Líderes sindicales y corrupción en México

La palabra “sindicato” proviene del vocablo griego “sindiky, syndikos”, compuesta por el verbo dikein (hacer justicia, el prefijo syn (con) y el sufijo ico (relativo a). Es decir, está relacionada con una asociación de trabajadores que se juntan para hacer justicia en común.

En la democracia ateniense, se llamaba síndicos a un grupo de cinco oradores, quienes abogaban por las antiguas leyes, desde entonces el término se utilizó en el sentido de alguien que vela por los intereses de la comunidad.

El sindicalismo dio origen en la revolución industrial a finales del siglo XVIII, época en la cual el trabajador manual fue sustituido por máquinas, la industria suplantó al artesano. El movimiento sindical está ligada al capitalismo, surgió en las primeras fábricas de Inglaterra a principios del siglo XIX y logra consolidarse en el siglo XX.

Este cambio se puede apreciar en la película “Tiempos Modernos” en la cual Charles Chaplin logró caracterizar a través de su personaje el cambio del trabajo artesanal por un trabajo automatizado. Esta película es la mejor crítica a la problematización de la tecnología que llega a causar un malestar colectivo entre los trabajadores que desempeñaban su trabajo manualmente, cambiando el paradigma de su trabajo.

Perdón por salirme un poco del tema, pero Chaplin es uno de mis favoritos del “cine mudo”, como solíamos llamarle, sus películas eran proyectadas en una gran pared y cada quien llevaba su silla o banca para disfrutar la película.

Principales sindicatos en México:

En México, se creó en 1933 la Confederación General de Obreros y Campesinos de México, dirigida por Vicente Lombardo Toledano, sindicalista, filósofo y político de tendencia marxista. Posteriormente, en 1936 se convirtió en la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

A partir de 1941 asumió el cargo de secretario general de la CTM, Fidel Velázquez Sánchez, quien se sostuvo como líder de esta Confederación, manteniendo el control de la clase obrera durante más de medio siglo hasta el día de su muerte en 1997, a los 97 años de edad. Durante todo ese tiempo el nombre de Fidel Velázquez, cacique vitalicio, fue sinónimo de poder.

En el caso de los maestros, se agruparon diversas organizaciones de trabajadores de la educación que buscaban aumentos de sueldo y mayor estabilidad laboral, en un sindicato único, el cual fue creado con el propósito de apoyar al partido en el poder, logrando firmar en 1942 un “pacto de unidad” entre el gobierno federal y los líderes sindicales, así en 1943 se fundó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con un carácter monopólico, la organización magisterial más grande de México.

El “pacto de unidad” le aseguró al gobierno federal el control sobre el sindicato, ya que los líderes se comprometieron a la movilización electoral de sus agremiados a favor del partido oficial a cambio del otorgamiento de puestos influyentes dentro de la Secretaría de Educación Pública y en otras áreas de poder, incluyendo el Congreso y los gobiernos estatales. El primer dirigente sindical del SNTE fue Alfonso Cepeda Salas.

Por otra parte, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se fundó en diciembre de 1979, con la agrupación de maestros disidentes que protestaron en contra de la alianza entre el sindicato y el gobierno y demandaron democracia sindical, basificación y rezonificación. Los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación también son miembros del SNTE (disidentes).

Entre 1989 al 2013, Elba Ester Gordillo Morales “La Maestra”, quien tuvo una gran influencia y poder político, fue diputada federal y senadora de la república, cual cacique, permaneció como líder del SNTE durante 23 años, entre 1989 y hasta 2013 que fue detenida por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada. Después de cinco años y cinco meses presa, quedó absuelta y libre de todos los cargos que se le imputaban. Fue señalada por la revista Forbes como una de las “10 personas más corruptas en México”.

La influencia del SNTE dentro del aparato educativo tiene tanto poder que es casi imposible formular políticas educativas sin el consentimiento del liderazgo sindical. El poder sindical llega a confundirse con el de la burocracia de la Secretaría de Educación Pública (SEP), por el alto grado de “arreglo” entre los puestos de confianza y los cargos sindicales”.

Aunque no existe un recuento seguro del número de puestos dentro de la SEP que han sido asignados a miembros del sindicato, el SNTE tiene presencia en casi todas las áreas de la Secretaría, ocupando puestos de altos niveles.

Entre 2006 a 2011, Fernando González Sánchez, yerno de Gordillo, fue Subsecretario de Educación Básica, durante cerca de cinco años en el cargo de mayor responsabilidad, después del puesto de secretario, y el más alto jamás ocupado por un miembro del SNTE. Esto, gracias a un acuerdo de “la Maestra” y el entonces presidente Felipe Calderón. Actualmente, González Sánchez es líder del partido Redes Sociales Progresistas (RSP).

El polémico líder sindical, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, dirigió la secretaría del monopolio Petrolero de la República Mexicana (PEMEX), quien mantuvo su poder e influencia dentro y fuera del sindicato desde 1959 hasta enero 1989, fue detenido y condenado a 35 años de prisión, cuando acababa de asumir la presidencia, Carlos Salinas de Gortari lo cual le permitió legitimar su gobierno. La Quina, fue símbolo de la corrupción en México, como tantos otros líderes. Falleció en 2013 a los 91 años de edad.

Carlos Antonio Romero Deschamps, influyente político, fue senador por el Partido Revolucionario Institucional, fungió como secretario general del sindicato de Pemex, de junio de 1993 a octubre de 2019 (26 años). También fue tres veces diputado federal y dos veces senador de la República por el Partido Revolucionario Institucional.

Romero Deschamps renunció a la dirigencia nacional del Sindicato de Pemex por causa de dos investigaciones en su contra por presunta corrupción y enriquecimiento ilícito (robo de cuotas sindicales y huachicoleo), confirmadas por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

¿El sindicalismo está en crisis?

De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), el sindicato es una asociación de trabajadores, que se constituye para mejorar y defender sus intereses, sin embargo, como hemos podido observar, existe una repetición de patrones que ha predominado en los sindicatos de México, el problema de fondo es que los líderes sindicales no han representado los auténticos intereses de la clase trabajadora.

Los líderes sindicales mencionados, no son los únicos perpetuados en el poder, ni son los que han permanecido más años a cargo de una organización sindical, tampoco han sido los únicos acusados de corrupción y enriquecimiento ilícito.

En México es común que los líderes sindicales sean propuestos por el gobierno, así como esos mismos líderes han llegado a ser legisladores o han obtenido algún alto cargo o designación gubernamental debido a que su liderazgo se ha traducido en votos de sus agremiados para los gobernantes.

El sindicalismo mexicano se ha alejado de las causas que dieron origen a su razón de ser. Los escándalos de corrupción que han sido desvelados, han influido en la desconfianza de los trabajadores en los líderes de las organizaciones sindicales.

Sin embargo, como muchos de los líderes se encuentran estrechamente vinculados con la autoridad de turno y son manipulados, como se dice vulgarmente “le llegan al precio”, ha disminuido la confianza al momento de elegir un nuevo líder, muchas de las veces se crean sindicatos “charros”.

Los sindicatos en México son en primera instancia un mecanismo de representación de grupos de trabajadores, para después convertirse en un sistema de dominación de los mismos grupos; cuyo fin es mantener y ampliar el poder del Estado, en el cual juegan un papel fundamental los líderes sindicales y su relación con el gobierno en el poder.

Los sindicatos ya no representan auténticamente los intereses de los trabajadores agremiados y muchos de los líderes son movidos por sus intereses personales, más que velar por los intereses de los representados. Desde hace tiempo en los sindicatos se encuentra fragmentada la relación entre las bases y los líderes sindicales.

Muchas de las veces, los contratos colectivos de trabajo son “simulaciones” de acuerdos entre el patrón (gobierno, empresa, etc.) y la representación sindical, los cuales son revisados al margen de los trabajadores, con el fin de garantizar la “paz laboral”.

Consideraciones finales

El sindicalismo mexicano tiene varios retos enfrentar, principalmente requiere una transformación en su estructura organizacional, transparencia en el manejo financiero ya que es muy importante transparentar el uso y destino del patrimonio de los sindicatos que proviene de las cuotas sindicales. Los trabajadores tienen derecho a conocer dicha información puesto que es derivada de su salario.

Es necesaria una nueva política laboral, que disminuya o elimine la precariedad laboral; elecciones transparentes en los sindicatos, que la base trabajadora sea quien elija líderes honestos, legítimos, que representen realmente los intereses de los trabajadores y defienda sus derechos, salarios, prestaciones, seguridad social, que se traduzca en condiciones laborales justas de sus agremiados.

Por último, hago alusión a lo que está ocurriendo en el estado de Zacatecas con la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Zacatecas (ISSSTEZAC), en la que desafortunadamente intervinieron intereses mezquinos. Vale la pena dedicarle una columna exclusiva.

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