Por: Enedina Velázquez
En el marco de la “Semana Mundial del Agua”, me parece importante hacer una reflexión sobre el vital líquido, ya que además resulta indispensable adoptar medidas de higiene como lavarse las manos con agua y jabón continuamente y desinfectar todos los productos alimenticios para prevenir el contagio y la propagación del COVID-19.
El agua y jabón son los mayores enemigos del COVID-19, por lo que hay que tomar en consideración los hábitos de higiene personal, especialmente cuando nos desplazamos fuera del hogar.
Surgen muchas preguntas en relación al agua potable: ¿cuál es la cobertura y calidad del agua potable en nuestra entidad en el 2020?, ¿cuánto nos cuesta?, ¿estamos cuidando el vital líquido?
Hace 55 años yo tomaba agua potable de la llave, lo que quiere decir que no existía la contaminación que hay ahora. Somos precisamente los humanos quienes nos hemos encargado de contaminar el agua y la contaminación del agua tiene repercusiones peligrosas para los ecosistemas y para la salud pública.
La Industria debe tener un permiso o concesión para la descarga de aguas residuales, donde la autoridad (Comisión Nacional del Agua) establece los parámetros físicos, químicos y biológicos, así como los niveles máximos permitidos en las descargas de aguas residuales, con el fin de controlar la calidad de las aguas, es aquí donde la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente debe estar muy atenta.
El agua debe ser limpia, accesible y asequible para todos. Debemos tener agua en las oficinas, mercados, etc. Pero ¿las escuelas tienen las instalaciones adecuadas para el lavado de manos con agua y jabón? Porque cuando se presten las condiciones para el regreso a clases presenciales, debemos tomar en cuenta esta necesidad esencial.
Por otra parte, hay una brecha en la cobertura del servicio de agua potable entre las escuelas rurales y las urbanas que se debe tomar en consideración, de ahí que cuesta más tiempo en llegar a una toma de agua en una zona rural que en una urbana.
En Zacatecas, se hace un uso racional del agua. Por lo que no todos los días tenemos agua, sin embargo, quien tiene dinero para comprar una pipa de agua lo hace, mientras que en las zonas rurales se dificulta más el acceso al vital líquido representando la pandemia que estamos viviendo, una mayor amenaza para la población más vulnerable.
Ahora más que nunca la pandemia nos recuerda que debemos cuidar el agua. ¿Cómo podemos hacerlo? Aquí algunos ejemplos de cómo podemos contribuir.
- Cerrar la llave mientras nos cepillamos los dientes y sólo usar el agua necesaria para enjuagarlos.
- Evitar los baños prolongados y acercar una cubeta para que el agua que cae mientras sale caliente el agua se reutilice en el sanitario o para regar las plantas.
- Utilizar dispositivos ahorradores como la regadera.
- Cosechar agua de lluvia.
- Lavar el coche con un paño húmedo en vez de echarle agua con la manguera.
- Regar las plantas o jardín de preferencia muy temprano y con responsabilidad.
- Poner cargas completas en la lavadora en vez de lavar varias cargas pequeñas.
- Cuando se enjuaga la ropa en la lavadora se puede reutilizar el agua para trapear.
- Detectar y arreglar fugas de agua.
- Instalar muebles de baño eficientes.
Creo que podemos hacer muchas cosas más para cuidar el agua, sin embargo, asegurar los servicios básicos de agua potable y saneamiento accesible a toda la población, todavía es una tarea pendiente.