Por: Eva Gaytán
Es bien chistoso, es que de verdad me sosprende lo delgadito de las pieles de algunos amlovers y la férrea defensa que hacen a cualquier miembro de la familia. Yo recuerdo con harta nostalgia esas maravillosas mentadas de madre mañaneras, de mediodía y nocturnas que por redes sociales o en vivo se organizaban para Peña Nieto.
Recuerdo lo maravilloso que era decir “Chinga tu madre, EPN” o “EPN es un pendejo” sin que nadie (familiares o amigos) resultaran ofendidos hasta la ignominia, casi casi como churritos en aceite caliente y vamos que aunque usted no lo crea tengo amigos priistas pero priistas de a devis, de esos que inhalan en verde, exhalan en blanco y sienten en rojo.
En mi mente siempre está con harta nostalgia aquella frase maravillosa, y que hasta hace unos día usé con “La Señorita”, #SoyLaSeñoraDeLaCasa. ¡No manchen! Así de neta. ¿Recuerdan aquel legendario episodio de EPN en el que al ser cuestionado por el precio de la tortilla dijo que no sabía porque no era la señora de la casa?
En buen pedo recuerdo que muchas personas, entre ellas yo, nos sentimos asqueadas por el diminuto interés que el wey tenía por las “apuraciones” económicas de los mexicanos, a mí me parecía una burla generalizada. Siendo honesta, y ya a toro pasado, confieso, la neta yo nunca he sabido cuánto cuesta el kilo de tortillas.
No porque haya quién vaya a comprarlas para mí, no, desde hace años voy yo o en vecesva la Angelilla, pero son pocas. No sé cuánto cuesta porque llego y digo “Güenas, me da 20 pesos de tortillas, por favor” y ya lo que me ponen pues solo los despachadores saben.
Bueno, el chiste es que recuerdo casi todas las pendejadas de EPN y la múltiples “burlas”, mentadas e insultos que éste recibía (yo misma llegué a gritarle en vivo “Eres un pendejo”) ¡Ah, qué tiempos aquellos, Señor Don Simón!
Por eso me sorprende muchísimo el poco eco que he visto en personas críticas, humanas, trabajadoras y respetuosas de todo como son muchos de mis contactos, mismos que han dejado de lado la joyita de mierda vomitada por la Betty “No soy médico”; o de ¿plano es tan equis su vómito que lo dejaron morir tan pronto?
La verdad este asuntito requiere un chingo de atención, observadores reales no esbirros de las voces de sus cabezas, no quienes aleguen que “no es una funcionaria”; no, no de esos, críticos reales que reiteren lo que muchas veces leí: “ES UNA FIGURA PÚBLICA”.
Y una figura pública muy visceral porque sí, aún sin ser médico, se puede ayudar si se tiene la voluntad de hacerlo, muchos lo han hecho (quizá hasta yo), pero la ironía no se puede usar en ciertos casos, hay quienes dicen “Con los niños no”, y yo pienso que con nadie debería usarse medios tan culeyes como los usados por la Betty, si no podemos ser empáticos ante una necesidad humana creo que estamos más jodidos de los que creemos.
“La ñora se disculpó”, dirán, está chido, pero está más chido crear una conexión con el cerebro, la lengua y en este caso el corazón para mejor no lastimar a nadie y evitar disculparse; pero bueno eso digo yo y yo solo #SoyLaSeñoraDeLaCasa.
En otro tema y ya con esta me despido: en San José por 20 pesos me dan muchas más tortillas y eso que las pido en papel porque se me olvida la servilleta.