A fin de continuar con el monitoreo del mercado laboral durante la contingencia por el COVID-19, apoyar la toma de decisiones y dar seguimiento a las políticas laborales, el INEGI en coordinación con la OIT, CEPAL, Banco Mundial y otros países, analizó estrategias para el levantamiento de la información y así dar continuidad a la información estadística.
Y es que con esto de la pandemia se suspendió el levantamiento de encuestas en forma presencial, de ahí surgió la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) como una alternativa para seguir con las mediciones y aunque las cifras no son estrictamente comparables con la Encuesta Nacional de Ocupación de Empleo (ENOE), son una aproximación a los indicadores y útiles como medida de referencia.
A la fecha se han realizado tres levantamientos de la ETOE. Para el mes de junio, entre los resultados más relevantes en el plano nacional, tenemos que la Población Económicamente Activa (PEA) se ubicó en los 51.1 millones de personas, mientras que en mayo fue de 45.5 millones, lo que significa el regreso de 5.7 millones de personas al mercado laboral en junio.
La población ocupada al mes de junio se ubicó en los 48.3 millones de personas, de las cuales los trabajadores por cuenta propia fueron 9.8 millones, que en los hombres constituye el 22.9% y el 16.6% en las mujeres.
De acuerdo al sector económico en el que laboran, el terciario o de los servicios sigue concentrando la mayor proporción de población ocupada, con una participación de 63.1% de la población ocupada en junio de 2020; solamente la población ocupada en el sector primario registró crecimiento de 0.7% en dicho mes.
De las 13.2 millones de personas disponibles para trabajar en junio, 5.6 millones dejaron de trabajar debido a la suspensión temporal de su trabajo sin recibir pago. Los datos también muestran que 4.4 millones de personas disponibles para trabajar perdieron o renunciaron a su empleo o cerraron su negocio en el segundo trimestre de 2020.
La Tasa de Informalidad Laboral (TIL1) fue de 53% en junio, mientras que en mayo se ubicó en 51.8%, cifra mayor en 1.2 puntos porcentuales, lo que significa un crecimiento de la informalidad laboral en 3 millones de ocupados más que en el mes previo.
Por su parte, la Tasa de Ocupación en el Sector Informal (actividades económicas de mercado que operan a partir de los hogares, pero sin constituirse como empresas, con una situación independiente de esos hogares) fue de 24.6% en junio, un incremento de un punto porcentual respecto a mayo y de 3.9% respecto a abril de 2020.
La población desocupada en junio fue de 2.8 millones de personas, equivalente a una Tasa de Desocupación Abierta (población que se encuentra sin trabajar, pero está buscando trabajo y disponible para trabajar) aumentó de 4.2% en mayo a 5.5% en junio de 2020, lo que significa un incremento de 901 mil personas más que en el mes anterior (1.3 por ciento).
La crisis del COVID-19 ha afectado en mayor medida a las mujeres, con el riesgo de un retroceso con respecto a algunos avances logrados y la posibilidad de que se agudice la desigualdad de género. Esto, derivado de que la mayor proporción de mujeres ocupadas lo hacen en el sector servicios, en el cual se observa decrecimiento, además de la participación de la mujer en el trabajo no remunerado y que no se cuenta con un seguro de desempleo.
El Gobierno del Estado implementó algunas medidas para apoyar a la economía local y minimizar el impacto económico de las empresas y personas, derivado del confinamiento por la contingencia sanitaria. Habría que ver si los apoyos se han dirigido a los negocios y personas más vulnerables dado que muchas personas viven del autoempleo o la economía informal.