Ciencia para la Paz y el Desarrollo

Desde el año 2001, cada 10 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, establecido por la Conferencia General de la UNESCO, con el propósito de garantizar que los ciudadanos estén informados sobre los avances científicos. Además, la ciencia tiene un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación para alcanzar el desarrollo sostenible.

Este día nos invita a reflexionar sobre cómo llegar con la ciencia, al desarrollo y la paz. Es importante hacer hincapié en el uso responsable de la ciencia para construir un futuro sostenible y renovar el compromiso de todos los actores involucrados, ya que desde el año 2015 la mayoría de los países ajustaron sus políticas nacionales adoptando el desarrollo sostenible en función de la Agenda 2030.

En la vigésima edición del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo el tema es “Construir comunidades preparadas para el cambio climático”, con el objetivo de acercar la ciencia, la tecnología y la innovación a la sociedad, así como las posibles soluciones que estas brindan a algunos de los principales desafíos globales que enfrenta la sociedad.

Para los países más afectados por el cambio climático, la ciencia ofrece la esperanza de una mayor resiliencia frente a fenómenos destructivos, incendios, sequías y otros desastres. Muchos gobiernos refuerzan la transición hacia economías “verdes”, así como los apoyos políticos a sistemas de producción y consumo más inteligentes como, las energías renovables que se obtienen a partir de fuentes naturales inagotables y generan electricidad sin contribuir al calentamiento global.

México se ha visto afectado con el calentamiento global (aumento de la temperatura del sistema climático de la Tierra por períodos largos), originado por el desarrollo industrial, quema de combustibles fósiles, cambios en el uso de suelo (como la deforestación); gases efecto invernadero, provocados principalmente por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de metano (CH4), entre otros.

Algunas de las consecuencias del calentamiento global son: la escasez de alimentos ya que el calor destruye los cultivos o hace escasear el agua para riego. En los últimos años, se ha prolongado la época de calor en los estados del norte del país; los incendios forestales provocan aumento de la temperatura.

México cuenta con la Ley General de Cambio Climático (LGCC), la cual establece entre sus principales objetivos, garantizar el derecho a un medio ambiente sano, regular las acciones para la mitigación y adaptación al cambio climático, fomentar la educación, investigación, desarrollo y transferencia de tecnología e innovación y difusión en materia de adaptación y mitigación al cambio climático.

El jueves 4 de noviembre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reveló la carta que envió a Joe Biden, donde expresa su propósito de trabajar para evitar que el calentamiento global supere los 1.5 grados y se comprometió a que durante su mandato a “no extraer más de 2 millones de barriles diarios de petróleo”.

AMLO ha sido criticado por activistas medioambientalistas por apostarle a continuar inyectándole recursos a PEMEX (un negocio fallido), empresa que Fitch Ratings califica como un factor de riesgo para las finanzas nacionales y que afectaría la calificación soberana de México. Además, AMLO aseguró que los precios de la gasolina bajarían, cosa que no ha pasado.

De igual forma, ha sido censurado por la propuesta de reforma eléctrica que relega las plantas de energía eólica y solar de compañías privadas, al querer lograr que sólo el 35% de la energía eléctrica provenga de fuentes renovables.

En cuanto a la Ciencia, AMLO ha sido censurado por su persecución a científicos del CONACYT, con acusaciones irracionales. Muchos estudiantes becados por dicha institución, que se encontraban en el extranjero, de pronto dejaron de recibir su beca debido a la extinción del fideicomiso Conacyt-Sener, que estaba enfocado en promover acciones como la formación de capital humano para la transición energética. Así las cosas.

En el Informe recién publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) denominado “La carrera contra el reloj para un desarrollo más inteligente”, se menciona que la pandemia de COVID-19 ha tenido efectos devastadores en la economía mundial y como numerosos gobiernos ofrecieron incentivos a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) para hacer frente a la pandemia.

Los países en desarrollo están acelerando el proceso de transición ecológica y digital. Para que esta transición tenga éxito los gobiernos deberán reforzar su compromiso con la investigación y el desarrollo. Y ¿en México que estamos haciendo? ¿Qué podemos hacer para ayudar a combatir el calentamiento global?

Con el fin de evitar que continúe el aumento de la temperatura, podemos coordinar esfuerzos y contribuir con algunas acciones como: plantar más árboles, reducir el uso de electricidad o hacer un uso eficiente (no dejar luces encendidas y desconectar aparatos cuando no se están usando), utilizar focos LED, generar menos basura, reciclar, preferir envases de vidrio en lugar de los de plástico.