla, la calidad y el compromiso de tantas compañeras que están presentes aquí y que han contribuido con su capacidad y con su liderazgo a que hoy tengamos este México actual.
“No ha sido resultado de la improvisación ni es un asunto que de pronto surgió de la nada, es una lucha de largo, largo aliento.
“Y quiero decir, como lo decíamos en el evento especial en el que se inscribieron estas letras de oro en el Muro de Honor del Senado de la República “A las sufragistas que nunca se rindieron ni abandonaron la lucha por la libertad” que efectivamente las mujeres hemos estado presentes permanentemente haciendo política, incluso sin que nuestros derechos fueran reconocidos”.
La ex gobernadora de Zacatecas recordó a mujeres que lucharon por las transformaciones del país y por abrirle camino a otras en el ámbito público, “cuando hablamos de Josefa Ortiz de Domínguez o de Leona Vicario estamos hablando de mujeres que estaban haciendo política, estaban influyendo en los acontecimientos, estaban participando activamente.
“Si hablamos de las mujeres que participaron preparando la Revolución de 1910, con los clubes antirreeleccionistas, encabezando las revistas contra la dictadura, dirigiéndolas, escribiendo, estaban haciendo política. Dolores Jiménez que redactó el Plan de Ayala estaba haciendo política.
“Hermila Galindo que llegó con los Constituyentes del 17 a plantar que se dijera “negro sobre blanco” la palabra “mujeres mexicanas”, para que tuvieran derechos políticos, y que se los negaron diciendo que la palabra “mexicanos” en masculino nos incluía a todas y a todos.
“Estaban haciendo política, estaban intentando, con su capacidad y su inteligencia, influir en los acontecimientos”, señaló la Senadora.
Amalia García destacó que las Reformas aprobadas en el Senado plantean establecer en el artículo 41 constitucional la garantía de que en los tres órdenes de gobierno deben estar las mujeres, se está hablando de una reivindicación haciendo visible este derecho, garantizándolo, que ya fue una conquista.
Cuca García, en los años treinta, Mathilde Rodríguez Cabo, Concha Michel, que además impulsaron dentro del gran movimiento que formaron en esa época, el Frente Único Pro-Derechos de la Mujer, una corriente feminista, la de la República de las Mujeres, porque así se llamaron ellas mismas, estuvieron presentes impulsando nuestros derechos, ejerciéndolos, pero todavía sin una reforma legal.
Ha sido un trabajo largo y quiero reconocer, junto a las compañeras que han intervenido aquí, muchas de ellas de luchas de la izquierda, y del movimiento feminista de tantas épocas: Malú, que está aquí presente encabezando la Comisión de Igualdad, habló Laura Castillo, habló Guadalupe Chavira, hablaron las compañeras de Guerrero, porque cuando habla nuestra compañera Beatriz Mojica, está hablando por las mujeres de Guerrero.
Y recordaría una frase de una líder de Guerrero en un mitin, que decía: A diferencia de lo que dicen los chinos, que somos la mitad del cielo, las mujeres somos la mitad del mundo y madre de la otra parte; estamos en todos lados, ocupando todos los espacios, pero sin el reconocimiento pleno de nuestros derechos.
¿Qué momento clave del formidable y extraordinario movimiento feminista resultó un viraje en la vida de las mujeres en el planeta? Las conferencias de la mujer.
La legisladora zacatecana refirió que los organismos internacionales han cumplido un papel importantísimo, y Beijing, que inauguró el término que aquí se consideraba en sus momentos como una mala palabra, pero que ya se hizo costumbre, el de “el empoderamiento de las mujeres”, se convirtió en una clave para decir que el espacio del poder público es también nuestro espacio, que debemos estar compartiendo las decisiones y el rumbo de país.
Y por eso el artículo 21, que habla de perspectiva de género, es fundamental. Y cuando se utiliza el término necesitamos, como se ha dicho entre nosotras, que hacer pedagogía.
No es una frase que se repita sin sentido, perspectiva de género es una crítica a la concepción androcéntrica del mundo y de la vida que pone en el centro exclusivamente a los hombres, es una concepción que critica la invisibilización, la exclusión, la subordinación, la discriminación que hemos sufrido las mujeres a lo largo de la historia. Y entonces hablar de perspectiva de género es desmontar esa visión excluyente cultural que está presente en todos lados.
Hemos, sí, cambiado el andamiaje jurídico, ha sido un esfuerzo titánico, pero todavía, incluso con reformas como las que se plantean del artículo 4 constitucional, el derecho a vivir una vida libre de violencia, y también las reformas en los demás artículos que hablan del Estado con poderes reforzados para garantizar nuestra seguridad, no es suficiente.
Junto al andamiaje jurídico debe cambiar la vida y la realidad, porque en promedio 11 mujeres pierden la vida a manos de los hombres; son feminicidios. Y ya logramos que la palabra “feminicidio” empiece a ser utilizada en el conjunto del país. Falta homogeneizarlo, falta que la perspectiva de género, que el derecho a vivir una vida libre de violencia esté presente.
Y quiero decir que, efectivamente, cuando en esta reforma se plantea la necesidad, la urgencia, el derecho a cerrar la brecha salarial, se está hablando de una transformación de fondo en la vida de las mujeres.
Y junto a esto, espero, y ya lo han dicho aquí varias, muchas de las compañeras, requerimos otra transformación, que espero que venga en los próximos días, poner en el centro una política nacional de cuidados, construir lo que hemos denominado un nuevo concepto de Estado, no el viejo concepto de Estado de bienestar que se desgastó a finales del siglo XX, sino un nuevo concepto.
Entre los avances que Amalia García ha propuesto para los derechos de las mujeres, está la construcción de un Estado de bienestar-cuidador, que significa poner en el centro el concepto de cuidador, un cuidatoriado que ponga por delante las condiciones para que ese terreno chicloso que nos atrapa a las mujeres en los cuidados en el hogar se transforme, y para que los cuidados sí permitan, siendo compartidos por el Estado, por la sociedad, por las familias y también por las empresas, que nos liberemos para poder tener autonomía económica, derecho a un trabajo digno, decente.
Como dice la Organización Internacional del Trabajo, con todas las prestaciones, de tal manera que la igualdad salarial, que cerrar la brecha salarial sea posible, porque tenemos acceso a formarnos, a educarnos.
También derecho a nuestro tiempo propio, porque las mujeres tenemos una pobreza que, de manera diferenciada, según la clase social, pero nos atraviesa a todas, carecemos de tiempo propio, estamos atrapadas en el trabajo asalariado, en el mundo de lo público, en la toma de decisiones en el poder político, pero estamos manteniendo todavía responsabilidades en el ámbito privado del hogar. La transformación y la política social del siglo XXI tendrá que ser la de cuidados.
Finalmente, Amalia García dijo hizo votos porque se haga realidad el empoderamiento de las mujeres y se ocupen los espacios de poder público, “ya la Presidenta de la República, con “a”, como ella ha dicho, ha planteado esa posibilidad. Yo hago votos porque eso se convierta en una realidad. De las resistencias para que ocupemos el poder público y político, y también el espacio económico, social y el privado en igualdad de condiciones, pero con todos nuestros derechos a salvo”.