Municipios, ahorcados

A dos meses de que se cumpla su primer año de gobierno, autoridades municipales de Sombrerete, Saín Alto y Chalchihuites acudieron ante la 65 Legislatura para buscar el apoyo de la Comisión de Hacienda y Fortalecimiento Municipal que preside el diputado José Luis González Orozco, debido a que sus finanzas están comprometidas por serios compromisos heredados de pasadas administraciones, particularmente con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y por adeudos del Impuesto sobre la Renta (ISR).

Por ejemplo, en el caso de Saín Alto, adeuda unos 20 millones de pesos al IMSS; Chalchihuites, hasta 60 millones; mientras Sombrerete debe más de 226 millones de pesos. Adeudos a los que se suman los retrasos en pagos del ISR      que también comprometen sus finanzas municipales.

A la conferencia de prensa se esperaba la presencia del alcalde de Guadalupe, José Saldívar, o al menos alguna representación debido a que se trata de unos de los municipios con mayores compromisos financieros del tipo y que en su momento fueron bandera de campaña de Julio «N» durante dos procesos electorales. Pero nunca llegaron

Sobra decir que los adeudos al IMSS o por el ISR no son los únicos compromisos que asfixian las finanzas de los municipios, pues se suman las obligaciones financieras hasta por 69 millones de pesos con la banca múltiple y con la banca de desarrollo, registrados como deuda pública ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) según el último reporte al primer trimestre de este 2025.

El problema para los municipios es que sus finanzas están tan comprometidas que hay algunos, como Sombrerete, cuyas participaciones ya son insuficientes para celebrar un convenio de regularización de adeudos con el IMSS.

Del otro lado, tenemos casos como el del municipio de Guadalupe, que en semanas pasadas remitió a la 65 Legislatura una solicitud para dar en comodato un terreno al IMSS y así abonar al histórico adeudo que sigue comprometiendo sus finanzas.

En el fondo, este problema representa para los municipios un adeudo global por más de 1 mil millones de pesos ante el IMSS, más lo que se acumule por adeudos del ISR que no han podido ser saldados por las actuales administraciones municipales, pero que les tienen con la soga en el cuello ante un inminente congelamiento de sus cuentas.

Tampoco es que haya mucha expectativa en salir de este problema para los municipios. Ya en el Paquete Económico Estatal 2025 se establecían algunos fondos de apoyo, aunque era evidente que resultaban insuficientes los recursos para salir al paso.

Por ejemplo, en el Artículo 9 del decreto se establecía una asignación hasta por 100 millones de pesos para el Fondo de Recuperación Financiera de los Municipios, cuya finalidad sería fortalecer las haciendas municipales a través del saneamiento financiero y modernización institucional.

Además, en el Artículo 18 del decreto se proyectaban 100 millones de pesos para el Fondo de Saneamiento Financiero y Estabilidad Financiera, destinado a cubrir adeudos con el IMSS, ISR, laudos laborales, impuesto sobre nóminas, entre otros compromisos financieros que presentaran los entes públicos.

La insuficiencia de estos fondos para solucionar el problema tampoco es que motivara a los municipios a mejorar sus finanzas, como lo expusimos en su momento en este espacio al analizar las Leyes de Ingresos 2025 de los 58 municipios.

A estas alturas del año ya sabemos que los flujos de recursos federales van a la baja y posiblemente vengan recortes en la segunda mitad del año, aunque ya desde la presentación del Paquete Económico Federal 2025 se proyectaba un bajo crecimiento que obligaría a estados y municipios a fortalecer su recaudación propia.

No obstante, el municipio de Saín Alto presentó una Ley de Ingresos 2025 con proyecciones a la baja en su recaudación propia, con una disminución de hasta 15.45%, mientras en Sombrerete ni siquiera proyectaban cambios a la alza o a la baja en la recaudación de impuestos.

En cambio, mientras en Saín Alto tenían proyecciones a la baja en la recaudación del predial (-23.48%), en Sombrerete tenían la segunda proyección más alta en todo el estado por incremento en la recaudación de recursos federales (11.75%).

Lástima que sus proyecciones sólo demostraban una vez más la alta dependencia de la recaudación de recursos federales sin fortalecer su recaudación propia. Por ejemplo, en Chalchihuites el 31.35% de sus ingresos correspondía a recursos propios; en Sombrerete, apenas el 16.48%; mientras en Saín Alto ni siquiera llegaban al 10 por ciento.

Así pues, pensar que la Federación o incluso el estado vendrán a ser el salvavidas para los municipios en sus obligaciones financieras, así nada más, de buena voluntad, se ve imposible cuando los propios municipios no se ayudan, y mucho menos cuando las proyecciones de ingresos federales van a la baja (con serios visos de recesión).

Pretender que los recursos del Viaducto elevado que nadie pidió, además de representar una ofensa para la población que no es responsable del desastre heredado en las finanzas municipales, se canalicen a sanear las finanzas municipales se ve harto imposible frente a tantas y tantas necesidades de mayor impacto para las y los zacatecanos, empezando por la salud, la infraestructura carretera y la seguridad.

Y aún no hablamos de los municipios con adeudos al Issstezac o por el Impuesto sobre Nómina…

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